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El ‘caso Macaya’: la trama de abuso sexual contra dos niñas que tiene contra las cuerdas a la derecha chilena y reactiva al feminismo

El senador Javier Macaya tuvo que renunciar este martes a la presidencia de la UDI después de cuestionar una prueba que entregó una víctima a la Fiscalía, que fue clave para la condena a su padre, Eduardo Macaya

El senador Javier Macaya y su padre, Eduardo Macaya.
El senador Javier Macaya y su padre, Eduardo Macaya.EL PAÍS
Ana María Sanhueza

La noche del 6 de junio de 2023, la Policía de Investigaciones (PDI) llegó hasta el fundo Santa Elena, en la Región O’higgins, ubicada a unos 85 de kilómetros de Santiago, con una orden de detención en contra de Eduardo Macaya Zentilli, hoy de 72 años: había sido denunciado el 30 de mayo por abusos sexuales en contra de cuatro menores de edad. El empresario agrícola, padre del senador y hasta este martes, cuando renunció al cargo, presidente del partido de la derecha tradicional chilena, la UDI, Javier Macaya, no fue hallado en su casa. Pero, al día siguiente se entregó a la justicia, y fue formalizado por el tribunal de garantía de San Fernando, que le comunicó la apertura de una investigación.

Así fue como se inició el capítulo judicial que terminó, un año después, con la condena de Macaya Zentilli, el viernes pasado, a seis años de cárcel por cuatro abusos sexuales en contra de dos menores de edad (el tribunal lo absolvió de otros dos abusos a dos niñas). Pero, antes de oficializarse, el caso había comenzado el 23 de mayo, cuando una de las víctimas, de entonces 12 años, decidió denunciar a Macaya Zentilli de los que ella fue víctima a los ocho o nueve años, ante su familia: la niña había grabado unos videos del hombre cometiendo los abusos en contra de otras menores de edad, y quería evitar que siguieran sucediendo.

Ese video fue, en adelante, una de los antecedentes con que contó la Fiscalía durante el juicio, y cuya calidad como prueba criticó el presidente de la UDI el domingo pasado en la televisión.

“Una acusación falsa”

El senador Javier Macaya se refirió por primera vez al caso de su padre el 7 de junio del año pasado, cuando emitió un comunicado público en el que señaló que se trataba de una “acusación falsa” y que a nombre de toda su familia apoyaban y confiaban en Macaya Zentilli, quien “como cualquier chileno deberá acreditar su inocencia en las instancias correspondientes”. “Como familia pedimos respeto a la presunción de inocencia y confiamos en que el rol público de uno de sus hijos no sea una excusa para agregar una carga adicional a nuestro padre, que traspase las barreras de la dignidad y el derecho a la privacidad de todos los involucrados, incluidas las personas denunciantes”.

Entonces Macaya Zentilli estuvo poco más de un mes en prisión preventiva, pero luego quedó en libertad provisional cuando la Corte de Apelaciones le impuso el pago de una millonaria fianza de 150 millones de pesos chilenos (unos 165.000 dólares).

“Si no fuese por el cargo de mi hijo...”

Fue la fiscal de alta complejidad de San Fernando, Javiera Oro, quien lideró la indagatoria en contra del empresario agrícola por los abusos sexuales durante un año. Fue un periodo en que tanto su hijo senador, como él, guardaron silencio. Eso, hasta que Macaya Zenitilli decidió hablar el 27 de abril de este año, mientras se desarrollaba la audiencia de preparación de juicio oral, y cuando ya sabía que el Ministerio Público pedía una pena de 12 años de presidio.

Macaya Zentilli entonces leyó una declaración pública en la que dijo que, si no había hablado antes, era “para no afectar ni exponer a las niñas que están involucradas en los hechos investigados” y que confiaba en que en el juicio oral se “demostrará mi completa inocencia”. También acusó la Fiscalía de no haber solicitado su declaración ni “la incautación de teléfonos o aparatos electrónicos (...) porque sabe que lo más rentable es hablar de ‘los abusos del padre de un senador de la UDI’ que investigar los hechos que motivaron la denuncia”. Y añadió: “Si no fuese por el cargo de mi hijo, esta causa no existiría y por eso me alegro de que se inicie este juicio oral para poder demostrar mi completa inocencia”.

Un fallo unánime

Después de un mes de juicio oral, que se desarrolló en forma reservada por protección a las víctimas, el Tribunal Oral de San Fernando, en votación unánime, resolvió el 10 de julio declarar culpable a Macaya Zentilli de cuatro delitos de abusos sexual en contra de dos menores de edad, y absolver de otras dos imputaciones.

Los jueces determinaron que Macaya Zentilli es autor de dos delitos consumados de abuso sexual en contra de una menor cometido en Placilla, en una “fecha indeterminada, pero en un mismo día”, cuando la víctima tenía ocho o nueve años. El segundo caso, dijo el tribunal, fue en dos períodos distintos: entre abril y mayo de 2022 y “en un día indeterminado entre el fin de semana del 6 al 9 de abril del año 2023. O, en un día indeterminado del último fin de semana de abril al 1 de mayo” de 2023.

El 15 de julio, en una rueda de prensa, en el marco de las próximos comicios de octubre, el senador Macaya fue consultado por el caso de su padre: “Es una situación dolorosa, familiar. Pero eso no implica que dejemos de hacer nuestro trabajo, que dejemos de articular a la oposición de cara a las elecciones municipales y todos los desafíos que tenemos”.

Los años de cárcel, y los fundamentos del fallo (la sentencia) se dieron a conocer el viernes 19 de julio, cuando el tribunal determinó que Macaya debe cumplir seis años de prisión (la Fiscalía había pedido 12). El padre del senador ingresó a cumplir la pena en la cárcel, pero solo estuvo allí 48 horas.

La entrevista de Canal 13

El domingo, dos días después de la condena de Macaya Zentilli, el presidente de la UDI, Javier Macaya, decidió dar una entrevista a Canal 13, en la que cuestionó una de las pruebas con la que el tribunal dictó sentencia y señaló que su padre “es una persona que es grabado en un entorno familiar”, “grabado sin su consentimiento” y “con un video que es bastante editado”. Y, además, dijo que “este es un tema súper doloroso” y que “evidentemente, yo como hijo de, estoy del lado de mi padre. Tengo una situación de dolor familiar que es compartida. Acá no hay ninguna división familiar, no hay personas que se hayan puesto en bandos, porque se han dicho muchas aberraciones, y particularmente en las redes sociales, con poco cuidado”.

El feminismo se levanta

El lunes, al día siguiente, la Corte de Apelaciones de Rancagua revocó la prisión preventiva de Macaya Zentilli y se la cambió por arresto domiciliario hasta que no esté ejecutoriada la sentencia y existan recursos pendientes en contra de la condena, según pidió su defensa, el abogado Sergio Salas. La decisión de los jueces, sumado a los dichos del presidente de la UDI en Canal 13, provocaron una fuerte molestia, en especial en el oficialismo, pues hasta este día la derecha había guardado silencio.

Una de las primeras autoridades que levantó la voz fue la ministra de la Mujer y Equidad de Género del Gobierno del presidente Gabriel Boric, Antonia Orellana: “Es lamentable ver a un senador que sigue defendiendo la inocencia de su padre pese a la contundencia de las pruebas”, dijo. Y agregó: “Es una señal de desprotección a las víctimas y que muestra demasiado gráficamente todo lo que tienen que enfrentar quienes denuncian abuso sexual, en especial los niños y niñas que tienen que cargar, además, el costo de que se les diga que ellas están destruyendo a la familia, cuando la responsabilidad de aquello es única y exclusivamente del perpetrador”, dijo a CNN.

También, el abogado querellante, Hernán Fernández, en una entrevista con Radio ADN catalogó como “aberrante” los dichos de Macaya en defensa de su padre: “Aquí no es una cuestión de opinión, no es una cuestión de moralidad, es una cuestión de ley, de Estado de derecho, de sociedad civilizada”.

Por la tarde del lunes, cientos de personas fueron a protestar a la sede de la UDI, el partido que presidía hasta el martes Macaya, ubicado en el municipio de Providencia, en la zona oriente de Santiago, convocadas por la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres: se manifestaron tanto por sus palabras como por la decisión de la Corte de Apelaciones de Rancagua de revocar la prisión preventiva.

Para la organización, la defensa de Macaya a su padre en la televisión fue más grave aún pues implicó “desestimar las pruebas que las mismas víctimas debieron gestionar”, lo que, señalaron, derivó en “revictimizar a las niñas”.


La derecha rompe su silencio

La mañana del martes, cuando todavía hacían ruido en Chile las declaraciones del parlamentario, la exministra de Educación del presidente Sebastián Piñera (2010-2014, 2018-2022), Marcela Cubillos, exmilitante de la UDI y candidata a alcaldesa del municipio de Las Condes, dijo a CNN que “el senador Macaya, en términos personales, tiene todo el derecho a acompañar a su padre, pero yo creo que cuando tú eres una figura política no puedes desdoblarte de esa manera (...)”.

Luego se refirió por primera vez al caso la principal carta presidencial de la derecha tradicional, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, quien publicó su opinión del caso Macaya Zentilli en la red social X, dejando en una compleja situación al presidente de su partido: “Quiero ser absolutamente clara: la defensa de los niños, niñas y adolescentes es intransable. Los delitos de Eduardo Macaya han sido condenados por los tribunales y las resoluciones judiciales deben cumplirse rigurosamente. Se trata de un caso grave donde solo queda estar con las víctimas, preocuparse de ellas y su bienestar”.

También su sumó a los cuestionamientos, casi a la misma hora que Matthei, la senadora María José Gatica de Renovación Nacional, partido que junto a la UDI y a Evópoli, forman el conglomerado Chile Vamos, quien pidió la dimisión de Macaya: “Lamentablemente, el senador Macaya se equivocó. Esta situación compleja amerita renunciar a la presidencia de la UDI. Su opinión provoca desprestigio al sector que representa, restando importancia a la vulneración a menores de edad. Pido perdón, como sociedad no podemos permitir esto”, escribió en la red social X.

Boric: “Nadie puede tener ningún privilegio”

En La Moneda, este martes el presidente Boric fue consultado sobre los dichos de Macaya, y señaló que, aunque no quería entrar en una polémica en particular con el parlamantario, “cuando una persona, sea un senador, un diputado, mi caso como presidente de la República, no separamos los roles y justificamos o ponemos en duda decisiones de la justicia. Creo que eso le hace mal a las instituciones”, agregó.

Boric también se refirió a un sumario que abrió Gendarmería, el servicio de prisiones, luego que el medio El Mostrador informara que Macaya Zentilli tuvo un trato distinto a otros internos durante el fin de semana que estuvo en el penal de Rancagua. “Uno de los motivos que causa indignación en la ciudadanía es cuando hay o existen tipos de privilegios según de dónde venga una persona. Y acá lo que hay que tener claro es que la justicia se legitima en la medida en que todos somos iguales ante la ley”, dijo el mandatario.

Macaya admite “un error” y renuncia

Poco después, todavía durante la mañana del martes, el senador Macaya fue requerido por la prensa, apostada en el Congreso Nacional: “Reconozco un error en mencionar un detalle procesal del caso y en una frase que es desafortunada, porque en el fondo muestra poca empatía respecto a un tema que es fundamental, que es la defensa de la niñez”, dijo. Y agregó: “Yo lo asumo de esa manera. No parece bien, no es entendible hablar de videos grabados sin consentimiento, editados, no me parece que haya sido correcto”.

Pasadas las 13.00 horas, Javier Macaya presentó su renuncia a la presidencia de la UDI: “Frente a la sentencia que afecta a un integrante de mi familia, reitero mi profundo respeto al Estado de Derecho, a las decisiones de la Justicia y manifiesto mi férreo compromiso con los derechos de las menores involucradas en dicha situación (...) Jamás permitiría que una situación familiar, por dolorosa que sea, afectara aún más a las menores de edad involucradas y, asimismo, al desempeño de mi partido y la trascendencia de su responsabilidad frente a Chile”, señaló en un comunicado público.


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Sobre la firma

Ana María Sanhueza
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en justicia y derechos humanos. Ha trabajado en los principales medios locales, entre ellos revista 'Qué Pasa', 'La Tercera' y 'The Clinic', donde fue editora. Es coautora del libro 'Spiniak y los demonios de la Plaza de Armas' y de 'Los archivos del cardenal', 1 y 2.
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