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Fiestas Patrias 2023: por qué Chile celebra su independencia el 18 de septiembre

El país sudamericano festeja su día nacional en una fecha que se estableció como tradición, a pesar de que su acta de independencia se firmó en una calurosa jornada de febrero

Sebastián Dote
Fiestas patrias chile. 18 de septiembre
Una mujer baila durante la reunión familiar por la independencia, en septiembre de 2020, en Concón (Chile).Marcelo Hernandez (Getty Images)

Chile celebra este 18 de septiembre su día nacional. La fecha conmemora la realización de la Primera Junta de Gobierno de 1810, hito que desde hace dos siglos es considerado como la primera acción autónoma del país sudamericano mientras se encontraba bajo el dominio del reino de España, del cual consiguió la independencia oficial siete años después tras una cruenta guerra protagonizada por los principales próceres de la Patria.

Durante décadas la fecha ha sido tema de debate, ya que el mes de septiembre poco tiene que ver con la lucha emancipadora que permitió construir la nación vigente. La creación formal del Estado chileno, tal como se concibe en la actualidad, se logró durante un caluroso día de febrero de 1818, en una jornada que es casi ignorada por la ciudadanía y las autoridades.

El establecimiento del Dieciocho [denominación popular que reciben las Fiestas Patrias chilenas] se consolidó en la sociedad por “conveniencia”, ya que calza a la perfección con el fin del invierno y el inicio de la primavera, estación ideal para las actividades al aire libre. La calidez del sol, acompañada de los vientos frescos y el florecer de los árboles otorgan cada año un clima ideal imposible de conseguir en otra época del año.

Qué ocurrió el 18 de septiembre de 1810

La fecha elegida para celebrar la independencia de Chile recuerda el establecimiento de una junta provisional de Gobierno, la que se instaló a propósito de la detención del rey Fernando VII de España en manos de Napoleón. El grupo, que fue elegido por el Cabildo de Santiago, tenía como objetivo administrar la Capitanía de Chile en medio del vacío de poder provocado por la ausencia del monarca. Aunque operaba con autonomía, el organismo seguía siendo leal a la corona española.

Fabián Andrés Pérez, académico de la Licenciatura de Historia de la Universidad Andrés Bello (Unab), sede Viña del Mar, explica que en este período comenzaron a surgir distintos bandos que fijaban sus posturas sobre lo que se debía hacer o no con el vínculo de Chile con España. “El sentido de la junta se fue transformando debido a varios factores, tales como el gusto de la aristocracia criolla por administrar el poder político por primera vez y a las discusiones en torno a que la soberanía, al no estar el rey presente, residía en el poder popular”, señala. Durante esos años aparecieron los grupos denominados como exaltados, que empujaban la desvinculación total del Gobierno chileno con la monarquía española, y los moderados, que defendían el orden político existente.

La firma del Acta de la Independencia

El tibio intento autonomista de la Primera Junta de Gobierno cambió con el correr de los años. Los exaltados —también conocidos como patriotas— fueron ganando espacio y formaron ejércitos para conseguir la independencia definitiva de Chile. Los esfuerzos separatistas sufrieron un revés en 1814, cuando España —que ya tenía al rey Fernando VII de regreso en el trono— inició una reconquista del territorio colonial. El espíritu patriota no se apagó del todo entre los chilenos, siendo alimentado y respaldado por el general argentino José de San Martín, quien dirigió al Ejército de Los Andes que el 12 de febrero de 1817 logró una victoria clave en la Batalla de Chacabuco.

El triunfo en la guerra permitió que Chile oficializara su condición como un Estado independiente. Aquello se consolidó el día 1 de enero de 1818, cuando se hizo la primera proclamación oral de independencia en la ciudad de Concepción. El 2 de febrero de ese mismo año el director supremo chileno, Bernardo O’Higgins —quien es considerado como uno de los padres de la Patria—, firmó el documento oficial en Talca. El 12 de febrero —justo un año después de la exitosa Batalla de Chacabuco— se concretó la proclamación oficial.

Las primeras celebraciones de independencia

Durante los primeros días del Chile independiente, con O’Higgins como director supremo, la independencia se celebraba los días 11 y 13 de febrero para conmemorar la Batalla de Chacabuco y la proclamación del Acta. En la década de 1820 se incluyó el festejo de septiembre, hasta que durante el Gobierno del conservador José Joaquín Prieto (1831-1841) se consolidó el Dieciocho como jornada de celebración.

El Dieciocho hecho ley

Chile celebró su centenario el 18 de septiembre de 1910, dejando al olvido la fecha del 12 de febrero. Cinco años después, el presidente Ramón Barros Luco (1910-1915) fijó legalmente el día como feriado y lo señaló como la “conmemoración de la independencia nacional”. “Esta ley llega en el contexto en que ya se había celebrado el centenario y había una serie de reflexiones intelectuales, políticas y culturales en torno a la identidad y el destino de la nación chilena”, plantea Fabián Andrés Pérez.

De febrero a septiembre

La motivación detrás del cambio de fecha del celebración de la independencia ha sido un tema de análisis entre los historiadores chilenos. Una de las explicaciones más frecuentes es que el mes de febrero está muy cerca de la cuaresma, el tiempo litúrgico dedicado a la preparación de la Pascua. La religiosidad de los primeros años del Chile independiente también habría impedido consolidar el festejo del 5 de abril, día en el que los patriotas ganan la estratégica Batalla de Maipú en 1818, debido a su cercanía con la Semana Santa.

Las otras razones para llevar la fiesta a septiembre serían prácticas y estarían asociadas a los cambios culturales de la sociedad chilena en el siglo XIX. “Esta fecha está cercana al comienzo de la primavera, coincidiendo con antiguas manifestaciones carnavalescas que fueron quedando en el imaginario popular y que incluían baile, jolgorio, excesos e, incluso, la celebración de los populares asados (cuestión coincidente con el aumento de las temperaturas y la necesidad por consumir la carne guardada durante el invierno). Dichas celebraciones fueron suprimidas o desincentivadas a través de estructuras de disciplina social tales como la escuela”, comenta el historiador de la Unab.

En la actualidad existen pocos vestigios que asocien al mes de febrero con la independencia. En Talca, la ciudad donde O’Higgins firmó el Acta de la Independencia, se creó el Festival de la Independencia, que es parte del circuito de eventos artísticos que realiza la nación sudamericana en el verano (entre diciembre y marzo).

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Sobre la firma

Sebastián Dote
Es encargado de redes sociales y SEO de la edición chilena de EL PAÍS. Es licenciado en Comunicación Social de la Universidad Santo Tomás de Chile. Trabajó en medios regionales de 'El Mercurio' y en el diario digital 'El Dínamo'.

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