Qué está pasando en Calama, la ciudad minera chilena que se fue a paro
Los habitantes de la localidad ubicada en el norte del país bloquearon caminos y marcharon en una semana marcada por un tiroteo que dejó un muerto
Una ciudad prácticamente entera protestó. Cientos de habitantes de Calama, ciudad minera ubicada al interior de la región de Antofagasta, en el norte de Chile, se sumaron a un paro que terminó con marchas y bloqueos de caminos, en una acción motivada por los últimos hechos de violencia registrados en la localidad, que enfrenta un alto índice de criminalidad. La manifestación fue convocada por agrupaciones de transportistas y de otros rubros locales, contando con el apoyo del alcalde Eliecer Chamorro, militante del partido izquierdista Federación Regionalista Verde Social (FRVS), que forma parte de una de las dos coaliciones que respaldan al presidente Gabriel Boric.
Durante las primeras horas de la mañana los calameños impidieron el paso de automóviles y de algunos camiones operativos de la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco), la firma estatal a cargo de los principales yacimientos de cobre del país. También se cerraron las escuelas, luego que los maestros y maestras adhirieran a la convocatoria.
La ciudad del cobre
Calama está ubicada a 1.500 kilómetros al norte de Santiago de Chile, en la zona cordillerana de Antofagasta. Está cerca del Complejo Ollagüe, el que conecta al país con la frontera con Bolivia. Es considerada como la gran capital de la minería al contar con Chuquicamata, la mina de cobre y oro a rajo abierto más grande del mundo. La región completa aporta un 45% del Producto Interno Bruto Nacional (PIB) de Chile, lo que se contrasta con la situación económica de muchos de sus habitantes. De acuerdo a la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), que fue aplicada en 2017 por el Ministerio de Desarrollo Social, un 19% de los calameños viven en condiciones de hacinamiento y no cuentan con servicios básicos como luz y agua potable.
El origen de la protesta
El paro de Calama surgió a partir de un tiroteo ocurrido durante la noche del martes en una estación terminal de buses y en una comisaría de Carabineros local, el que dejó a una persona muerta y cinco heridos. La violencia mostrada por los autores del crimen causó impacto en la comunidad, que lleva años expresando sus quejas por el aumento de delitos y que incluso exige la presencia de militares en la localidad.
Crisis de seguridad
La manifestación surgió en medio de una crisis de seguridad y migratoria que enfrenta el Gobierno, que ha debido modificar su agenda para dar respuestas a las demandas ciudadanas. La muerte de tres carabineros en menos de un mes fue un punto de inflexión para la administración Boric, que debió avanzar con medidas que fueron cuestionadas incluso por sus propios adherentes como la llamada ley Naín-Retamal, que otorgó mayores poderes a las policías. En paralelo, la Fiscalía Nacional, organismo judicial independiente del Estado, decidió solicitar la prisión preventiva de todos los extranjeros que fuesen detenidos y que no contaran con documentos para comprobar su identidad.
Qué dijo el presidente por el paro
El presidente Boric habló sobre el paro de Calama y dijo entender la molestia de los habitantes de la ciudad. “Entendemos y empatizo personalmente con el temor y la angustia de los ciudadanos y ciudadanas, especialmente de las personas vulnerables, que son las principales víctimas de la delincuencia y el narco, que pretende arrebatarnos los espacios que son de todos”, expresó el mandatario en medio de una visita a la misma región en donde se registró la protesta.
Los dichos del gobernante vinieron de la mano de acciones del Ejecutivo, que definió un reforzamiento de la presencia policial, con equipos especiales que puedan hacer rondas constantes por la ciudad.
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