Boric anuncia el cierre de la fundición de Codelco tras la seguidilla de intoxicaciones masivas
Dirigentes sindicales de la empresa cuprífera estatal amenazan con convocar una huelga nacional. La empresa se compromete a que ningún empleado se quedará sin trabajo
El presidente Gabriel Boric ha anunciado este viernes por la noche que la fundición de Codelco en la localidad de Ventanas (Valparaíso) cerrará sus operaciones. La decisión del directorio de la empresa estatal, que debe ser aprobada por el Congreso, llega después de décadas de episodios de intoxicaciones masivas en la comunidad. Más de un centenar de vecinos del cordón industrial levantado a mediados del siglo pasado se vieron afectados la semana pasada por los altos niveles de dióxido de azufre en el aire. “No puede ser que cierren los colegios y no las empresas”, sostuvo el mandatario en La Moneda, sede del gobierno chileno. Varios dirigentes sindicales de la cuprífera han rechazado la medida y amenazan con irse a huelga. “Ahora vamos a articular el paro nacional”, adelantó Manuel Araya, presidente del sindicato Turnados.
“Puedo afirmar con responsabilidad que ningún trabajador ni trabajadora se quedará sin su empleo en la compañía”, sostuvo Boric, dirigiéndose a los cerca de 350 empleados de la división de Ventanas. Los cerca de 400 subcontratados tendrán garantizado su trabajo solo durante el proceso de cierre definitivo que, según el presidente, tomará al menos cinco años. En paralelo al discurso, un grupo de trabajadores levantó barricadas con fuego, bloqueando el tránsito a las afueras de la planta. Entrevistados en la televisión, acusaban al gobierno de haberlos “traicionado”. “Este Gobierno millennial y Máximo Pacheco [presidente del directorio de Codelco] se equivocan”, dijo Carlos Castro, dirigente sindical.
Codelco también tiene una refinería de cobre que seguirá operando en el polo industrial ubicado en la bahía de Quintero-Puchuncaví, una de las cinco zonas de sacrificio del país. Reciben ese nombre las áreas donde la concentración masiva de industrias contaminantes daña la salud de la comunidad. “No queremos más zonas de sacrificio”, apuntó Boric. La ministra del Medio Ambiente, que ha estado monitoreando la situación en terreno desde que estalló el último gran episodio de contaminación el pasado 6 de junio, definió la decisión como “un momento histórico, un punto de inflexión”. “Es un primer paso para un Gobierno ecológico”, apuntó.
El movimiento Mujeres de Zonas de Sacrificio en Resistencia, activistas ambientales de Ventanas, celebraron el cierre de la fundición, “la principal fuente de emisiones de dióxido de azufre (62% de las emisiones totales), además de metales pesados y arsénico, que ha generado la devastación de históricas actividades productivas de la zona como la agrícola, la pesca artesanal y el turismo, así como también irreparables daños en la salud de la población del territorio poniendo en riesgo a los niños y futuras generaciones”.
El directorio de Codelco aprobó esta tarde por mayoría avanzar en el cese de la fundición. La Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), contraria al cierre, llevaba semanas presionando al Congreso para que aprobaran una inversión de 50 millones de dólares y así, según ellos, poder continuar con las operaciones bajo cumplimiento ambiental. “Una potencial inversión de 54 millones de dólares para aumentar la captación de gases no es garantía de que no se produzcan nuevos episodios de contaminación, debido a la crisis socioambiental del polo industrial, el riesgo de nuevos peaks y las condiciones atmosféricas de la zona”, rezaba un comunicado difundido este viernes por la estatal.
Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco -nombrado por Boric-, defendió la decisión y dijo que la empresa “daría la cara”. “¿Merece la principal empresa de Chile, la productora número uno de cobre del mundo, poner en riesgo su reputación por estar en una zona saturada, cuando el mundo avanza hacia lo que es el control ambiental? Nuestros clientes quieren estar seguros que ese cobre viene de zonas limpias”, afirmó y reiteró el compromiso del mandatario: no habrá despidos, aunque sí se ofrecerá un plan de retiro voluntario, creado especialmente para esta situación.
En el cordón industrial de la bahía de Quintero-Puchuncaví operan 14 empresas, públicas y privadas, entre las que se encuentran termoeléctricas, refinerías de petróleo, regasificación de gas natural y descarga y almacenaje de combustibles y, hasta ahora, centros de fundición de cobre.
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