Boric anuncia una comisión para restituir tierras indígenas en la zona mapuche chilena
El presidente de Chile reconoce que se han cometido “actos de carácter terrorista” en la región de La Araucanía
El presidente chileno Gabriel Boric ha anunciado este viernes la creación de una comisión que tendrá como objetivo determinar la demanda de tierras de las comunidades mapuche y proponer mecanismos con plazos para “saldar la deuda” que el Estado tiene con el pueblo indígena. Boric ha dado a conocer la noticia en el cierre de su primera visita como mandatario a la región sureña de La Araucanía, el epicentro del conflicto por las tierras ancestrales que atraviesa una escalada de violencia desde hace años. A pesar de que el jefe de Estado reconoció que se han cometido “actos de carácter terrorista” en la zona, descartó invocar la Ley Antiterrorista, como sí se hizo durante las Administraciones de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.
La Comisión por la Paz y el Entendimiento, que tendrá “una agenda abierta donde todos podrán plantear sus puntos de vista”, debería entrar en funcionamiento, como pronto, en marzo del próximo año. Boric aclaró en un punto de prensa en la ciudad de Villarrica que la mesa trabajará sobre las recomendaciones que los organismos nacionales e internacionales ya han dado para buscar una solución al conflicto. “No es una comisión para hacer diagnósticos, ya se han hecho suficientes”, precisó el mandatario, quien destacó los esfuerzos de los Gobiernos de izquierda anteriores en esta materia, pero que han resultado insuficientes.
El presidente chileno ha advertido que no se restituirán todas las tierras. “Hay muchas ciudades del sur de Chile que fueron construidas sobre tierra que antaño fueron mapuche y esas ciudades deben ser preservadas (...) Hay también muchas personas no mapuche que hace generaciones se establecieron en estas tierras y echaron raíces, y sus derechos también deben ser recordados”, ha señalado Boric, quien nombró a Víctor Ramo como comisionado presidencial para que encabece el diálogo con los distintos agentes involucrados -autoridades, mapuches, expertos en el tema-. Ramo trabajará junto a la secretaria de la Presidencia, la ministra Ana Lya Uriarte, quien acompañó a Boric en su visita, al igual que la ministra del Interior, Carolina Tohá, y de Obras Públicas, Juan Carlos García.
La Araucanía, la región más pobre de Chile, no solo es el epicentro del conflicto por las tierras ancestrales, también se ha convertido en una zona donde la violencia se ha desatado de la mano de grupos radicales. En el territorio y las regiones aledañas ocurren atentados, se ha infiltrado el narcotráfico, prolifera el robo de madera y hay sitios a los que el Estado no puede entrar. Es un lugar donde “no se puede vivir en paz”, dijo Boric tras reunirse con las víctimas, empresarios y autoridades locales. Y aunque reconoció por primera vez que ha habido “actos de carácter terrorista”, descartó invocar la Ley Antiterrorista: “Ha traído pésimos resultados para las víctimas y para el Estado”. El presidente aseguró que desde el Gobierno están buscando perfeccionar la ley contra el crimen organizado, otorgando mayores facultades a la policía.
En materia de seguridad, Boric anunció la implementación del Plan Nacional contra el crimen organizado en la región, que concentra un cuarto del presupuesto que está destinando el Gobierno a nivel nacional, que dará prioridad a perseguir los delitos relacionados al robo de madera, armas y seguridad agroalimentaria.
En la antesala a la llegada del mandatario se produjeron cortes de tráfico y una serie de ataques incendiarios en distintos puntos de la región, entre ellos en una escuela en Curacautín -donde colgaba un lienzo con un mensaje que rechazaba su visita- y en una iglesia de Villa Cautín. “Si creen que privando de educación a los niños o privando de un templo donde practican su fe las personas de La Araucanía van a lograr intimidarme, están equivocados. Son unos cobardes”, respondió Boric.
La alta expectación en torno a la visita presidencial venía alimentada por el caos que se produjo en marzo cuando, al poco de asumir el cargo, la entonces ministra del Interior, Izkia Siches, intentó ingresar a la comunidad mapuche Temucuicui, pero tuvo que retroceder tras ser recibida con disparos. En una entrevista con Radio Lonquimay, el presidente calificó esa visita como “un paso en falso”. “Pecamos de voluntarismo y tuvimos unos incidentes muy complicados”, añadió Boric, quien justificó los ocho meses que tardó en ir a La Araucanía porque se dieron cuenta entonces de que era necesario ir con “una agenda sólida, robusta”.
El Gobierno de Boric ha cambiado su postura frente a cómo abordar el conflicto desde que llegaron a La Moneda, cuando la estrategia era desescalar la militarización de la zona, heredada de Piñera. Sin embargo, los consecutivos hechos de violencia han obligado a recular, por ejemplo, respecto al decreto de estado de excepción constitucional de emergencia, que permite la actuación de los militares en la zona. En campaña, esta era una medida que Boric descartaba utilizar, pero que está vigente en La Araucanía desde mayo pasado.
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