Claudia Pizarro: “En el apruebo nos pasamos aclarando noticias falsas, sin hablar de lo positivo de la Constitución”
La alcaldesa de La Pintana, una de las comunas más pobre de la región metropolitana de Santiago de Chile, dice que ha faltado compromiso político para defender el texto constitucional
Claudia Pizarro (Pedro Aguirre Cerda, 57 años) cuenta que cuando era niña sus padres vivían “en un hoyo”. Salieron de allí para ocupar una parcela sin agua ni electricidad. La escuela funcionaba en un bus y como no había ni siquiera iglesia la comunión se tomaba en el patio de una casa. La pequeña Claudia comenzó a trabajar con los curas y en los años ochenta se afilió a la Democracia Cristiana. En 2016, sus vecinos la eligieron alcaldesa. En 2021, triplicó el número de votos y repitió mandato.
La historia de la familia Pizarro es la de los fundadores de La Pintana, una ciudad dormitorio de 180.000 habitantes que tiene los índices de pobreza más altos de la región metropolitana de Santiago. El ingreso per cápita de sus habitantes es de 180 dólares por mes, diez veces menos que en las comunas más ricas. Pizarro guarda en un vaso de plástico los casquillos de bala que los vecinos encuentra en la calle. Y muestra el agujero que dejó en la pared de su despacho la bala que alguien le disparó desde la calle. Dice que ese fue el precio de combatir al narcotráfico en su distrito. Hoy es una de las caras más visibles de la campaña por el apruebo a una nueva Constitución. En esta entrevista con EL PAÍS cuenta los esfuerzos por revertir el miedo que el nuevo texto despierta entre los más pobres. “La gente tiene temor y confusión” ante los cambios “y hay que llegar al territorio para aclarar las dudas”, dice.
Pregunta. ¿Cómo ha sido defender el apruebo en La Pintana?
Respuesta. Ha sido más complejo que en elecciones anteriores, porque esta no es una elección típica como las presidenciales o las parlamentarias. No solo ha sido difícil que nos abran las puertas, también meter un concepto colectivo de lo que viene, lejos de la visión individualista y competitiva que llevamos desde hace más de 40 años. Este nuevo Chile que queremos impulsar te invita a mirarnos como un todo, a preocuparnos por los demás. Por eso ha sido difícil que la gente esté dispuesta a escuchar. La Constitución tiene muchos conceptos que no habíamos escuchado nunca, como la plurinacionalidad, y eso da miedo. Acá no solo se instauró a sangre y fuego un modelo económico, también se rompió el tejido social. Pero la comunidad de La Pintana nos cree. Cuando va la Claudia Pizarro se allanan, saben que no les voy a mentir.
P. ¿Los más pobres le tienen miedo a la nueva Constitución?
R. En 2020 el 88% de La Pintana votó por cambiar la Constitución. Y mi apuesta, sin ningún estudio que me respalde, es que el apruebo va a llegar al 60% el domingo. No he visto liderazgos comunales, solo el domingo nos convocaron a juntarnos en el Estadio Nacional y llegamos cuatro alcaldes de más de cincuenta.
P. ¿Por qué el rechazo lidera los sondeos?
R. El miedo es por el cambio. Esta es una comuna dormitorio muy vulnerable, y si no tienes trabajo no puedes pagar la salud de tu familia ni la tuya; y la pandemia está ahí latente. La Constitución está como en un segundo plano para toda esa gente.
P. ¿Que no esté en el primer plano fue un error de la campaña por el apruebo?
R. Fue una mala campaña, muy corta. No es que el comando principal hiciera más las cosas, pero no hicimos una campaña unida y coordinada. Porque hubo poco tiempo o porque no lo vimos venir, no lo sé. Y me ha llamado la atención que en las conversaciones que tengo con los vecinos es que están enredados. Hoy ven gente de la centroizquierda como rostros del rechazo, siendo que antes estaban en otro lado. Te dicen que no entienden nada, tienen temor y confusión.
P. ¿Qué pasará el lunes?
R. Habrá un margen muy estrecho para ambos lados. El escenario que se viene es complejo y habrá que instalar puentes hacia ambos lados, porque necesitamos avanzar, no podemos permitir que el país se incendie. Hay quienes piensan que el proceso debe quedar en manos de una comisión mixta, una nueva convención o del Parlamento. Y entonces en tres años más vamos a ver algo, pero la gente no está dispuesta a ese escenario.
P. ¿Cómo se explica una nueva Constitución?
R. Es super complejo. Y ha habido una buena campaña del rechazo, que ha penetrado muy fuerte desde los medios de comunicación. La gente cree que lo que sale en la tele es la verdad. Por eso nos hemos dedicado durante todo este tiempo a aclarar lo que no hemos hecho, a la defensiva, y gastamos mucho tiempo en eso. Nos pasamos aclarando noticias falsas, no de lo positiva que la nueva Constitución.
P. En su reelección triplicó la votación de su primer triunfo. ¿Cómo lo hizo?
R. A mí me cuesta harto ser autoridad, me gusta ser horizontal. Y además enfrenté mucho al narcotráfico. La gente mira ese cambio. Recibí una comuna llena de basura, y la gente tenía sensación de abandono. Pusimos flores, luminarias, empezamos a hablar de narcotráfico. Y yo hablo con base, porque vengo de la pobreza, tengo cicatrices de la pobreza que me duelen y me lo recuerda. Más que a un partido, soy fiel a ese sentimiento. Tengo toda mi pierna derecha quemada desde los dos años por un accidente en mi casa. A mi abuela se le acabó el gas y encendió un brasero en el medio de la sala para cocinar. Y me caí sobre el brasero con leña. Por mucho tiempo anduve cubierta. Hoy soy alcaldesa y cuando me miro al espejo me recuerdo de dónde vengo.
P. ¿Se estigmatiza al vecino de La Pintana?
R. No te vayas a meter allá, te dicen.
P. ¿Y cómo afecta eso a la población?
R. Hay que ser muy valiente para salir adelante, porque aquí se sufre más que en el resto de la región metropolitana. La gente se levanta a las cinco de la mañana para estar en el trabajo a las ocho. Eso le resta horas de descanso y con su familia. Son muy esforzados y están acostumbrados a ser duros para salir adelante.
P. ¿Cómo ve a Chile y al presidente Gabriel Boric?
R. Lo veo como una persona honesta. Y a esa generación de chiquillos jóvenes, que no son de mi partido, les resultó. Nadie apostaba a ellos, y encuentro admirable que uno de ellos sea el presidente de la República. Recuerdo que en mi partido cuando volvió la democracia estaban los mismos que en 1973. No había habido renovación. Estos cabros [jóvenes] no tuvieron las trabas de los viejos de la política y avanzaron más rápido. A mi generación no la dejaron.
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