El Govern tardó 24 horas en felicitar a Margarit por el premio Cervantes

“No hay excusas, se tenía que haber hecho”, admiten fuentes de Presidència, que tampoco se comunicó con la último premio Nacional de Historia, Anna Caballé

Barcelona -
Joan Margarit, premio Cervantes 2019, el pasado jueves.Massimiliano Minocri

El presidente Quim Torra, casi 24 horas; y la consejera de Cultura, unas 18, pero a partir de un retuit de su consejería. Ese es el tiempo que tardó el Govern de la Generalitat en felicitar al poeta Joan Margarit que este miércoles, sobre las dos del mediodía, obtenía el premio Cervantes, el Nobel de las letras españolas, que recaía así por vez primera en un escritor con una producción bilingüe de matriz en catalán. El pr...

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El presidente Quim Torra, casi 24 horas; y la consejera de Cultura, unas 18, pero a partir de un retuit de su consejería. Ese es el tiempo que tardó el Govern de la Generalitat en felicitar al poeta Joan Margarit que este miércoles, sobre las dos del mediodía, obtenía el premio Cervantes, el Nobel de las letras españolas, que recaía así por vez primera en un escritor con una producción bilingüe de matriz en catalán. El propio Margarit desveló indirectamente la tardanza cuando este viernes, en el programa Els Matins de TV3, aseguró que nadie de la Generalitat le había llamado para felicitarle por el galardón.

El anuncio y cierto revuelo en las redes disparó todas las alarmas de imagen y comunicación de la Generalitat. Así, a media mañana, el poeta recibía una llamada de la consejera de Cultura, Mariàngela Vilallonga (Junts per Catalunya), que hasta entonces por toda manifestación se había limitado a retuitear la felicitación genérica de su departamento en Twitter. “El jueves fue un día intenso: veníamos de Tortosa y por la tarde fuimos a los premios Ondas”, justificó un portavoz de Cultura, que recordó que ya habían felicitado a Margarit a media tarde del mismo jueves a través de un tuit de la Institució de les Lletres Catalanes, “que es quien lleva los temas literarios”. Que la consejera no personalizara un mensaje es porque “tiene una manera muy poética de expresarse en la Red y quería hacerlo ella, pero no fue posible”.

Poco después de esa primera llamada oficial, sobre, las 13 horas, el galardonado recibió la de Torra (Junts per Catalunya), que al poco colgó en Twitter unos versos del poeta, que remataba con un mensaje de imagen subliminal: “Enhorabuena, Joan Margarit, siempre es un honor hablar contigo”. Tampoco hubo felicitación del vicepresidente, Pere Aragonès (ERC), que se manifestó asimismo por esa red social y también con versos del galardonado (más políticos) poco antes del mediodía. “Tanto el jueves como hoy el president estuvo preparando el juicio que tiene el lunes [por desobediencia a raíz de no retirar las pancartas del balcón de la Generalitat en periodo electoral] y, aunque se comentó en el departamento que se le llamaría, no se hizo”, admiten desde Presidència, que reconocen a su vez que “eso no es excusa; se tenía que haber hecho, pero no hay un tema político detrás: cualquier catalán que gane un premio importante, sea de donde sea, debe ser felicitado”.

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“Fue convencional, bien, correcto: me dijo que tanto él como su mujer leían mis poemas… Yo le he remarcado que era el primer premio Cervantes que recaía en un autor que escribía en catalán y me ha parecido que o no lo sabía o no quería saberlo”, recordó  Margarit la breve conversación con el president. El despiste de Torra choca con la actitud de su homólogo del gobierno español, el presidente en funciones Pedro Sánchez, que a las dos horas del fallo ya enviaba desde Twitter su felicitación al premiado, gesto que  repitió enviándole un “largo telegrama”, según su destinatario. “La diferencia es que uno lo tiene claro y el otro lo tiene que decidir. ¿Si me duele? No, en la Generalitat están en un mar de suposiciones, argumentos…”, asegura el escritor, quien, por la insistencia e interés mostrado por la Biblioteca Nacional de España, legó en 2011 a esa institución su archivo personal (18 cajas, con unos dos mil documentos). “No, por todo este tipo de cosas no hay por qué preocuparse; pero también es bueno recordarlas”.

El supuesto descuido y retraso de la Generalitat en la felicitación a Margarit se añade al también silencio por parte de esta institución que cosechó hace apenas diez días la escritora y filóloga Anna Caballé, cuando obtuvo, por su biografía de Concepción Arenal, el premio Nacional de Historia, que también concede el ministerio de Cultura español.

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