A VISTA DE MÓVIL | RAÚL CANCIO

Criptonita de Lavapiés

El autor alerta del peligro que supone el vaciar el barrio de sus habitantes originarios

Un joven pasa junto a un grafiti en el barrio de Lavapiés.raúl cancio

Ese trampantojo chillón y cubista llama poco la atención del atlético paseante. La esquina acentúa su contorno puntiagudo y el dramatismo de la mujer que llora sin dar la cara a ese bosque psicodélico de extraños y llamativos diamantes como puñales. El rincón que ha elegido esta semana Cancio es un paisaje de Lavapiés. Ese reino de la espontaneidad donde algunos han descubierto paraísos bajo los adoquines. Lo han catalogado como el barrio más cool del mundo. Pero tras la euforia, conviene no despistarse. Puede que ...

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Ese trampantojo chillón y cubista llama poco la atención del atlético paseante. La esquina acentúa su contorno puntiagudo y el dramatismo de la mujer que llora sin dar la cara a ese bosque psicodélico de extraños y llamativos diamantes como puñales. El rincón que ha elegido esta semana Cancio es un paisaje de Lavapiés. Ese reino de la espontaneidad donde algunos han descubierto paraísos bajo los adoquines. Lo han catalogado como el barrio más cool del mundo. Pero tras la euforia, conviene no despistarse. Puede que sea una treta para desalojar corralas, edificios de renta baja y rellenarlos de nuevos inquilinos que amenacen el carácter bohemio, mestizo y popular del vecindario. Ya Carmena quiere desarrollar una norma para joderles la fiesta a los parásitos que explotan las viviendas turísticas, ese cáncer que vacía los centros de las ciudades con el espejismo de la nueva economía. Colaborativa, la llaman. Asesina, más bien. Seamos claros.

De preponderar con su apetito voraz, ¿borrarían todas esas huellas de arte urbano? Si así lo hicieran, las triangulares y amenazantes geometrías de la pared, adquirirían su verdadero fin… A un paso están de convertirse en criptonita para defender el barrio de desmanes inmobiliarios e invasiones con rentas altas. Es un aviso. Quien ose desalojarlo, recibirá un azote de superhéroes alimentados por esa poderosa energía de la imaginación al poder, a gusto entre distintas culturas, una tierna resistencia castiza, okupas, grafiteros y hordas fieles en sus tabernas.

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