La Universidad de Barcelona ‘perdona’ el plagio de un líder del PDeCAT

El centro archiva el caso pese a tener acreditado que Marc Guerrero copió su tesis doctoral

Marc Guerrero.

La Universidad de Barcelona (UB) ha dejado sin castigo el plagio cometido en su tesis doctoral por Marc Guerrero, líder de la corriente liberal del PDeCAT. La Universidad concluyó en marzo de 2016, tras dos meses de investigación, que Guerrero había incurrido en una “mala praxis grave” al copiar de un libro de otro autor partes fundamentales de la tesis e inició el proceso administrativo para revisar la concesión del título. Ahora, sin embargo, la institución admite que ha tenido que archivar el caso porque este ...

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La Universidad de Barcelona (UB) ha dejado sin castigo el plagio cometido en su tesis doctoral por Marc Guerrero, líder de la corriente liberal del PDeCAT. La Universidad concluyó en marzo de 2016, tras dos meses de investigación, que Guerrero había incurrido en una “mala praxis grave” al copiar de un libro de otro autor partes fundamentales de la tesis e inició el proceso administrativo para revisar la concesión del título. Ahora, sin embargo, la institución admite que ha tenido que archivar el caso porque este ha caducado por una “falta de diligencia” de su Escuela de Doctorado.

La tesis de Guerrero tiene el título de La identidad en la actuación exterior subestatal y analiza la política exterior de la Generalitat en comparación con la del estado de Washington (EE UU). El político la defendió ante la Facultad de Económicas en enero de 2008 y obtuvo por ella la máxima calificación (cum laude).

Esta es la segunda vez que la investigación por plagio contra Guerrero se ve entorpecida por errores administrativos de la UB. En diciembre de 2015, la universidad admitió que por “un fallo interno de comunicación" no había tramitado adecuadamente la denuncia presentada tres meses antes por la víctima del plagio, Jaume Urgell.

Urgell había expuesto el caso a la Facultad de Económicas y al Rectorado. La primera envió la denuncia a la Escuela de Doctorado (que no abrió ningún procedimiento), mientras el segundo lo puso en manos de su asesoría jurídica. Esta respondió a Urgell que el tema no era competencia de la universidad y le invitó a recurrir a la vía contencioso-administrativa.

Después de que EL PAÍS preguntara sobre el caso, sin embargo, la Universidad admitió que no había dado la respuesta adecuada a la denuncia y ordenó a su Escuela de Doctorado crear una comisión técnica formada por tres catedráticos para investigar el plagio. Tras dos meses de trabajo, la comisión concluyó que Guerrero había copiado literalmente “aproximadamente” cuatro páginas del libro de Urgell. Pese a que esta extensión, según palabras de la propia comisión, “parecería tener una importancia relativamente menor”, las conclusiones destacaron que “los pasajes plagiados tienen un papel de gran relevancia” y que “en el conjunto de la tesis, las ideas de Jaume Urgell tomadas sin cita son parte esencial de la estructura argumental”.

Tras conocer estas conclusiones, el entonces rector de la UB, Dídac Ramírez, dictó una resolución que ordenaba abrir un expediente para revisar la concesión del título de doctor a Guerrero. Según el rector, las conclusiones de la comisión “pueden comportar que el acto administrativo de calificación de la tesis doctoral del señor Guerrero resulte nulo”.

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El siguiente paso era remitir el caso a la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat, un órgano consultivo formado por 15 juristas de reconocido prestigio. La Escuela de Doctorado de la UB, sin embargo, tardó más de tres meses —el plazo legalmente establecido— en hacerlo, por lo que el procedimiento ha caducado. El nuevo rector de la UB, Joan Elias, firmó la Resolución de archivo el pasado 14 de septiembre.

Jaume Urgell tiene ahora como última opción presentar un recurso de reposición para que la Universidad de Barcelona inicie un nuevo procedimiento o recurrir a la vía contencioso-administrativa. "Estoy decidido a llevar este caso hasta el final para que se reconozca la autoría de los pasajes que han sido copiados de mi trabajo", explicó ayer el afectado.

La gestión de este asunto ha causado un hondo malestar en varios estamentos de la Universidad de Barcelona, según ha podido comprobar este diario a través de varios testimonios y escritos internos. En esta situación se mezclan los reproches a la Escuela de Doctorado por su ineficacia y la sospecha de que Guerrero ha sido protegido por su posición pública. "Por desidia o por clientelismo, o por las dos cosas, han jugado con el buen nombre de la UB. Esto es algo que nadie en el campus debe permitir", alegan estas fuentes.

El director de la Escuela de Doctorado fue hasta el pasado diciembre Enric Canela, un conocido militante independentista que fue un destacado miembro de Convergència. Este ha declinado ofrecer su versión de los hechos. Cuando Urgell presentó su primera denuncia, además de líder del sector liberal del partido, Guerrero era eurodiputado y vicepresidente del Partido Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE). Guerrero también ha declinado comentar el asunto con este diario.

investigacion@elpais.es

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