La obra de Llorenç Villalonga que se quedó en el cajón

Llibres Ramon Llull publica ‘Morta de pipida’, una sátira teatral hallada por un catedrático tras la muerte del escritor

Llorenç Villalonga, escritor, en una imagen de los años setenta.

“Yo creo que ni él mismo se acordaba de su existencia...”, explica Josep Antoni Grimalt, catedrático emérito de la Universidad de las Islas Baleares que halló en 1980 Morta de Pipida, una obra inédita del escritor mallorquín Llorenç Villalonga (1897-1980). Casi cuarenta años después de la desaparición del autor de Mort de Dama y ...

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“Yo creo que ni él mismo se acordaba de su existencia...”, explica Josep Antoni Grimalt, catedrático emérito de la Universidad de las Islas Baleares que halló en 1980 Morta de Pipida, una obra inédita del escritor mallorquín Llorenç Villalonga (1897-1980). Casi cuarenta años después de la desaparición del autor de Mort de Dama y Bearn (dos clásicos de la literatura catalana del siglo XX), el sello mallorquín Llibres Ramon Llull ha publicado esta sátira teatral “olvidada en un cajón”, en palabras de Alex Volney, responsable de la editorial nacida de la librería homónima. La pipida, tal y como se conoce entre los pastores mallorquines, es una enfermedad que afecta a las gallinas y que les impide digerir la comida. En la obra, Villalonga utiliza esta palabra para satirizar al mundo rural mallorquín con personajes repletos de prejuicios que discuten por aparentes simplezas y que son muy supersticiosos. “Pero sobre todo es una sátira del teatro regional de la época”, explica Grimalt. La obra es corta, se divide en tres actos escritos en apenas 50 páginas. Los tres ejes de la acción son, en palabras del descubridor, “grotescos hasta el esperpento”.

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“Hallé la obra en su casa de Palma. Pero Llorenç jamás me habló de su existencia”, dice Grimalt, uno de los mayores expertos de la obra de Villalonga. La obra fue cedida en 1996 al Consell de Mallorca y a partir de 1999 pasó a conservarse en el archivo de la Fundación Llorenç Villalonga, en Binissalem. “Llevaba algunos años pensando en editarla. Se lo pregunté a la fundación y me puse manos a la obra. En un verano la transcribí”, explica el catedrático.

Portada de 'Morta de pipida', de Llibres Ramon Llull.

Sobre los motivos por los que esta obra ha tardado tantos años en ser publicada, Grimalt esgrime que “en aquel momento, debía haber cosas más urgentes, por eso quedó guardada en un archivo”. La directora de la Casa de Museu Llorenç Villalonga, Carme Castells, explica que desde la fundación hace años que conocían el interés de Grimalt por editarla. "Sabíamos que estaba trabajando desde hace tiempo en ello. Que se publique ahora significa que se ha trabajado cuidadosamente", afirma.

La directora recalca, sin embargo, que la Fundación no gestiona los derechos de autor del escritor y que por tanto la iniciativa para publicarla no dependía de ella. "Recibimos el manuscrito en 1998 después de que el heredero de Villalonga donara su legado documental al Consell de Mallorca. A partir de ahí, la fundación facilitó al máximo el acceso a los investigadores y divulgadores", concluye.

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En catalán de la Mallorca más rural

Escrita en el catalán de la Mallorca más rural, Grimalt respetó al máximo el lenguaje de Villalonga. “El criterio de Grimalt en este sentido es incuestionable. Trabajó directamente con él y eso hace que su criterio editorial esté absolutamente autorizado. Las voces de los personajes son puramente 'villalonguianas'", sostiene Carme Castell. “Es un buen ejemplo de que trastocar el lenguaje de este autor no tiene lógica. Si él lo escribió en esta modalidad lo lógico es mantenerla. Sin ella carecería de sentido”, añade el catedrático Grimalt.

"No es que estuviera olvidada, simplemente Villalonga no veía oportuna su publicación y yo respeté su decisión", dice Josep Zaforteza, amigo y heredero de los derechos de autor del escritor. Zaforteza explica que ya conocía la existencia de la obra antes del fallecimiento del autor. También que había conservado varias veces con él sobre la misma. "Él le tenía especial cariño por el vocabulario tan mallorquín y rural que en el que la escribió", dice. 

Zaforteza siempre ha sido muy cuidadoso a la hora de ceder los derechos de publicación de Villalonga. Así, en 2012, requirió notarialmente a Edicions 62 para que retirara del mercado Les passions ocultes. Correspondència i vida. (Epistolari complet, 1957-1976), un libro recopilatorio de las misivas que se cruzaron Llorenç Villalonga y el también escritor Baltasar Porcel. "Pero son casos distintos, en este asunto Llibres Ramon Llull me pidió permiso para la publicación y a mí me pareció genial. Firmamos un contrato en el que yo les autorizaba hacerlo y les daba libertad absoluta", concluye. 

Casa museo del escritor Llorenç Villalonga en Binissalem, Mallorca.

Según el historiador Antoni Nadal en su libro Teatro modern a Mallorca, Villalonga intentó en 1952 que esta obra fuera representada en la isla. Pero no lo logró. La obra llegó a las manos de la compañía Artis con el título El Casament de na Margalideta, según el libro de Nadal. “Yo, sin embargo, el manuscrito que encontré se titulaba Morta de pipida. Pero es posible que la presentara con ese nombre”, añade Grimalt. La teoría de Nadal es que el proyecto de Villalonga no convenció, entre otras cosas, por “las diferencias sociales y hasta psicológicas entre la compañía y el autor”. De hecho, Villalonga jamás representó en vida ninguna obra teatral en Mallorca. En Cataluña, sin embargo, sí pudo llevar a escena Faust, Mort de Dama i Bearn

Grimalt asegura que cuando descubrió la obra en la casa de Palma del autor, la halló junto a otros manuscritos. Desde la Fundación explican que todavía existen textos conservados en su archivo susceptibles de publicación que se enmarcan "dentro de su narrativa breve”. “El legado de Villalonga sigue vivo y estamos trabajando, poco a poco, para que se vayan produciendo nuevas incorporaciones”, afirma Castells. El heredero de Villalonga añade: "Sí que debe haber alguna cosa más, pero hasta el momento nadie me ha comentado nada...". 

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