Salud se compromete a pagar los 30 millones que debe al hospital del Mar

La Generalitat se ha comprometido hoy a pagar una parte de la deuda de 66 millones de euros que acumuló con el Consorcio Parc Salut Mar (PSMAR) --al que pertenece el hospital del Mar de Barcelona-- entre 2008 y 2011. El departamento de Salud, que ya está pagando desde 2012 y hasta 2015 una parte de la deuda por valor de 36 millones de euros, ha firmado un nuevo convenio con el PSMAR para asumir los compromisos de pago que le faltan. La Generalitat ha comunicado que el Servicio Catalán de la Salud (Catsalut) será el encargado de hacer una aportación adicional de 30 millones de euros "para el financiamiento de la totalidad de la deuda histórica del PSMAR". El consorcio sanitario está participado en un 60% por la Generalitat y en un 40% por el Ayuntamiento de Barcelona.

Este convenio, aseguran en el consorcio sanitario, "garantiza la viabilidad financiera del PSMAR", así como también "las inversiones necesarias" para modernizar los dispositivos asistenciales del hospital del Mar. Según una portavoz del hospital del Mar, el pago de la deuda comenzará a hacerse efectivo a partir de 2015.

El PSMAR ha firmado hoy además otro acuerdo económico con el ayuntamiento de Barcelona, que permitirá retomar las obras de remodelación y ampliación del hospital del Mar que se frenaron en 2010 debido a los recortes que asolaron la sanidad catalana. A los 42 millones que prometió abonar la Generalitat entre 2007 y 2026, se suman ahora otros 30 millones que invertirá el Ayuntamiento para finalizar la primera fase del Plan Director de Infraestructuras del centro sanitario, que se prevé finalizar en dos años.

La reanudación de las obras es una de las demandas históricas de empleados, sindicatos y plataformas en defensa de la salud pública. Los trabajadores exigían que, ante los problemas de tesorería de la Generalitat, fuese el Ayuntamiento --que cerró 2013 con un superávit de 139 millones-- el que asumiese el pago de la remodelación del hospital del Mar, en muy mal estado tras la paralización de las obras.