Ontinyent cierra un vertedero ante la “inoperancia” del Consell
El basurero seguía funcionando pese a la orden de cese de actividad de finales de 2012
El Ayuntamiento de Ontinyent, que preside el socialista Jorge Rodríguez, ha clausurado el vertedero de residuos inertes de La Clariana, una instalación gestionada por la empresa Girsa, de la Diputación de Valencia y la compañía FCC, cuyo fin de actividad había sido decretado a finales de 2012 por la Consejería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, una vez caducada la autorización ambiental integrada. Según el concejal de Sostenibilidad, Fran Quesada, de la Coalició Compromís, la medida, que hicieron efectiva el pasado 13 de septiemb...
El Ayuntamiento de Ontinyent, que preside el socialista Jorge Rodríguez, ha clausurado el vertedero de residuos inertes de La Clariana, una instalación gestionada por la empresa Girsa, de la Diputación de Valencia y la compañía FCC, cuyo fin de actividad había sido decretado a finales de 2012 por la Consejería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, una vez caducada la autorización ambiental integrada. Según el concejal de Sostenibilidad, Fran Quesada, de la Coalició Compromís, la medida, que hicieron efectiva el pasado 13 de septiembre policías locales y técnicos municipales, ha sido adoptada ante “la inoperancia de la consejería durante muchos años”.
El vertedero, cuyo funcionamiento ha sido objeto de numerosas quejas vecinales, continuó funcionando, pese a la orden de cesar la actividad a finales de 2012, “en las mismas condiciones, provocando molestias por emanaciones de ácido sulfhídrico a los vecinos”, aseguró Quesada. Tanto la Policía Local como el Seprona de la Guardia Civil constataron en una inspección en abril que se realizaba en el vertedero de La Clariana una “actividad de eliminación incontrolada de residuos”.
Tras comunicarlo a la Generalitat sin obtener respuesta, la recepción de más de 20 quejas por escrito, que se sumaron a más de 1.000 firmas presentadas ya en 2010 por los afectados, llevó a que la Administración autonómica desestimara, el 23 de julio, ampliar el permiso de funcionamiento.
Precinto y desconexión
El expediente sancionador iniciado entonces por el Ayuntamiento de la capital de La Vall D'Albaida ha conducido ahora al cierre del vertedero. Después de prohibir nuevos vertidos, de forma que solo se permitió entrar camiones para efectuar tareas de sellado y clausura, el 13 de septiembre fueron precintadas las instalaciones y se desconectó de la corriente eléctrica la báscula de pesado. “Ambientalmente no se respetaba la normativa”, explicó el concejal Quesada, que recordó que el vertedero debía haberse cerrado el 31 de diciembre.
El expediente abierto por una infracción “muy grave” de la Ley de Residuos, dada la utilización del vertedero para vertidos incontrolados, podría llevar a una sanción de 1,2 millones de euros, indicó el Ayuntamiento.