Rajoy pulsará en Bilbao el grado de comprensión de las víctimas

Clausura la entrega del premio Blanco a la “sociedad española”

El PP se siente vigilado cada vez que da un paso relacionado con el fin de la violencia en Euskadi, sobre todo su organización vasca. A pesar de haber sido una de las dianas permanentes de los terroristas de ETA, la presión inmovilista de algunas asociaciones de víctimas y el control político desde UPyD a nivel estatal condicionan al máximo la política de los populares, hasta el punto de abrir divergencias internas.

En este contexto, nada mejor que la entrega del premio de la Fundación Miguel Ángel Blanco para armoniz...

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El PP se siente vigilado cada vez que da un paso relacionado con el fin de la violencia en Euskadi, sobre todo su organización vasca. A pesar de haber sido una de las dianas permanentes de los terroristas de ETA, la presión inmovilista de algunas asociaciones de víctimas y el control político desde UPyD a nivel estatal condicionan al máximo la política de los populares, hasta el punto de abrir divergencias internas.

En este contexto, nada mejor que la entrega del premio de la Fundación Miguel Ángel Blanco para armonizar relaciones tanto dentro del partido, en Euskadi y en Madrid, como fuera, con las víctimas más críticas como la AVT que preside Ángeles Pedraza. El interés del PP llega a tal extremo que el propio presidente, Mariano Rajoy, va a hacer un hueco en la desesperada agenda de la crisis económica para venir hoy a Bilbao, en compañía de su ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Casualmente, la cita coincide con la efervescencia derivada de la sorprendente dimisión de Esperanza Aguirre, ariete junto a Jaime Mayor Oreja de la política penitenciaria del PP con los presos de ETA como se evidenció en el caso Uribetxebarria, y el hombro sobre el que recaían hasta ayer las reivindicaciones de las víctimas.

Pero también supondrá una mirada introspectiva en el seno del PP vasco, donde los vaivenes de su posición en el nuevo escenario de paz en Euskadi no tienen la unanimidad que pretendía Antonio Basagoiti y su cúpula avalada por los recientes congresos territoriales. La propia inclusión en las candidaturas del 21-O de nombres vinculados a las tesis mayororejistas como son Carlos Iturgaiz o Santi Abascal, principalmente, son cesiones inesperadas para la actual dirección del PP vasco.

El premio en esta novena edición ha sido concedido por la fundación que preside Mari Mar Blanco a la “sociedad española”, un genérico que se va a identificar en la Federación Española de Municipios y Provincias, y cuyo presidente, Iñigo Joaquín de la Serna, alcalde del PP en Santander, vendrá a recogerlo.

Para tomar la temperatura de la evolución de las víctimas, el PP podrá hablar con Maite Pagazaurtundua; representantes de las fundaciones Fernando Buesa y Manuel Broseta; el colectivo de víctimas del País Vasco (Covite); la familia de Ignacio Uría, el último empresario asesinado por ETA; Pilar Elías, viuda de Ramón Baglietto; las directoras de las víctimas del Gobierno central y vasco, Sonia Ramos y Maixabell Lasa, respectivamente; y el comisionado de Víctimas del Gobierno vasco, Jesús Loza.

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