LOS EFECTOS DE LA INICIATIVA GLENCREE

El PNV considera abierto “un panorama nuevo” en la política con las víctimas

Los principales partidos reproducen sus diferencias sobre los damnificados

Un momento del acto de presentación de la Iniciativa Glencree celebrado el sábado en San Sebastián.javier hernández

De forma inevitable, y aunque sus participantes buscan preservarla del ruido político, la Iniciativa Glencree, el trabajo conjunto por la convivencia que durante un lustro han mantenido en secreto 27 víctimas de todas las expresiones de violencia en Euskadi, ha caído en medio de la polémica sobre el tratamiento a las mismas abierta tanto entre los partidos como entre los Gobiernos vasco y central.

Miembros de las ejecutivas del ...

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De forma inevitable, y aunque sus participantes buscan preservarla del ruido político, la Iniciativa Glencree, el trabajo conjunto por la convivencia que durante un lustro han mantenido en secreto 27 víctimas de todas las expresiones de violencia en Euskadi, ha caído en medio de la polémica sobre el tratamiento a las mismas abierta tanto entre los partidos como entre los Gobiernos vasco y central.

Miembros de las ejecutivas del PNV, el PSE y el PP con los que habló ayer EL PAÍS saludaron de una u otra forma la iniciativa —con advertencia política en el caso popular—, si bien sus argumentos vienen a reproducir las posiciones y diferencias que siguen manteniendo. El mayor avance se aprecia en las filas peneuvistas —“acontecimiento muy importante” llamó ayer a la iniciativa en su blog Iñigo Urkullu—, donde se considera que “después de esto se abre un nuevo panorama”, en palabras de un miembro del EBB. Si víctimas muy significadas de todos los ámbitos —“algunos de los casos más duros y sangrantes”, en palabras de este dirigente— han sido capaces de ponerse de acuerdo en un diagnóstico común, los partidos, incluida la izquierda abertzale, han de serlo también, piensa el PNV. “Se acabaron las excusas”, añade esta fuente, que ve en la iniciativa y sus conclusiones una ratificación de las posiciones de su partido.

El PP alerta de que puede avivarse el discurso ‘abertzale’ que justifica a ETA

“Es una buena experiencia que rompe muchos mitos y ayuda de forma discreta a compartir vivencias. Eso que estamos defendiendo desde el PSE y en la ponencia parlamentaria de paz”, apunta un responsable de este partido. “Son pasos previos, pero imprescindibles para que la paz sea duradera y no cerremos en falso las heridas, añade.

En ambas formaciones se mira al PP, en su doble papel en Euskadi y en el Gobierno central. El PNV le ve “un poco secuestrado” por algunas asociaciones de víctimas y espera que propuestas como las de Glencree le ayuden “a virar”. Diferenciando a ETA de otras violencias, los socialistas mantienen que todos los afectados precisan justicia y reparación. “Y eso no significa hacer equidistancia de ningún tipo, algo que deberían entender el PP y el ministerio”, dice uno de sus parlamentarios.

Exceso de focos

Populares y socialistas —y sus respectivos Gobiernos central y vasco— han ahondado sus diferencias sobre la política en torno al final del terrorismo desde que su pacto saltara por los aires hace casi mes y medio. Con todo, los primeros insisten que la relación entre ministerio y consejería de Interior es buena y sigue habiendo coincidencia básica en torno al plan de reinserción puesto en marcha por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Eso no quita para que el PP aprecie "cierta sobreactuación desleal" y "nerviosismo" en el departamento de Rodolfo Ares o que los calificativos socialistas sean bastante duros por las palabras del ministro, Jorge Fernández Díaz, a cuenta del decreto de víctimas de excesos policiales.

En las direcciones del PP vasca y nacional se insiste en que el ministerio de Fernández Díaz necesita “cierta discreción” para rebajar la tensión. “Estando todo el día encima con las visitas de víctimas a etarras encarcelados parece que no hacemos otra cosa que hablar de presos. Hay un exceso de foco que lo dificulta todo”, se queja un relevante dirigente popular.

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Uno de los dinamizadores del grupo de Glencree incidía en conversación con este periódico tras el acto de ayer en San Sebastián que “tener en cuenta a todas las victimas no es ninguna equidistancia. Han dado su posición sobre el dolor del otro y todas merecen respeto”.

¿Y que piensan los populares? Dos miembros de su dirección vasca consultados coinciden en mostrar todo su respeto al trabajo que han venido desarrollando las víctimas del grupo, con algunas de las cuales el partido mantiene una cercanía “muy especial”, y a sus conclusiones y su reclamación de verdad y justicia. A renglón seguido llega la advertencia política: lo fundamental hoy es deslegitimar el terrorismo y afrontar la desaparición de ETA y planteamientos de este tipo pueden seguir alimentando el discurso de la izquierda abertzale y de la propia banda de que la suya fue “una violencia de reacción justificada” a otras vulneraciones de derechos.

“Hay víctimas de excesos policiales y personas que han sufrido y no tienen que ver con ETA. El riesgo es darle una categoría política cuando la izquierda abertzale trata de construir a la desesperada un relato que justifique a ETA”, sintetizan ambos dirigentes. “Es el único riesgo y la preocupación que tenemos”.

Fuentes del Ministerio del Interior, cuyo titular, Jorge Fernández Díaz, se enzarzó en una polémica con el Gobierno vasco la pasada semana a cuenta de las víctimas de la violencia policial, prefirieron no hacer ningún comentario sobre la Iniciativa Glencree.

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