Asuntos que tensarán la cuerda

Los alcaldes del PP aspiraban a que Arenas les facilitase algunos de sus proyectos

Sevilla -
La línea 1 del Metro de Sevilla a su paso sobre la ronda de circunvalación SE-30.GARCÍA CORDERO

Hace dos semanas, los alcaldes de las ocho capitales andaluzas, todos del PP, rozaron con los dedos un escenario que les podía ayudar a consolidar sus proyectos: un gobierno de su partido en la Junta con el que se entenderían mejor que con uno presidido por el PSOE. Pero el 25-M dio al traste con esta posibilidad y algunos alcaldes tienen ahora que repensar proyectos y sentarse a negociar con el nuevo gobierno para desbloquear planes que, en algunos casos, estaban casi aparcados a la espera de que el PP llegara a la Junta. La relación va a ser tensa en algunos temas.

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Hace dos semanas, los alcaldes de las ocho capitales andaluzas, todos del PP, rozaron con los dedos un escenario que les podía ayudar a consolidar sus proyectos: un gobierno de su partido en la Junta con el que se entenderían mejor que con uno presidido por el PSOE. Pero el 25-M dio al traste con esta posibilidad y algunos alcaldes tienen ahora que repensar proyectos y sentarse a negociar con el nuevo gobierno para desbloquear planes que, en algunos casos, estaban casi aparcados a la espera de que el PP llegara a la Junta. La relación va a ser tensa en algunos temas.

 GRANADA

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, lleva meses aplazando decisiones importantes o anunciando proyectos cuya viabilidad queda ahora en el aire. Torres Hurtado confiaba en la llegada de Javier Arenas a San Telmo para cumplir algunas de sus propuestas como "devolver" la gestión de la Alhambra y Sierra Nevada al Ayuntamiento y Diputación, soterrar el tráfico en el Zaidín por el metro o impulsar la Ronda Este para aliviar el tráfico. Tras el 25-M, el alcalde vaticina un diálogo "difícil" pero espera que la Junta "se piense mucho la obstrucción permanente a las necesidades de Granada" que, a su juicio, ha sido clave en los últimos años.

CÓRDOBA

El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, presentó hace un mes el nuevo proyecto del Centro de Congresos y Convenciones, desechando la maqueta del Palacio del Sur. Lo hizo en un momento clave: justo antes de la campaña andaluza y con Javier Arenas como invitado de honor al acto. Cuando se le preguntó al alcalde si la viabilidad del cambio unilateral dependía de que la Junta fuese gobernada por Arenas, contestó "espero que no". Pero a nadie se le escapa que los planes se han torcido. La Junta ya ha respondido que no tiene conocimiento oficial del nuevo proyecto. Es decir, que las ayudas que tenía pactadas por convenio siguen destinadas al Palacio del Sur, que el Ayuntamiento no piensa construir.

HUELVA

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La Ciudad de la Justicia de Huelva lleva seis años estancada en un tira y afloja entre el Ayuntamiento y la Junta para alcanzar un acuerdo sobre la edificabilidad de los terrenos. El debate se centra en que la Junta sostiene que no se pueden iniciar las obras porque los suelos cedidos por el gobierno local no están urbanizados. El equipo municipal del PP arguye que la Junta pone "excusas". "Primero fueron los terrenos, después la cesión del suelo, luego la titularidad, más tarde el cambio de edificabilidad y ahora la delimitación de la parcela y la urbanización", señalan fuentes municipales.

JAÉN

"Ojalá haya un cambio de gobierno en Andalucía el 25-M", dijo el alcalde de Jaén, el popular José Enrique Fernández de Moya, en su última comparecencia para hablar del tranvía, un proyecto del que el PP siempre ha renegado. Fernández de Moya, con la complicidad de Javier Arenas, metió el tranvía en la arena política para intentar sacar rédito en las elecciones autonómicas. "Con un gobierno del PP en Andalucía será más fácil su puesta en marcha", proclamaron ambos en varias ocasiones, a pesar de que el PP siempre había estado en contra de esta infraestructura, que se paralizó en plena campaña de las pasadas elecciones municipales cuando estaba en periodo de pruebas y merced a un recurso de la empresa concesionaria de autobuses, que fue alentado por los populares. Cuando llegó a la alcaldía, Fernández de Moya condicionó su reactivación a que la Junta cofinanciase su explotación. Ahora, las dos Administraciones están condenadas a entenderse si quieren que el tranvía eche a andar.

MÁLAGA

En Málaga, la falta de fondos se ha unido a la tradicional ausencia de entendimiento entre el alcalde, Francisco de la Torre, y la Junta. Uno de los focos de conflicto en esta legislatura puede ser el recorrido y financiación del último tramo del metro que falta por ponerse en obras. El último Consejo de Gobierno de la Junta antes de las elecciones no liberó los fondos para la construcción del tramo y dejó la patata caliente al ejecutivo entrante.

Otro motivo de roce será previsiblemente el proyecto de parque en los antiguos terrenos militares del Campamento Benítez. El Gobierno central se ha comprometido a ceder la parcela gratuitamente a la ciudad. Sin embargo, puede persistir la discusión en torno al modelo de parque que se va a construir. Aquí la terminología es decisiva. El Ayuntamiento pretende denominar al parque, de 28 hectáreas, "metropolitano", de forma que teóricamente dé servicio a otros municipios y sea el Ministerio de Fomento quien lo construya y la Junta la que se encargue de su mantenimiento. Por el contrario, el Gobierno andaluz insiste en su denominación "periurbano", lo que implicaría que la titularidad del parque —y por lo tanto, el coste de mantenerlo— recaería en el Consistorio. De momento, la discusión quedará adormilada por la falta de fondos. De los 20 millones que cuesta convertir los terrenos en parque, Fomento solo ha consignado 10.000 euros en los Presupuestos para 2012.

SEVILLA

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, tenía tanta confianza en que tras las elecciones andaluzas su partido iba a gobernar en la Junta que ha malgastado 10 meses de su mandato dilatando la toma de decisiones en algunos asuntos claves. Es lo que ha ocurrido con el Metro, donde el alcalde no ha dado el visto bueno al proyecto diseñado por la Consejería de Obras Públicas para las líneas 2, 3 y 4 antes de que él llegara al gobierno. Desde que estaba en la oposición, Zoido hizo campaña con su exigencia de un metro "100% subterráneo", algo que en su opinión invalidaba el diseño de la Junta, que en 40,6 kilómetros contempla 1,9 en superficie. Tampoco le gusta que la consejería pretenda licitar este año la línea 3 y dejar para los próximos las otras dos. Ahora que sabe que su partido no va a estar en San Telmo, a Zoido le toca decidir si acepta los planes de la consejería (que ya ha invertido 17 millones de euros en el proyecto) o insiste en sus preferencias aunque sea a costa de eternizar el inicio de las obras. Poco después de llegar a la alcaldía, ya dijo que no le importaba que el metro se retrasase dos años con tal de que fuera por completo subterráneo. Si se enroca, el conflicto está garantizado.

Ambas Administraciones tampoco terminan de entenderse en la Ciudad de la Justicia, cuyo proyecto lleva una década saltando de un emplazamiento a otro. En la campaña de las municipales, el ahora alcalde lanzó una propuesta-promesa: construirla en el Prado de San Sebastián, en la zona donde ya están los juzgados centrales. La Junta no se opone frontalmente, pero ha puesto pegas, como la falta de espacio en estos terrenos y sigue apostando por Los Gordales, donde hoy está la Feria de Abril. Con todo, la Consejería de Justicia pidió a Zoido en enero de este año que concretara dónde y cómo quería el proyecto. El Ayuntamiento insistió en El Prado, aunque dijo estar a la espera de informes técnicos. Semanas después Zoido se reunió con el presidente de la Junta y no planteó en el encuentro el asunto al entender que ya no se podía hacer nada antes de las elecciones. Ahora las dos Administraciones tendrán que recuperarlo.

La confrontación va a complicar también seguro el proyecto de la segunda tienda de Ikea. En plena precampaña del 25-M, Zoido escenificó un acuerdo con los promotores y aseguró que el asunto quedaba "desbloqueado". Pero lo cierto es que el convenio no aclaraba el principal problema: cómo cuadrar las exigencias de la multinacional sueca y el PGOU vigente. Cualquier cambio en el plan urbanístico necesita el visto bueno de la Junta, que no está dispuesta a impulsar más recalificaciones a la carta. Zoido contaba con que un gobierno encabezado por Arenas le allanara el camino y ahora tendrá que pensar en un plan B.

Información elaborada por M. J. Albert, V. Cortés, L. Vallellano, G. Donaire, F. J. Pérez y R. Rincón.

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