Cinco clásicos españoles: de un Juan Ramón Jiménez comprometido y polemista a las poetas ignoradas de la generación del 27

Varios libros ponen en valor a los escritores nacidos entre finales del siglo XIX y principios del XX, con especial atención a las autoras que Gerardo Diego no incluyó en su famosa antología

Retrato de Juan Ramón Jiménez (1881-1958), sin datar.Fine Art Images / ALBUM

Casi nadie sabía nada del Juan Ramón Jiménez más comprometido —sí, comprometido— con la República, contra la guerra y contra el franquismo hasta que no apareció una primera versión de esta Guerra en España, preparada por Ángel Crespo en 1985. Desde entonces, todo cambió, aunque aún faltaba mucho para que se enriqueciese el libro con el trabajo descomunal de ...

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Oceánico Juan Ramón

Por Jordi Gracia

Guerra en España

Juan Ramón Jiménez
Athenaica, 2024
1.076 páginas. 50 euros

Casi nadie sabía nada del Juan Ramón Jiménez más comprometido —sí, comprometido— con la República, contra la guerra y contra el franquismo hasta que no apareció una primera versión de esta Guerra en España, preparada por Ángel Crespo en 1985. Desde entonces, todo cambió, aunque aún faltaba mucho para que se enriqueciese el libro con el trabajo descomunal de Soledad González Ródenas en su formidable edición de 2009. Conviene decirlo así porque el libro no llegó a existir en vida de Juan Ramón Jiménez (Moguer, Huelva, 1881-San Juan de Puerto Rico, 1958): fue solo un proyecto, un impulso, un ansia crónica para la que reunió cartas cortas y largas, entrevistas, borradores, poemas, prosas, conferencias, notas de diario, fotografías, papeles de periódico y todo tipo de materiales que permitiesen construir un enorme collage que traslade a los lectores la experiencia política de la guerra, la intermitente angustia vital del exilio y la batalla incesante de Juan Ramón contra difamadores, ladrones, tibios y otras especies.

Por eso es un libro salvaje y felizmente asilvestrado: nunca llegó siquiera a ordenar de veras ese material, y dependemos, por tanto, de la fe en las averiguaciones escrupulosísimas, y muy bien contadas, de la nueva editora y sus múltiples observaciones críticas sobre los papeles que reúne el libro. Hoy sabemos lo que no sabíamos hace 40 años, cuando apareció por primera vez, y la voz de Juan Ramón no pierde una miaja de virulencia, dignidad, malicia y categoría intelectual. Ese poeta enfermizo y esquivo, pero impertinente con casi todos, se transforma aquí en un polemista poderoso y dispuesto a documentar su visión de los peores —los fascistas, los falangistas— los ladrones —como los allanadores de su piso de Madrid, y entre ellos el eximio periodista Carlos Sentís— o los malos poetas. La documentación recogida, escrita y gráfica, hoy disponible en estas más de mil páginas, sobrecoge en múltiples lugares y es bueno leerlo en desorden y a trasmano, caprichosa e intermitentemente, para no perder el efecto de la voz cruda y entera de Juan Ramón, como poeta y como ciudadano. Su mal humor y su furia, sus depresiones y sus rencores pueblan múltiples lugares de un libro que es él mismo una especie de Atlántida del exilio, con laberintos de dolor y con arenales más apacibles, que nunca dejan de vibrar con la ácida potencia de un escritor excepcional, también cuando su prosa y su energía intelectual se mueven al hilo de las circunstancias políticas y la miseria moral de tantos de quienes fueron conciudadanos, escritores, políticos, periodistas, antes del golpe de Estado franquista.

Innumerables cartas, enviadas y no enviadas, mechan el texto de la franqueza ríspida y acre de Juan Ramón sin filtros, que diríamos hoy, y así escribe, por puro ejemplo escogido al azar abriendo el libro, a Rafael Alberti en 1946: “Repetiré siempre que Salinas es el oportunista, el ‘pícaro mayor’ de las letras españolas contemporáneas”, entre otras cosas porque “había decidido utilizar a Bergamín, como luego a Guillermo de Torre, a Pérez Ferrero, etc., como adláteres exaltadores, a cambio de lo que fuese”. En realidad, “Guillén y Dámaso no hacen sino apoyarle y aprender de él hipocresía y sofisma”. Imagínense la que hubiera armado Juan Ramón de tener a mano una cuenta en Twitter. Venga, otra que les divertirá también, cuando estima que tiene Ortega y Gasset “en su fondo bueno la verdadera aristocracia” pero lo malo es que “ha rondado siempre la otra, por coquetería o moda; y eso explica acaso la volubilidad de sus ideas y de su vida”. Y así como quien dice todo el rato.

Un canon alternativo más abierto

Por Jordi Amat

Las Sinsombrero y un nuevo 27

Varios Autores
Alba, 2024
424 páginas. 24 euros

Cuando en 1932 los poetas de la joven literatura se pusieron de largo con la antología reunida por Gerardo Diego, hacía pocos años que estaba en marcha su estrategia de ocupación del territorio del prestigio. En ese lugar no había espacio para mujeres escritoras. Estaban, pero ni se las esperaba. Y cuando tiempo después aquel grupo de grandes poetas decidió mitificarse a sí mismo usando una etiqueta más bien insípida —­generación del 27—, se reescribió en buena medida la dimensión ideológica que había tenido su actividad cultural en aquel tiempo de esperanzas y tensiones a escala local e internacional. Ese proceso para nada inocente lo cuestiona una antología como Las Sinsombrero y un nuevo 27 preparada por Ana Fernández-Cebrián. Si pasa en la historia del arte, si pasa a la hora de revisar los anhelos de juventud de aquella generación, ¿por qué no también en la historia de la literatura? Unos caen, algunos se mantienen (Juan Ramón o Luis Cernuda), entran otras (de Lucía Sánchez Saornil a Josefina Romo) y se incluye también a Miguel Hernández. La apuesta es que no solo sea una reivindicación de mujeres. Lo es, pero es más. Al proponer este canon alternativo, más abierto y con registros líricos hasta ahora borrados, se nos invita a comprender el periodo previo a la Guerra Civil desde otra perspectiva. “Los escritores reunidos en esta antología desempeñaron un papel esencial en la construcción de una nueva esfera pública democrática con su trabajo como poetas”. Pocos versos tan militantes como los de Concha Méndez. “No quiero descansar un solo instante. / Quiero vértigo ser a todas horas”.

Un Luis Cernuda inseguro que atrapa

Por J. G.

Poesía completa

Luis Cernuda
Prólogo de Luis Alberto de Cuenca
Visor, 2024
904 páginas. 34 euros

La poesía de Luis Cernuda (Sevilla, 1902-Ciudad de México, 1963) sigue incombustible desde hace más de medio siglo. Pero lo que puede estar pasando con los nuevos lectores sin toxinas heredadas es que la poesía del exilio más combativa vaya resultando un poco más obvia y que otro Cernuda más sutil y evasivo, inseguro y tímido, sea el que atrapa a un lector que lee sin la condición de la historia encima del cogote: Un río, un amor (1929), o Los placeres prohibidos (1931) o Donde habite el olvido (1933). Eso es exactamente un clásico. Visor recupera la edición de la poesía completa preparada por Derek Harris y Luis Maristany. Va con presentación de Luis Alberto de Cuenca, sin aparato crítico y con variaciones en el apartado de los poemas que en su día no se publicaron en libro.

Max Aub experimental y testimonial

Por Domingo Ródenas de Moya

Narrativa escogida

Max Aub
Biblitoeca Castro, 2024
694 páginas. 50 euros

No es el Max Aub (París, 1903-Ciudad de México, 1972) más audaz (el de Jusep Torres Campalans o Juego de cartas), tampoco el más memorable narrativa y moralmente (el del Laberinto mágico o La gallina ciega), sino el que practicó un realismo circunstancial, entre veras y burlas, en las novelas que se reúnen aquí, la folletinesca Las buenas intenciones (1954) y la histórica con jirones autobiográficos La calle de Valverde (1961), ambas situadas en la pendiente hacia la Guerra Civil. Es recomendable empezar por el tercer libro del volumen, El Zopilote y otros cuentos mexicanos (1964), unos sobre exiliados españoles y otros sobre el México pobre y revolucionario, porque es aquí donde el empeño de dar testimonio y la querencia experimental de Aub quedan más directamente reflejados.

La llama inagotada de Joan Salvat-Papasseit

Por D. R. de M.

Me he cruzado con un hombre que pasaba

Joan Salvat-Papasseit
Edición bilingüe de Jordi Virallonga
Cátedra, 2023
472 páginas. 17,95 euros

Aunque solo fuera por El poema de la rosa als llavis (1923) ya valdría la pena acercarse a esta antología bilingüe de verso y prosa de Joan Salvat-Papasseit (Barcelona, 1894-1924). Vanguardista radical en el que se mezclan el libertario, el independentista y el futurista, Salvat vivió deprisa, a dentelladas voraces, y murió de tuberculosis a los cinco años de debutar en los Poemes en ondes hertzianes (1919). Esa pasión y celeridad se transmite en todo lo que escribió, en L’irradiador del port i les gavines (1921), en los artículos de sus revistas Un Enemic del Poble y Arc-Voltaic, en manifiestos como Contra els poetes en minúscula, en los poemas póstumos de Óssa menor (1925). Buena ocasión para descubrir la llama inagotada de este espíritu delicado e insurrecto.

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