‘Cuentos completos I’ y ‘El pavo real blanco’: la ocasión perfecta para conocer al verdadero D. H. Lawrence

Dos ediciones en castellano de sus obras tempranas ofrecen una visión ampliada de un literato fundamental pero encasillado por su imagen temperamental y provocadora

D.H. Lawrence (1885-1930) en Santa Fe, 1922.Photo 12 (Universal Images Group via Getty)

En nuestro país, tan dado a lo anecdótico, la imagen de un Lawrence como el hijo del minero, temperamental, amante de la naturaleza, sensual y desinhibido, carente de prejuicios, provocador y libertario, ha sido puesta siempre por delante de su honda calidad y personalidad literaria. Pero Lawrence, con todos sus excesos y arrebatos, es ante todo un escritor de formidable fuerza expresiva, en ocasiones desbordante, que si escandalizó a la sociedad de su época (hoy ya no queda nada de aquel hipotético escándalo) abrió un cau...

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En nuestro país, tan dado a lo anecdótico, la imagen de un Lawrence como el hijo del minero, temperamental, amante de la naturaleza, sensual y desinhibido, carente de prejuicios, provocador y libertario, ha sido puesta siempre por delante de su honda calidad y personalidad literaria. Pero Lawrence, con todos sus excesos y arrebatos, es ante todo un escritor de formidable fuerza expresiva, en ocasiones desbordante, que si escandalizó a la sociedad de su época (hoy ya no queda nada de aquel hipotético escándalo) abrió un cauce por el que hoy circula un verdadero río de literatura. De su producción apenas hay ediciones solventes en España (las de Mujeres enamoradas e Hijos y amantes en Alianza, dos de sus mejores novelas; El arco iris en Alba; El amante de Lady Chatterley en Sexto Piso). Las dos últimas son las que le acarrearon persecución judicial por obscenidad en su puritano país de origen, lo que le valió tener que huir y viajar por el mundo y, de paso, a abrir sus libros a distintas culturas, de lo que son valiosos ejemplos Canguro, La serpiente emplumada y otros. Lawrence fue un destacado representante del modernismo en la literatura inglesa. También escribió artículos y ensayos entre los que destacan los magníficos Estudios sobre literatura clásica norteamericana.

Ahora tenemos la ocasión de conocerlo y valorarlo verdaderamente y para ello nada como la edición de sus cuentos completos donde va a poder verse a la perfección su extraordinaria valía y el progreso de su obra literaria. Éste que comentamos hoy es sólo el primer volumen, que se corresponde con el joven Lawrence abriéndose paso en el campo literario y que coincide afortunadamente, en lo temporal y en su historia personal, con la publicación en España de su primera novela, El pavo real blanco, lo que nos viene al pelo.

Todos estos relatos transcurren en un mundo campesino de infancia y juventud, con algunas incursiones en las relaciones de pareja de un cierto mundo de clase media y, en los últimos cuentos, del mundo militar, pero casi siempre atendiendo a las relaciones amorosas, asunto que no abandonará nunca, tanto en lo que tienen de exaltación como de opresión de los sentimientos de libertad sin ataduras. Lawrence es un vitalista con una visión un tanto escorada de la mujer con respecto a las actitudes masculinas de dominio, pero con una soberbia calidad de retratista de caracteres. La presencia del mundo rural o de clase media en la Inglaterra de principios del siglo XX es el territorio de estos cuentos. En ellos, como en El pavo real blanco, se advierte la influencia y el magisterio de uno de los mejores novelistas ingleses del XIX: Thomas Hardy.

Lawrence trabaja sus historias como un descriptor. Todas sus descripciones de la Naturaleza, por ejemplo, son extraordinarias, poseen un colorido vital y vibrante que integra a los seres humanos en el paisaje con una fuerza expresiva tan poderosa y sugerente que lo convierten en un verdadero maestro para escritores y placer de lectores. No es un escritor psicologista, pues lo fía todo a la mirada del narrador, por lo que resulta más bien interpretativo, pero su mirada es tan penetrante que son los gestos, actitudes y acciones de los personajes, además de sus diálogos, los que ponen al lector ante el alma de sus personajes, pues no encontraremos en él monólogos interiores ni revelaciones directas de la conciencia. Sí hallaremos, en cambio un camino de conocimiento por medio de una mística de la Naturaleza, una visión de la sociedad desigual y un rotundo rechazo al mundo que genera la Revolución Industrial. Este primer conjunto de cuentos contiene ya todo el vigor y el sentido a desarrollar de una obra torrencial de extraordinaria potencia expresiva. Son cuentos redondos y memorables todos ellos, llenos de vida, frescura y emoción literaria.

El pavo real blanco, su primera novela, es una hermosa novela de corte decimonónico y rural de la que Philip Larkin dijo que aunque fuese la única que Lawrence hubiera escrito, seguiría siendo considerada como la novela inglesa más importante de su tiempo. Coincide plenamente en su trabajo de escritura y reescritura con las fechas de creación de los cuentos de este primer volumen y en ella están ya la mayoría de los asuntos que irá tratando a lo largo de su vida; en concreto se centra en un asunto clave: el anhelo por una vida libre y sin ataduras frente a los condicionamientos sociales al uso. Es un asunto que invadirá toda su obra y que en este libro se encuentra perfectamente expuesto. Una narración bellísima y un conjunto de personajes tan variado y estimulante como la propia vida que transcurre en el valle. Quizá ya entonces su autor estuviera intuyendo lo que acabaría por ser su destino final: una “peregrinación salvaje” por el mundo, perseguido y condicionado por el escándalo que suscitarían sus convicciones.

En la novela y los cientos se advierte con claridad la benéfica influencia del gran Thomas Hardy. Lawrence luchó bravamente con ella escribiendo y reescribiendo con la conciencia clara de que iba a confirmarlo en su ambición de escritor y no deja de ser llamativo y encantador que dentro de ese ambiente rural no haya podido renunciar a la inevitable ingenuidad de la exhibición de citas y referencias culturales propias de todo autor primerizo.

Cuentos completos, I (1907-1913)

Autor: D. H. Lawrence.


Traducción: Amelia Pérez de Villar.


Editorial: Páginas de Espuma, 2022.


Formato: tapa dura (544 páginas, 35 euros).

El pavo real blanco

Autor: D. H. Lawrence.


Traducción: Patricia Scott.


Editorial: Adriana Hidalgo Editora, 2022.


Formato: tapa blanda (528 páginas, 24,90 euros).

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