Milei nombra a un académico antiaborto y a un cuestionado juez penal para la Corte Suprema
Si el Senado aprueba las candidaturas, el máximo tribunal argentino estará integrado por cinco hombres
Desde 2021, Argentina es el único país de América Latina sin una mujer en su máximo tribunal. La renuncia de Elena Highton a la Corte Suprema dejó una vacante que se daba por hecho que sería ocupada por otra jueza, pero el kirchnerismo fracasó en consensuar una posible reemplazante durante los dos años que tuvo de margen. La Corte Suprema ha funcionado desde entonces con cuatro integrantes y el Gobierno de Javier Milei busca ahora completar el tribunal con un quinto, el controvertido juez Ariel Lijo. Milei quiere que el tribunal tenga un perfil más conservador —y afín a su plan económico ultraliberal—, por lo que ha propuesto también un segundo nombre, el académico antiabortista Manuel García-Mansilla, para que reemplace a Juan Carlos Maqueda cuando cumpla 75 años el 29 de diciembre y deba dejar el cargo.
El juez Lijo, de 55 años, acumula más de dos décadas de experiencia en los tribunales federales de Comodoro Py durante las que ha tejido una variopinta red de contactos políticos que no entiende de colores partidarios. Sin embargo, el magistrado tiene en su contra denuncias por supuestamente demorar causas contra ex altos cargos por corrupción e inventar causas con pruebas poco consistentes. El diputado Juan Manuel López, uno de los denunciantes, califica a Lijo como “uno de los peores jueces de Comodoro Py”. En una entrevista radiofónica, López recordó este jueves que el juez propuesto condenó por corrupción al exvicepresidente Amado Boudou, pero “en muchas otras ocasiones ha salvado a políticos, ha salvado a empresarios, ha administrado impunidad e incluso ha extorsionado”.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, evitó responder en rueda de prensa sobre las sospechas que pesan sobre Lijo y destacó que en su elección pesó la vasta experiencia del magistrado en derecho penal.
García-Mansilla, de 53 años, es un abogado especializado en derecho constitucional y empresarial de perfil conservador. Al igual que Milei, se opone al aborto y considera que la ley vigente es inconstitucional. El candidato propuesto es el actual decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral. Ha sido abogado de empresas petroleras y desde 2014 es el director ejecutivo de la Cámara de exploración y producción de hidrocarburos.
Las integrantes del Poder Judicial han expresado en público su rechazo a una decisión que va en contra de la igualdad de género. “Es absolutamente desalentador y preocupante. El techo de cristal está más presente que nunca”, denuncia por teléfono Marcela Ruiz, presidenta de la Federación argentina de la magistratura y la función judicial. Ruiz critica que en los 161 años de historia de la Corte Suprema sólo tres mujeres han sido ministras del máximo tribunal y cree que una vez más han vuelto a ponerles encima el pie para impedirles acceder a la cima del poder judicial.
Para la abogada Vilma Ibarra, exsecretaria de Legal y Técnica de Alberto Fernández, Milei “no quiere mujeres con poder, quiere poder sobre las mujeres”. Las asociaciones de juezas advierten que Argentina incumple los compromisos internacionales asumidos por el Estado argentino en materia de igualdad de género y de no discriminación por razones de género. “Tener una Corte Suprema sin mujeres es prejurásico”, coincide con sus colegas un magistrado.
•Comunicado de la Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial (FAM)• pic.twitter.com/vfryVpb2Xr
— FAM (@FAMyFJ) March 20, 2024
Minoría en el Senado
Las candidaturas propuestas deben ser sometidas a votación en el Senado. Para su aprobación se requiere el voto afirmativo de dos tercios de la cámara, es decir, de 48 de los 72 senadores. El camino para lograrlo será arduo: el partido de Milei tiene sólo siete bancas y no le alcanza con sumar los votos de aliados como el Pro (6) y la Unión Cívica Radical (13). Necesita convencer también a parte de los senadores del interbloque peronista Unión por la Patria, que son la primera minoría en la Cámara alta, con 33 bancas.
La entrada de Lijo y García-Mansilla a la Corte Suprema alterarían la correlación de fuerzas actual. Lijo, cercano al juez supremo Ricardo Lorenzetti, ejercería con él un contrapeso a la mayoría conformada hoy por el presidente, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Maqueda. El reemplazo de este último por García-Mansilla debilitaría el poder que hasta ahora ostentó Rosatti.
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