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La campaña presidencial en Argentina entra al fango del fraude electoral

El partido del ultraderechista Javier Milei cuestiona el sistema electoral sin denuncias formales en una recta final manchada por noticias falsas

Sergio Massa
Un cartel de una campaña contra Sergio Massa, en el barrio de Belgrano en Buenos Aires (Argentina).Anita Pouchard Serra (Bloomberg)

Argentina vota este 19 de noviembre en una segunda vuelta en el que el voto por rechazo será clave. El peronista Sergio Massa, que consiguió el 36% de los votos en primera vuelta, y el ultraderechista Javier Milei, que quedó segundo con el 29%, aspiran a la presidencia tras una elección que duró casi medio año, comenzó con 27 candidatos en las primarias de agosto, y que ahora definirán más de 9,5 millones de votantes (el 35% del padrón) que no eligieron a ninguno de los dos en la primera vuelta del pasado 22 de octubre. La caza por ese voto ha sido feroz en las últimas semanas: Massa se ha lanzado a señalar el programa de Milei, que ha llegado a proponer que la salud y la educación dejen de ser públicas, y el ultra ha sellado una alianza con el expresidente Mauricio Macri para aliar a la derecha contra el peronismo. Mientras el tablero político se reacomoda, las noticias falsas han sido carne de cañón para una elección que se ha movido en vídeos cortos pensados para redes sociales. La más promovida desde el sector de Milei es un caso inédito en 40 años de democracia en Argentina: la posibilidad de un fraude electoral.

En la recorrida de Milei por la periferia norte de Buenos Aires hace una semana, todos los entrevistados por EL PAÍS se mostraron convencidos de que en las elecciones generales de octubre hubo fraude. Algunos ponían como ejemplo las imágenes que se viralizaron de telegramas con errores que perjudicaban a La Libertad Avanza y de mesas en las que este partido de ultraderecha había sacado cero votos. Otros, en cambio, apelaban a lo que consideraban el sentido común. “En Lomas de Zamora, con el escándalo del yate de [el exjefe de Gabinete bonaerense Martín] Insaurralde, vos pensás que el peronismo pudo ganar sin hacer trampas? Hubo fraude”, señalaba Antonia, una jubilada que se identificaba como “antiperonista y anticorrupción”.

Desde Chequeado, una organización dedicada a la verificación de fuentes y de información, destacan que “los datos oficiales del escrutinio provisorio muestran que estas inconsistencias afectaron a los cinco candidatos presidenciales y que incidieron en un porcentaje muy bajo de mesas”. Los telegramas se usan para el escrutinio provisorio y tienen un valor informativo pero no validez legal. “Los errores en los telegramas se pueden subsanar en el escrutinio definitivo”, agregan. La diferencia entre los datos provisionales y los finales fueron ínfimos y se mantuvo la distancia de casi siete puntos entre Massa y Milei.

Argentina Campaign Posters Ahead of Presidential Elections
Carteles en oposición de Milei y a favor del aborto, en la Avenida de Mayo en Buenos Aires, en septiembre.Anita Pouchard Serra (Bloomberg)

“A nosotros la desinformación nos preocupa en general, pero la vinculada al fraude nos preocupa en particular porque tiene un nivel de daño potencial enorme que no habíamos visto hasta ahora”, dice Olivia Sohr, directora de Impacto y Nuevas Iniciativas de Chequeado. Sohr explica que las noticias falsas no son inocentes, sino que están pensadas y por eso son especialmente efectivas cuando apelan a las emociones y confirman las creencias de quienes las reciben. En ese sentido, los votantes convencidos de Massa están dispuestos a creer informaciones tergiversadas sobre Milei y viceversa.

La estrategia de extender un manto de sospecha sobre el fraude fue usada antes por Jair Bolsonaro en Brasil y por Donald Trump en Estados Unidos para desconocer resultados electorales desfavorables. Milei apunta ahora en la misma dirección. En un escenario muy reñido, en el que las encuestas le dan una ligera ventaja frente a Massa, el economista argentino ha declarado que las elecciones de octubre no fueron limpias. “Hubo irregularidades de semejante tamaño que ponen en duda el resultado”, respondió en una entrevista concedida al escritor peruano Jaime Bayly. Pese a la grave acusación pública, el equipo de La Libertad Avanza no ha presentado ninguna denuncia formal ante la Justicia electoral argentina.

Las dudas sobre el escrutinio proliferan junto a otras noticias falsas en redes sociales, como TikTok, Youtube o X (antes Twitter), donde se informa casi un tercio de los votantes argentinos, que tienen menos de 29 años.

Si en 2015 Mauricio Macri se convirtió en “el presidente de Facebook” por apuntalar su victoria presidencial desde su presencia en esa red social, Milei es hoy el candidato de las redes, sobre todo las audiovisuales. “Los partidos que están vinculados a las derechas en todo el mundo tienen un emplazamiento especial con las redes sociales. En Argentina, es el caso de La Libertad Avanza y de su líder, Javier Milei”, señalaba la doctora en Ciencias Sociales Ana Slimovich, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, en una conversación con este periódico sobre el impacto de Milei en las nuevas redes. Para la investigadora, su impacto se basa en que sus partidarios “construyen discursos con un lenguaje sencillo, que no es técnico y apela a las emociones, tanto a las positivas como a las negativas”.

Argentina Campaign Posters Ahead of Presidential Elections
Carteles que critican las propuestas de Milei, el 29 de septiembre en Buenos Aires.Anita Pouchard Serra (Bloomberg)

Pero la presencia de Milei en redes no depende solo de él mismo. Desde su partido aseguran que “el 90% del contenido se produce ad honorem”: La Libertad Avanza tiene una quincena de personas trabajando en la estrategia digital, casi seis veces menos que el peronismo, y depende de muchísimos videos y tuits que producen militantes autogestionados. Youtube es el mejor ejemplo: la cuenta oficial de Milei tiene poco menos de 300.000 seguidores, pero militantes autónomos que recortan sus intervenciones televisivas para difundirlas, como la cuenta @elpelucamilei, tiene más de un millón.

Los voceros inorgánicos del mileísmo proliferan especialmente en X (antes Twitter), donde el tema de la semana ha sido un vídeo adulterado para mostrar a Sergio Massa tomando cocaína. El vídeo original en el que un hombre se droga frente a la cámara circula en internet desde al menos 2016, pero la versión que fue editada con la cara de Massa y su voz ha acumulado tres millones de visualizaciones en Facebook, X y TikTok en los últimos días. Ha sido desmentido y analizado, pero los militantes de Milei que alcanzan cientos de miles de usuarios de X todavía intentan instalar la idea de que Massa es un adicto a la cocaína incapaz de gobernar.

Es parte del fango de una batalla reñida. Desde el pasado 23 de octubre, el día posterior a la primera vuelta de las elecciones, se han publicado 22 encuestas que muestran un resultado apretado sea quien sea el ganador. Milei se impone en 15 de ellas, pero los resultados varían entre una victoria suya por apenas dos décimas a un triunfo de Massa por siete puntos. La encuesta del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), publicada este 10 de noviembre, da algunas pistas de por dónde se define la elección: los entrevistados coinciden en señalar que los políticos son los actores sociales en los que más desconfían, pero la mayoría está de acuerdo en que un político tradicional como Massa, que trabaja en el Estado desde hace más de 20 años, está más preparado para gobernar, tiene mayor capacidad de diálogo que Milei y es “más cercano a la gente común”. Milei, por su lado, es percibido como más capacitado para enfrentar la crisis económica, pero también es el candidato que más miedo le da a los encuestados por su inestabilidad y sus propuestas de recortes en salud, educación, jubilaciones y asignaciones sociales.

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