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Las mujeres latinoamericanas exigen una redistribución equitativa de las tareas de cuidado

Los participantes de la XV Conferencia Regional de la Mujer que se celebra en Buenos Aires demandan más presupuesto para avanzar hacia la igualdad

Asistentes al Foro Feminista, antesala de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe
Asistentes al Foro Feminista, antesala de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el CaribeJuan Ignacio Roncoroni (EFE)

Voluntad política y recursos económicos. Se necesitan ambos para atacar una de las principales causas de la brecha de género: la distribución desigual de las tareas de cuidado entre hombres y mujeres. La XV Conferencia regional sobre la mujer de América Latina y el Caribe que se celebra esta semana en Buenos Aires ha puesto los cuidados en el centro de la agenda de debate y exige políticas públicas que alivien la sobrecarga que sufren las mujeres por el trabajo no remunerado que realizan y lo redistribuyan de forma equitativa.

“La distribución desigual de las tareas de cuidado es el corazón de las desigualdades entre los géneros”, ha señalado la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidades de Argentina, Ayelén Mazzina, en la inauguración de la conferencia. Para reducir la brecha es necesaria una importante inversión estatal en sistemas de cuidado que se conviertan “en un pilar de la sociedad del bienestar, como la salud y la educación”, ha dicho la directora regional de ONU Mujeres, María Noel Baeza.

Baeza ha advertido además de la urgencia de un cambio cultural. “Tenemos que acabar con el extractivismo del tiempo de las mujeres” y que los hombres den un paso al frente para asumir por igual las tareas en casa, ha destacado. “La corresponsabilidad de los hombres tiene que estar en el centro, esto va en serio. Estamos cansadas, estamos indignadas y queremos un cambio”, ha afirmado entre aplausos en un auditorio donde había apenas una veintena de varones entre cientos de mujeres procedentes de toda América Latina.

La presión de los movimientos feministas y la introducción de la perspectiva de género han logrado que cada vez más países cuenten con estadísticas que miden el tiempo que sus sociedades dedican a las tareas de cuidados. En Latinoamérica, “la mujer dedica el 20% de su tiempo a trabajo no remunerado, los hombres el 7,5%, es casi el triple”, ha expuesto el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar-Xirinachs.

Esa sobrecarga, que se agravó durante la pandemia de covid-19, reduce las oportunidades laborales de las mujeres y dificulta su independencia económica, según Salazar-Xirinachs, quien ha pedido cambios profundos para poder poner en marcha sistemas de cuidados.

En los trabajos de cuidados remunerados las mujeres también están sobrerrepresentadas. Según los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en América Latina y el Caribe un quinto de la población trabaja en sectores vinculados al cuidado, lo que significa más de un tercio del empleo femenino.

Tanto Argentina, anfitrión de la conferencia, como Chile, donde se celebró la anterior, planean poner en marcha sistemas de cuidados que amplíen el rol del Estado con más infraestructura y nuevos puestos laborales. A su vez, los gobiernos de ambos países buscan reducir el reparto desigual de las tareas en el interior de los hogares.

Sin embargo, esos proyectos avanzan con lentitud por la falta de presupuesto. El presidente argentino, Alberto Fernández, anunció en mayo una ambiciosa iniciativa legislativa que ampliaba de forma gradual el permiso de paternidad —que hoy, con dos días, es de los más cortos del mundo— hasta los tres meses y extendía también los permisos para aquellos que tuviesen que cuidar a enfermos. Sin embargo, el proyecto no ha sido tratado en el Congreso este año y es muy difícil que llegue a debatirse en 2023, cuando el calendario estará marcado por las elecciones presidenciales de octubre.

En el caso de Chile, el presidente Gabriel Boric anunció en junio un sistema nacional de cuidados que busca relevar el rol de las personas cuidadoras en la sociedad y fomentar su capacitación y empleo formal.

Para poder llevar a cabo esos programas “es necesario asignar recursos”, ha afirmado Salazar-Xirinachs. Sin presupuesto no dejarán de ser declaraciones de buenas intenciones, han coincidido todos los oradores en el primer día de una conferencia que se extenderá hasta el viernes.

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