Cristina Kirchner reaparece tras el atentado fallido: “Estoy viva por Dios y la Virgen”
La vicepresidenta de Argentina se rodeó de sacerdotes de una villa bonaerense para su primera aparición pública dos semanas después de que un hombre tratara de asesinarla
Cristina Kirchner dice que está más “mística”. Y que le sobran razones para ello. Por eso eligió rodearse de sacerdotes para su primera actividad pública tras el intento de asesinato que sufrió hace dos semanas. “Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen”, dijo ante una docena de “curas villeros”, como se llama a aquellos que cada día trabajan en los barrios más marginales de Buenos Aires. Kirchner apenas se refirió a lo que sintió aquella noche del 1 de septiembre, cuando un hombre de 35 años llamado Fernando Sabag Montiel gatilló dos veces un arma automática a centímetros de su cabeza. La bala no salió. La justicia procesó este jueves a Sabag Montiel y a su novia, Brenda Uliarte, por haber intentado asesinar a la vicepresidenta “con planificación y acuerdo previo”.
“Quería que mi primera actividad pública, por así decirlo, fuera con ustedes. Si tenía que agradecer a Dios y a la Virgen tenía que hacerlo rodeada de curas por los pobres, de curas villeros, de hermanas laicas, religiosas”, dijo Kirchner en un salón del edificio del Senado, donde tiene su despacho oficial. Los curas villeros son muy cercanos al papa Francisco, y si bien no suelen participar directamente en política no ocultan su simpatía por el kirchnerismo.
La expresidenta reveló que a la mañana siguiente del atentado recibió una llamada de Francisco, a quien conoce bien de los años en que ella estaba en la Casa Rosada y Francisco era Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires. “Me llamó bien tempranito al otro día de ese jueves. Estuvimos hablando por teléfono y me dijo algo así como: ‘Los actos de odio y de violencia siempre son precedidos por palabras y verbos de odio y violencia. Primero es lo verbal ¿no? La agresión y después ese clima va creciendo y finalmente se produce”, dijo Kirchner, parafraseando al Papa.
El Gobierno ha insistido desde el principio con que los discursos de odio que, a su entender, circulan en la prensa y en boca de la oposición motivaron el magnicidio. Sabag Montiel y Uliarte tenían afinidad con grupos de extrema derecha y participaban en conversaciones en redes sociales donde se promovía la muerte de Kirchner y otros políticos. La justicia decidió este mismo jueves procesarlos por intento de homicidio. En expediente, de 95 páginas, se los considera autores intelectuales y materiales del crimen. La investigación alcanza a una amiga de Uliarte, Agustina Díaz, protagonista de una serie de chat en lo que abiertamente se hablaba del plan de magnicidio. “Mandé un tipo para que la mate a Cristi”, le dice Uliarte a Díaz en una de las conversaciones.
Para la justicia, Sabag Montiel y Uliarte “actuaron con el dolo homicida”, y si no pudieron asesinar a Kirchner en la puerta de su casa y frente a cientos de personas fue por “razones ajeas a su voluntad”. La bala no salió en la noche del 1 de septiembre porque Sabag Montiel no accionó el arma para introducir una bala en la recámara. La investigación apunta ahora a saber si la pareja tenía vínculos con alguna organización más amplia. La mirada está puesta en un grupo de extrema derecha y muy violento llamado Revolución Federal.
Sus miembros se hicieron conocidos por arrojar antorchas encendidas contra la Casa Rosada, pedir “bala para los políticos” y marchar con una guillotina “para decapitar kirchneristas”. Es común verlos en la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo, insultando a cualquier que entre o salga del edificio. El Gobierno pidió, a través del jefe los servicios de inteligencia, Agustín Rossi, que se investigue “si existe una vinculación entre Revolución Federal con aquellos que finalmente llevaron adelante el atentado” contra la vicepresidenta.
“Lo más grave no es lo que me pudo haber pasado a mí, lo más grave fue haber roto un acuerdo social que había desde 1983″, dijo Kirchner este jueves ante los curas villeros, en referencia al año en que terminó la dictadura militar en Argentina. “Entiendo que recuperar la democracia fue recuperar la vida y la racionalidad de que podamos discutir de política peronistas, alfonsinistas, peronistas renovadores, tradicionales”, agregó, sin nombrar a las fuerzas que responden a Mauricio Macri, hoy las principales opositoras.
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