Necesitamos más financiamiento con perspectiva de género
Las mujeres enfrentan desigualdades estructurales en el acceso a recursos, oportunidades y derechos. Por eso hay que abordar estas barreras y permitir que los recursos financieros se destinen en igualdad de condiciones para “nivelar la cancha” en aquellas áreas donde las mujeres han estado históricamente rezagadas
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En las últimas décadas, América Latina y el Caribe avanzó en materia de igualdad de género, pero las complicadas coyunturas económicas, sociales, políticas y ambientales de la actualidad están causando retrocesos para los derechos de las mujeres, las adolescentes y las niñas. Ante esta situación, es imprescindible que desarrollemos nuevas alianzas estratégicas y establezcamos acuerdos que pongan el foco en el financiamiento y la inversión de recursos para lograr la autonomía y el empoderamiento de las mujeres, las adolescentes y las niñas.
Según ONU Mujeres, a nivel global se necesitan 360.000 millones de dólares adicionales por año para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres acordados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
Es importante analizar por qué el financiamiento con perspectiva de género es tan esencial para lograr la igualdad. Las mujeres enfrentan desigualdades estructurales en el acceso a recursos, oportunidades y derechos, debido a roles y estereotipos de género que se replican en las prácticas sociales, culturales y políticas. La perspectiva de género identifica y aborda estas barreras y permite que los recursos financieros se destinen a mujeres y hombres en igualdad de condiciones, buscando “nivelar la cancha” en aquellas áreas donde las mujeres han estado históricamente rezagadas, como la participación política o el acceso a empleo digno; o muy afectadas, como en la violencia machista y la sobrecarga en las tareas de cuidado.
Este es uno de los objetivos de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), el evento más importante que desde este lunes reúne a altos representantes de Gobiernos, la ONU y ONGs para revisar los avances y retrocesos en la Agenda de Género e incidir en el desarrollo de políticas, acciones y estrategias a favor de los derechos de las mujeres, adolescentes y niñas en toda su diversidad. Se trata de un espacio clave que este año realiza su sesión número 68 en Nueva York.
El encuentro hará énfasis en la urgencia de superar cuatro nudos estructurales de la desigualdad de género: la desigualdad socioeconómica y la persistencia de la pobreza; los patrones culturales patriarcales discriminatorios y violentos y el predominio de la cultura del privilegio; la división sexual del trabajo y la injusta organización social del cuidado; y la concentración del poder y las relaciones de jerarquía en el ámbito público.
En promedio, América Latina y el Caribe es la región con mayor presencia de mujeres en Legislaturas nacionales, solo por detrás de los países nórdicos. Pero este logro esconde grandes disparidades: coexisten países con legislaturas paritarias con otros donde la representación femenina es inferior al 20%. Allí donde se debaten, proponen y deciden numerosas políticas y legislaciones que afectarán las vidas de millones de mujeres, sus voces se encuentran subrepresentadas y, por lo tanto, sus necesidades específicas son poco identificadas, poco oídas y deficientemente atendidas. Por otra parte, si bien la mayoría de los países de Latinoamérica y el Caribe cuentan con legislaciones que reconocen, sancionan y previenen la violencia por razones de género, también es una realidad que 14 de los 25 países con mayores índices de feminicidio del mundo se encuentran en esta región.
Ante estas problemáticas, este año debemos acelerar la igualdad y el empoderamiento de las mujeres, abordando la pobreza y fortaleciendo las instituciones y la financiación con una perspectiva de género. La financiación es un área en la que CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe- enfocamos nuestros esfuerzos a través de proyectos, asistencias técnicas e inversiones de impacto. Nuestra estrategia para la igualdad de género apoya a los países de la región para diseñar políticas públicas de igualdad e incorpora la perspectiva de género en nuestras operaciones para asegurar que las mujeres, en toda su diversidad, participen y se beneficien en igualdad de condiciones y oportunidades de las inversiones para el desarrollo de los países y de los diversos territorios de la región.
Como organismo observador de la CSW, CAF participa por primera vez en este evento y refuerza su compromiso con los derechos humanos y el desarrollo sostenible e inclusivo de la región, teniendo la certeza firme de que el diálogo, el trabajo articulado y la inversión estratégica son la clave para alcanzar la igualdad.