Juana Francisca Llano, la empresaria que da ejemplo con su liderazgo humanista

Juana Francisca Llano (Medellín, 45 años) asumió la presidencia de Suramericana en abril de 2020, cuando el mundo empezaba a asomarse a la envergadura de una pandemia que pondría en riesgo –y segaría– millones de vidas. Tenía 40 años y el cargo, que por primera vez asumía una mujer en los 76 años de historia de la compañía, la ponía a la cabeza de una de las aseguradoras más importantes de Latinoamérica, con presencia en siete países, más de 20.000 empleados y 20 millones de clientes.

Llano decidió abordar aquel reto con el liderazgo sabio, honesto y cercano que había caracterizado su trayectoria profesional. El desafío era enorme: Suramericana debía hacer frente a la nueva realidad de la pandemia, y ayudar a proteger la vida y las actividades y negocios de millones de personas. “No quise actuar sola en ningún momento. Me apoyé en mi equipo y en la Junta Directiva, y aumentamos las conversaciones en todos los niveles de la empresa. En momentos de grandes incertidumbres debemos generar certezas mínimas, que surgen de tener conversaciones con distintas personas y oír múltiples puntos de vista”, afirma. La certeza que guio su camino fue profundamente humana: priorizar el cuidado de las personas (entre 2020 y 2021, la pandemia le significó a Suramericana el pago de indemnizaciones por 870 millones de dólares).

“Creo que en cada uno de nosotros habitan energías masculinas y femeninas, y he acudido mucho a lo femenino en los últimos años, especialmente al momento de gestionar coyunturas. Priorizo el cuidado y la conversación, y soy muy consciente de nuestras vulnerabilidades”, dice.

Esos mismos principios fueron su brújula cuando, en mayo de 2024, tuvo que tomar unas de las decisiones más difíciles de su vida: solicitar ante el Gobierno nacional el desmonte progresivo de EPS Sura del sistema de salud colombiano. “Fue muy doloroso porque son 5,3 millones de usuarios, 13.000 compañeros de trabajo y 30 años de historia. Sin embargo, no alzar la mano a tiempo y encontrarnos luego en una situación que no fuéramos capaces de manejar, lo hubiera sido aún más”, afirma.

Llano viene de una familia de cuatro con “un cordón umbilical fuerte”. “Mis papás siempre trataban de que tuviéramos espacio como familia, entonces nos íbamos a acampar o hacíamos paseos a la playa”, recuerda. Sus padres tenían una pequeña empresa de zapatos, y con el ejemplo le mostraron el valor del trabajo, la honestidad, la resiliencia y la confianza en sí misma. “Toda la vida se dedicaron al calzado, y en un momento se quebraron. Ahí vi la fortaleza de estas dos personas –como la de muchos colombianos que viven lo mismo–, que decidieron pensar de manera positiva, volverse a parar y hacer empresa porque la vida seguía”.

En 2004, Llano entró a Sura como analista de negocios empresariales, luego de trabajar un año en la compañía de sus padres. Tenía la idea de quedarse unos cinco años y luego montar su firma de abogados, pero lleva 20 y sigue gozándose su trabajo. “Quienes componen la organización trabajan con transparencia y un genuino interés por desarrollar negocios en los que a todas las partes les vaya bien, y su filosofía es que el bienestar de las personas esté en el centro”, dice. Además, para una mente curiosa como la suya (actualmente está haciendo una maestría en Regeneración y Desarrollo Sostenible), el mundo de los seguros le ampliaba el horizonte, dándole la oportunidad de conocer de cerca otras industrias.

Para Ana Cristina Abad, gerente de Gestión Corporativa de Suramericana, Llano refleja en su liderazgo “la grandeza de lo sencillo”. Las ideas y los valores que guían su vida personal y su ejercicio profesional son profundamente humanistas: dice lo que piensa, siempre con respeto y tranquilidad; busca pensar de manera creativa, yéndose por los márgenes a ver si encuentra caminos quizá más potentes de hacer las cosas; escucha atentamente a los otros y fomenta el trabajo en equipo. Así ha sido en cada uno de los cargos que ha ejercido en la compañía (antes de asumir la presidencia era vicepresidente de Seguros, y fue clave en la consolidación regional de la empresa).

Llano está convencida de que el estilo de liderazgo puede inclinar a una compañía hacia un lado u otro. El suyo le apuesta a seguir llevando a la emblemática aseguradora colombiana a poner en el centro el bienestar de las personas. En lo personal, su propósito es sencillo, pero poderoso: “Levantarme y vivir contenta con mi esposo, Juan Luis, y que mis hijos, Manuel y Florentina, estén bien”, dice.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundación Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.