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La justicia vuelve a Álvaro Uribe para encontrar respuestas por los asesinatos de Jesús María Valle y Eduardo Umaña

Una jueza compulsó copias contra el expresidente y su hermano Santiago Uribe por ser presuntos determinadores del crimen contra los dos defensores de derechos humanos en los años noventa. Los familiares de las víctimas esperan que esto destrabe las investigaciones en la Fiscalía

Una vez más la justicia colombiana tiene entre ojos al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Esta semana, la jueza Claudia Castro, del circuito especializado de Medellín, compulsó copias para que la Fiscalía investigue al expresidente, a su hermano Santiago Uribe y a un general retirado del Ejército por su presunta participación en el asesinato de los defensores de derechos humanos Jesús María del Valle y Eduardo Umaña Mendoza, en la década de los noventa. La orden de la jueza apareció dentro de la sentencia contra el exsubdirector del DAS José Miguel Narváez por haber ordenado en 1999 el secuestro de la fallecida senadora Piedad Córdoba. En concreto, la jueza solicita que se establezca si los hermanos Uribe Vélez fungieron como “presuntos determinadores de los dos homicidios”.

El documento judicial retoma el testimonio del exparamilitar Francisco Enrique Villalba Hernández, quien en una declaración juramentada de 2008 aseguró que el expresidente Uribe, entonces gobernador del departamento de Antioquia, participó en una reunión con comandantes paramilitares y miembros de la fuerza pública en la que se habría ordenado el asesinato de Umaña y Del Valle. De acuerdo con las declaraciones, el encuentro se realizó en 1997 en la finca La Marranera, del municipio de Yumbo, en el Valle del Cauca. “Ahí estaban de las autodefensas Carlos Castaño, Salvatore Mancuso, Mono Leche, Junior y mi persona, con 22 hombres que yo tenía al mando (...) También un teniente, un mayor que no recuerdo el nombre. De policías estaba el mayor Parras Niño, el acompañante de él era el patrullero Acuña. Estaba José Serrano, comandante de la Policía de esa época; el gobernador para esa época, Álvaro Uribe Vélez y Santiago Uribe, y unos agentes de policía de San José de la Montaña”, aseguró Villalba en su momento.

El exparamilitar, que fue asesinado meses después de dar su declaración, también explicó los motivos por los cuales se habrían ordenado los crímenes. “Porque ellos estaban molestando sobre las violaciones de derechos humanos que se estaban llevando entre paramilitares y militares como la Cuarta Brigada, la orden que dieron fue que esas personas tocaba callarlos para que no molestaran más”, afirmó. Villalba también aseguró que los hermanos Uribe Vélez y el jefe paramilitar Carlos Castaño “dieron más bomba” para asesinar a los dos abogados. El testimonio concluye con una acusación directa al expresidente: “La referencia que hizo Álvaro Uribe es que a esas personas tocaba callarlas antes de que eso se adelantara más, que se nos va a venir la Corte Interamericana encima sobre la vaina de derechos humanos, esa era la preocupación que él tenía. La última palabra la dio Carlos Castaño, que era que se iba a cumplir”.

Este miércoles, al conocerse la noticia, el expresidente Álvaro Uribe publicó un comunicado de prensa en el que niega cualquier relación con los asesinatos. El exmandatario, que actualmente está dedicado a hacer campaña política con los precandidatos a la presidencia del Centro Democrático, aseguró que en la sentencia de la Corte Interamericana sobre el asesinato del Jesús María del Valle no hay una sola mención en su contra y que la Fiscalía ya desmintió al exparamilitar Villalba.

Uribe, además, enumeró presuntas irregularidades en el testimonio retomado por la jueza Castro y aseguró que la compulsa tiene intenciones políticas. “Esta compulsa tiene todas las características de un prevaricato”, dijo el expresidente en su cuenta de X. “No compulsó a todos los supuestos asistentes a la reunión con paramilitares para planear crímenes y la masacre del Aro. Con lo investigado hace años no debió compulsar a ninguno, ni al General Ospina, absuelto por Procuraduría y destacado profesor universitario en los Estados Unidos, ni a mi hermano ni a mí”, añadió. El expresidente insiste en que en el momento de la presunta reunión él estaba en la Universidad de Oxford. “La intención política de la compulsa es notoria: en la sentencia sobre el secuestro de Piedad Córdoba involucra, con desconexión y de manera forzada, en página y media la declaración falaz de Villalba, la transcribe sin análisis. Y en eso basa la compulsa”.

El crimen contra Jesús María Valle ocurrió el 27 de febrero de 1998, cuando dos sicarios le dispararon en su oficina en Medellín, mientras el abogado investigaba la alianza entre el Estado y los paramilitares en las masacres de El Aro, La Granja e Ituango, que sucedieron años antes. Antes del atentado, el abogado denunció varias veces la posible participación de Uribe en las masacres. “No me mueven odios contra el gobernador Álvaro Uribe Vélez o el comandante de la brigada. No tengo intereses políticos. Lo hago porque ese es mi pueblo y no quiero que siga sufriendo”, dijo en una entrevista citada por El Espectador. El asesinato del abogado Eduardo Umaña Mendoza fue pocos días después, en Bogotá, el 18 de abril de 1998. Ambos crímenes, que siguen impunes, fueron declarados como de lesa humanidad por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Los abogados y familiares de los dos activistas asesinados esperan que la nueva compulsa de copias sirva para destrabar las investigaciones en la Fiscalía. Camilo Umaña, hijo de Eduardo Umaña, aseguró en diálogo con EL PAÍS que el proceso de su padre ha tenido muchos cambios de fiscales, está en la inoperancia absoluta y ha avanzado muy poco en casi 30 años. “Espero que esta compulsa no se apile como las otras hipótesis del crimen contra mi papá que están en la Fiscalía esperando que avancen”, dijo. Umaña recuerda que el Fiscal General de la época le dijo que el caso de su padre era un crimen de Estado y que no se iba a poder investigar: “Y así ha sido. El tiempo me ha demostrado que el caso no ha avanzado pese a tener información suficiente para que avance, ojalá esto cambie la dinámica”.

Umaña explica que lo que ha quedado claro con todas las investigaciones, más allá de la vinculación del expresidente Uribe, es que a finales de la década de los noventa había “una comunidad o quizás una indistinción entre inteligencia militar y los paramilitares que operaban para asesinar a personas como mi padre”.

Por su parte, el abogado Miguel Ángel del Río, que es uno de los representantes de la familia de Jesús María del Valle junto a la abogada María Fallón, celebró la compulsa contra el expresidente: “Estamos satisfechos con la compulsa de copias en contra del señor Álvaro Uribe Vélez. También habrá verdad en esa investigación”, dijo en sus redes sociales. Del Río, además, compartió un fragmento de una declaración de Del valle a la Fiscalía el 6 de Febrero de 1998, 21 días antes de su asesinato: “Mientras el doctor Álvaro Uribe siga de gobernador con el criterio equivocado de orden público que maneja y lo acompañe allí el doctor Pedro Juan Moreno, exdirigente de Fedegan, sólo podemos decir con el poeta: “ven señora muerte que soy un niño de sal sobre tu falda”. En manos de la justicia estará esclarecer dos casos judiciales que suman ya casi tres décadas de impunidad, y determinar si el exgobernador y expresidente tuvo o no un rol en estos. Para el expresidente representa un reto de imagen más frente a las elecciones del próximo año, sobre todo cuando aún está defendiéndose de un fallo reciente que lo condenó en primera instancia por soborno a testigos y fraude procesal.

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