Panamá envía un vuelo con colombianos deportados bajo la mirada de Marco Rubio

El Gobierno de José Raúl Mulino expulsa a 43 ciudadanos, siete de ellos con antecedentes penales, en presencia del secretario de Estado de Estados Unidos

Marco Rubio llega al aeropuerto de Albrook para observar a personas abordar un vuelo de repatriación con destino a Colombia, en Ciudad de Panamá.Mark Schiefelbein (via REUTERS)

Panamá ha iniciado este lunes la deportación de 43 migrantes colombianos, capturados por las autoridades de ese país, en un vuelo desde Ciudad de Panamá. El proceso forma parte de un acuerdo entre ese Gobierno, encabezado por José Raúl Mulino, y su similar de Estados Unidos para combatir el flujo migratorio de personas que buscan atravesar Centroamérica para llegar a Estados Unidos. Siete de los deportados tienen antecedentes penales, por lo que viajarán esposados. Al despegue del vuelo, pagado por Estados Unidos y que comenzó sobre las nueve de la mañana de Panamá, asistió el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, de visita en el país desde la noche del sábado pasado. Migración Colombia notificó el aterrizaje del avión en Medellín minutos antes de mediodía.

El vuelo de este lunes forma parte del acuerdo que firmaron el 1 de julio del año pasado los Gobiernos de Estados Unidos y Panamá ―ya encabezado por Mulino―, con el objetivo de reducir el flujo migratorio por el Darién, la frontera con Colombia. Ese paso, un territorio selvático de espesa vegetación, es usado cada día por cientos o miles de personas que buscan llegar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones. Desde el pasado 20 de agosto, cuando empezó a funcionar el entendimiento, Estados Unidos ha invertido unos 2,7 millones de dólares en 42 vuelos de retorno para migrantes. Entre los países de destino de esos vuelos de repatriación desde Panamá están, aparte de Colombia, Ecuador, India o Vietnam. También se ha buscado la manera de repatriar a ciudadanos rusos, turcos, ghaneses, pakistaníes o afganos.

Migrantes deportados suben a un avión este lunes en el Aeropuerto Internacional Marcos A. Gelabert.Carlos Lemos (EFE)

En el aeropuerto internacional de Albrook, a las afueras de Ciudad de Panamá y cerca del Canal, Rubio resaltó la importancia del acuerdo entre los gobiernos de ambos países y explicó su postura sobre el asunto migratorio: “Lo que ha pasado en este hemisferio con la migración masiva es muy lamentable, es una tragedia. Entendemos que personas que están como parte de este proceso han sido victimizadas a través de esa vía irregular que ha creado problemas para muchos países de la región”. Además, justificó los acuerdos migratorios con otros países de la región: “Entendemos también, de parte de Estados Unidos, que la mayoría de personas que entran por acá tienen destino de eventualmente llegar a Estados Unidos. Así que hasta cierto punto nuestra frontera no empieza con Texas y México, empieza mucho antes”.

Marco Rubio llegó a Panamá el sábado por la noche, en su primera visita oficial como secretario de Estado del nuevo Gobierno estadounidense. El viaje no solo tenía como motivo buscar acuerdos para combatir la migración, sino también tenía objetivos geopolíticos como menguar la influencia de China en Centroamérica. El domingo por la tarde, se conoció que el Gobierno panameño no renovará el acuerdo de entendimiento que había firmado en 2017 con la máxima potencia asiática. Ya antes, Rubio había transmitido al presidente Mulino que la influencia china en el canal era “inaceptable” para Washington y había advertido que, en caso de no hacer cambios “inmediatos”, el Gobierno norteamericano tomaría las “medidas necesarias para proteger sus derechos”.

Marco Rubio (izquierda) observa a los migrantes abordar el avión con destino a Colombia. Mark Schiefelbein (via REUTERS)

La deportación de este lunes ocurre tres días después de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, solicitara a los gobiernos de Panamá y Estados Unidos que reprogramaran los vuelos con deportados colombianos mientras se ponía en marcha un protocolo de atención para los repatriados. Hasta ese momento, cuatro aviones con más de 300 personas expulsadas por Washington habían llegado al aeropuerto El Dorado de Bogotá en los últimos cinco días. Con su decisión de obedecer las pretenciones de Estados Unidos, el Ejecutivo panameño da la espalda a Petro.

Por otra parte, el vuelo desde Panamá llega cuando en Colombia aún está reciente el choque entre los presidentes Gustavo Petro y Donald Trump, enfrentados por la negativa del mandatario colombiano de recibir un vuelo de deportación por las condiciones a las que eran sometidos los migrantes. El Gobierno estadounidense respondió con extrema dureza, al anunciar un aumento del 25% en los aranceles de las importaciones de Colombia a ese país, aparte de la revocatoria de las visas a los miembros del Gobierno y la suspensión de las citas para el mismo trámite en el consulado de Bogotá. La polémica se solucionó horas después, cuando Colombia aceptó los vuelos, aunque con condiciones mínimas para los inmigrantes. El viernes pasado, el presidente Petro anunció, además, su intención de disponer incluso cruceros para repatriar a ciudadanos colombianos expulsados de Estados Unidos, aunque de momento no ha añadido detalles de cómo convertiría esa idea en realidad.

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