Guillermo Rivera, embajador en Brasil: “Colombia tiene que asumir la identidad de país amazónico”
El político colombiano celebra que la COP16 de biodiversidad está despertando una consciencia de que el conocimiento de los pueblos indígenas es la mejor receta para proteger la selva
Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo, en buena medida gracias a que el 42% de su territorio es amazónico. Justamente la Amazonia y sus pueblos indígenas han sido grandes protagonistas de la cumbre de Naciones Unidas sobre biodiversidad, la COP16 de Cali. El embajador en Brasil, Guillermo Rivera (Mocoa, 54 años), también ha sido encargado por la Cancillería para liderar los esfuerzos diplomáticos para la protección del llamado pulmón del mundo, una suerte de embajador itinerante para asuntos amazónicos. “Para Colombia, ...
Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo, en buena medida gracias a que el 42% de su territorio es amazónico. Justamente la Amazonia y sus pueblos indígenas han sido grandes protagonistas de la cumbre de Naciones Unidas sobre biodiversidad, la COP16 de Cali. El embajador en Brasil, Guillermo Rivera (Mocoa, 54 años), también ha sido encargado por la Cancillería para liderar los esfuerzos diplomáticos para la protección del llamado pulmón del mundo, una suerte de embajador itinerante para asuntos amazónicos. “Para Colombia, esta COP está generando una conciencia amazónica que no teníamos y que estábamos echando de menos”, dice el político del departamento amazónico de Putumayo a EL PAÍS en el Centro de Eventos Valle del Pacífico, la llamada zona azul donde se desarrollaron las negociaciones en torno al Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Pregunta. El presidente Gustavo Petro ha lamentado la ausencia de último minuto de Lula en esta COP16 de biodiversidad. ¿Que no haya venido le quita impulso a la alianza que han forjado Colombia y Brasil?
Respuesta. La relación de Colombia y Brasil pasa por su mejor momento. Tenemos un diálogo permanente, respetuoso, fluido, con enormes coincidencias. Desafortunadamente, el presidente Lula sufrió un accidente casero y sus médicos le recomendaron no viajar. No solamente no pudo venir a Cali, tampoco pudo ir a Rusia [a la cumbre de los BRICS] y tiene actividad laboral, pero no viajes.
P. La cumbre climática del próximo año, la COP30, será en Belém do Pará. ¿Brasil comparte el propósito colombiano de que la conservación de la biodiversidad se ubique al mismo nivel de importancia de los asuntos climáticos, que suelen atraer más atención?
R. Sí, sin duda. Los dos países tenemos una visión integral de la necesidad de abordar las causas fundamentales de los problemas que tiene hoy la humanidad frente al derecho de los ciudadanos a gozar de un medio ambiente sano. Para conservar la biodiversidad se necesita conservar el bosque, especialmente el bosque tropical, y para la regulación del clima es necesario también mantener el bosque en pie. O sea que si bien la Cumbre de Río en 1992 definió tres grandes acciones –una para la regulación del clima, otra para la conservación de la biodiversidad y otra para la desertificación–, todas están interrelacionadas. Esa concepción integral de los asuntos ambientales la comparten Colombia y Brasil.
P. Lula no está de acuerdo con prohibir la exploración petrolera en la Amazonia, como ha planteado Petro. ¿Es ese un punto de desencuentro?
R. No lo vemos como un punto de desencuentro. Cada país define sus prioridades, sus líneas de acción y en algunas ocasiones hay matices en el enfoque, en el abordaje que se le quiere dar a los problemas. Colombia y Brasil tienen una gran coincidencia en que es prioritario desarrollar acciones para enfrentar la crisis climática, conservar la biodiversidad y que los países que tenemos jurisdicción sobre el territorio amazónico actuemos juntos, de manera coordinada. Los dos países están ejerciendo un liderazgo que salta a la vista.
P. ¿Cómo se desatascó la objeción peruana a la postulación del colombiano Martin von Hildebrand como secretario general de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica?
R. Con un ejercicio diplomático, una conversación muy franca que no empezó ayer, que desarrollamos durante varios meses. La COP fue el mejor escenario para que esos diálogos tuvieran una feliz conclusión, que fue lograr que Perú enviara la nota de no objeción para la candidatura de Martin von Hildebrand, se confirmara su elección y tomara posesión. Todos los países coincidimos en que en este momento tan crítico de la región amazónica es necesario que trabajemos articulados. Desde Colombia creemos que el tratado de cooperación amazónica debe transitar a un acuerdo de integración, de tal manera que existan algunas normas e instituciones comunes para los países de la Amazonia.
P. El próximo año viene la COP en Belem do Pará, y Lula encabeza ahora mismo el G20. ¿Es una oportunidad que los ojos del mundo estén puestos la Amazonia?
R. Es necesario que los ojos del mundo estén puestos sobre la Amazonia. Es el bosque tropical más grande del planeta, una de las zonas más biodiversas y un territorio fundamental para combatir la crisis climática. Por fortuna, hay dos gobiernos que tienen claro que es necesario conservar la selva amazónica, que son los de Colombia y Brasil. Los dos están ejerciendo un liderazgo muy importante en la región, y hablándole al mundo desarrollado sobre la necesidad de fortalecer la cooperación, el apoyo a los países amazónicos para tener éxito en la preservación de la selva. Me parece que para Colombia esta COP de Cali está generando una conciencia amazónica que no teníamos y que estábamos echando de menos. Fíjese que la crisis que hoy está viviendo Bogotá por agua viene de la deforestación de la Amazonía. Los ciudadanos de Bogotá, sus autoridades, también tienen que mirar hacia la Amazonia.
P. Usted es de Putumayo, y conoce de primera mano el impacto de la deforestación en ese departamento amazónico. Este año hemos visto además una sequía dramática. ¿Estamos a tiempo para evitar el temido punto de no retorno en la Amazonía?
R. Estamos a tiempo, pero muy cerca de llegar al punto de no retorno. Si no actuamos ya, de manera eficaz, si no juntamos muchos más esfuerzos, inexorablemente vamos a llegar allí. Eventos como la COP sirven como llamado de atención. Por eso celebro que las autoridades locales de los grandes centros urbanos de Colombia, que históricamente han vivido de espaldas a la Amazonía, hoy estén hablando de la relación que tiene el bosque amazónico con la intensidad de las lluvias en la cordillera de los Andes. Colombia entera tiene que asumir la identidad de país amazónico. Lo somos, no solamente quienes nacimos y crecimos en la Amazonía. Los antioqueños tienen que sentirse amazónicos, también los bogotanos o los caribeños. Colombia tiene que cerrar filas en la defensa de la selva porque eso significa garantizar nuestro futuro.
P. La Amazonía y sus pueblos indígenas han sido protagonistas de esta COP. ¿Ha sido un punto de inflexión?
R. Aquí en Cali se empezó a construir una identidad y una consciencia amazónica. Eso es muy importante para el futuro del país. Mucha más gente está empezando a sentir que el conocimiento ancestral tradicional de los pueblos indígenas es la mejor receta para garantizar que la selva siga en pie.