Lina Quevedo: “El de Colombia es el proyecto de ley trans más robusto a nivel mundial”

Miles de mujeres y hombres trans construyeron una iniciativa legislativa que cuenta con la bendición del Gobierno de Gustavo Petro y se radica este miércoles. “Podremos contrarrestar la narrativa antiderechos que nos han montado en el Congreso”, dice uno de sus líderes en entrevista con EL PAÍS

Lina Quevedo, activista transmasculino, porta el pañuelo amarillo y violeta que representa la defensa por la Ley Integral Trans, en Bogotá, el 26 de julio de 2024.CHELO CAMACHO

Este miércoles 31 de julio, a las dos de la tarde, iniciará oficialmente ante el Congreso de Colombia una de las batallas más significativas del movimiento trans colombiano. En el último año este movimiento se ha unido en bloque, como nunca lo había hecho en su historia, para preparar el proyecto de Ley Integral Trans. Participaron más de 1.300 personas, hombres y mujeres trans de Bogotá, Medellín y Barranquilla, indígenas de la comunidad emberá, sobrevivientes de la violencia en Arauca, además de personas que se identifican como no binarias. Aunque no es un proyecto del Gobierno, cuenta con la bendición del petrismo. “Para nosotros va a ser ley. No sé si en esta legislatura, pero necesitamos avanzar en la discusión pública a nivel de país”, dice Lina Quevedo, un hombre trans de 44 años y uno de los voceros de la iniciativa. EL PAÍS lo entrevistó para entender el alcance de la propuesta.

Pregunta. El Congreso no es un lugar amigable a este tipo de agendas, como lo ha sido la Corte Constitucional: el Legislativo no ha aprobado el derecho al aborto o el matrimonio entre parejas del mismo sexo. ¿Por qué quieren darse la pelea allí?

Respuesta. Porque la ley es el único instrumento para garantizar nuestros derechos, no es tan fácil de eliminar como un derecho, una resolución, o incluso una sentencia de la Corte. Es un tema de reparación, es una deuda histórica, porque aún existen muchos vacíos para garantizar los derechos de la población trans. Por ejemplo, para que se investigue en la justicia el travesticidio: si bien el transfemnicidio sí se investiga como tal, las violencias hacia los hombres trans no están contempladas. Otro tema que ponemos en la ley tiene que ver con el servicio militar: aunque las mujeres trans están exentas, los hombres transmasculinos no, y queremos que el servicio militar sea voluntario.

P. Entiendo que fue muy consensuado este proyecto de ley. ¿Cómo fue el proceso?

R. Fue por tres fases. Primero hubo una fase de investigación, un levantamiento del estado del arte con informes de derechos humanos en relación a los derechos de las personas trans. Luego hicimos un análisis comparado de las leyes que en Latinoamérica se habían implementado en temas de identidad de género. Después hicimos una consulta popular, a nivel país, en el que participaron más de 1.300 personas, preguntándoles qué derechos debía tener una ley, cuáles eran nuestros sueños, expectativas, necesidades. De ahí sale un primer articulado, extenso, con unos 124 artículos, que refrendamos en mayo del año pasado. Ese articulado pasó luego por tres laboratorios de técnica jurídica y por nuestros aliades, gente que trabaja en el Congreso y en las Cortes. De ahí salió un segundo articulado de 69 artículos, e hicimos una segunda refrendación. Y ese último borrador lo hemos mirado ahora con los ministerios, para ver si hay temas que ya se vienen trabajando en otras reformas. Hoy tenemos alrededor de 52 artículos, que es lo que vamos a radicar.

Mujeres trans emberá, durante la Consulta Popular Trans, en Santuario (Risaralda), el 15 de abril de 2024.CHELO CAMACHO

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P. ¿Qué aprendieron de lo que han aprobado otros países de América Latina?

R. Casi todas esas leyes se centran en un solo tema de identidad de género a la vez. Argentina, por ejemplo, primero presentó una ley de identidad de género, luego una ley laboral. Ese poco a poco es una estrategia política. Pero la nuestra es integral. Hoy el movimiento trans en Colombia entrega el proyecto de ley más robusto a nivel mundial, que trata aspectos desde la identidad de género hasta el conflicto armado.

P. Es decir, ustedes quieren jugarse todo por el todo.

R. Sí, y es una estrategia tomada por consenso. Cada artículo es la vivencia de una hermana, o voz de una hermana, o la necesidad urgente de un hermano. Acá estamos personas de todas partes del país, personas indígenas, afro, con discapacidad, privadas de la libertad, habitantes de calle, usuarias de drogas o con VIH.

P. Si cada artículo tiene una experiencia detrás, ¿cuál es la que más le sorprendió de esas experiencias que escucharon?

R. Hay un artículo que me parece hermoso, el que pide un reconocimiento del Estado por las violencias ejercidas hacia las personas trans. Creo que ese artículo abre un camino a la reconciliación. Nos gustó mucho una ley de Uruguay que reconoce la violencia que el Estado cometió, bajo la dictadura, hacia las personas trans. Acá en Colombia, antes de la Constitución de 1991, existieron contravenciones que criminalizaban las identidades trans: si cualquier persona que estaba en la calle vistiendo prendas que no pertenecían a su género, eran objeto de algún tipo de sanción. Eso generó que muchas hermanas no solamente fueran retenidas sino violentadas por el Estado colombiano. Tenemos hermanas con discapacidad producto de esa violencia, hermanas desaparecidas, hermanas asesinadas. Cuando uno escucha a las madres hoy están por arriba de los 60 años, uno escucha violencia del F2 [extinto cuerpo de seguridad], de cómo me cogieron, me violaron, me humillaron, me empalaron. No eran los grupos armados, era el Estado. Queremos un reconocimiento del Estado de esa violencia, y tenemos un artículo en la ley para esto.

P. ¿Cuáles son las apuestas más grandes del proyecto de ley?

R. El articulado tiene una apuesta grande sobre la actualización de los sistemas de información del Estado, un tema que compete al Ministerio de Justicia y a la Registraduría. Por ejemplo, queremos garantizar que la corrección del componente de sexo o el cambio de nombre sean gratuitos, pues tiene unos costos altos para la población trans, que en su mayoría está empobrecida. Otro elemento importante es la salud: muchos de nosotros requerimos procedimientos para modificar nuestro cuerpo, y ajustar nuestra identidad. Tenemos dificultades en captar a la población trans como trans en los sistemas de información de salud, y por eso hay un gran vacío para poder dimensionar los retos de salud. Tenemos un artículo que exige garantizar las técnicas y tecnologías de reproducción asistida a las personas trans, porque las terapias de reemplazo hormonal a mediano y largo plazo tienen un impacto sobre el tema de la fertilidad. También hay un componente para acceder a educación superior, a vivienda, o un punto agrario y ambiental. Hay muchas personas trans indígenas que han sido expulsadas de sus resguardos. Nuestras hermanas labran la tierra, cultivan, y queremos que tengan acceso a la tierra.

P. Mencionaba que también había un capítulo sobre el conflicto armado.

R. Muchas veces los actores armados han sido dinamizadores de una moralidad, los que dicen: sáquenme a la travesti primero. Muchas pueden acudir a la ley de víctimas, pero en nuestra ley hacemos un llamado a que se investigue cuando esto ocurra, a que se cumpla la ley mejor dicho.

Laura, Reina Trans del Río Tuluní 2022, durante la Consulta Popular Trans, en Chaparral (Tolima).CHELO CAMACHO

P. ¿Ya identificaron aliados en el Congreso dispuestos a defender este proyecto de ley?

R. Sí, el proyecto ya ha sido firmado por varios congresistas para ser radicado, la mayoría del Pacto Histórico [la coalición de izquierdas que lidera el presidente]. Ahí están los representantes Andrés Cancimance, Támara Argote, María del Mar Pizarro, Eduard Sarmiento, Alirio Uribe, Pedro José Suarez, Gabriel Becerra, Eric Velasco, María Fernanda Carrascal, entre otros. Pero diría que Andrés Cancimance y Tamara Argote son los que más se han puesto la camiseta. Otros congresistas no van a firmar pero hemos hablado con ellos y dicen que están dispuestos a apoyar; en este momento estamos conversando con gente del Partido Liberal. Hay una representante liberal que le hace ruido, por ejemplo, un artículo que va sobre el trabajo sexual.

P. ¿Por qué le hace ruido?

R. Si bien no es competencia de esta ley regular el trabajo sexual, pedimos que se garanticen unos mínimos para las personas trans que ejercen el trabajo sexual. La mayoría de transfeminicidios que ocurren son a trabajadoras sexuales, y queremos que se les garantice su seguridad, su dignidad. Ese artículo genera ruido sobre todo de las abolicionistas [del trabajo sexual], porque lo ven como una forma de aceptar que exista el trabajo sexual.

P. ¿Tienen identificados a los grandes opositores?

R. Claro, la senadora cristiana Lorena Ríos, por ejemplo, que es la ponente de un proyecto llamado ‘Con mis niños no te metas’ (que busca prohibir cirugías de asignación de género a menores de 18 años). También las senadoras uribistas María Fernanda Cabal o Paloma Valencia. Hay un sector que no voy decir que esté en contra de las personas trans de manera directa, pero tienen el tema de las infancias y adolescencias trans como un caballito de batalla para ir desinformando.

María Victoria Palacios, mujer trans defensora de Derechos Humanos, en el primer Encuentro Nacional Trans, en Bogotá, el 10 de mayo de 2023.CHELO CAMACHO

P. ¿El proyecto tiene algo específico sobre las infancias?

R. No se las menciona directamente, pero al movimiento trans pertenecen los niños, niñas, adolescentes, y sus madres y padres cuidadores. La ley propone un enfoque que garantice la atención integral en salud a todas las personas trans, sin importar en qué ciclo de su vida se encuentren. Tenemos claro que, si se quita ese enfoque en el Congreso, nos levantamos de la mesa, porque sin eso este proyecto de ley no tiene cabida. Nadie puede quedar por fuera.

P. Ese de los niños y jóvenes será uno de los debates más duros, lo ha sido en todas partes del mundo.

R. Sí, y también creo que las madres y padres cuidadores se han ido fortaleciendo para dar la pelea.

P. ¿Cuentan con la bendición del Gobierno?

R. Sí, diría que sí. El Gobierno ha cumplido en la labor de acompañarnos, sobre todo los ministerios de la Igualdad, Justicia e Interior. El anterior ministro de Justicia, Néstor Osuna, tenía un equipo de género adscrito a su despacho que fue muy valioso. También hemos recibido conceptos de los ministerios de Comercio y de Trabajo. Los dos únicos de los que no hemos recibido concepto son los de Hacienda, que es un ministerio superdifícil, y Salud, donde hay unas personas cristianas con las que hemos tenido algunas complicaciones.

P. Petro no ha dado su apoyo explícito al proyecto pero hace poco se pronunció contra la transfobia. ¿Entienden que también cuentan con el apoyo del presidente?

R. Pues creo que este es un Gobierno en el cual podemos encontrar el apoyo. Si no presentamos este proyecto en este momento, no sabemos qué viene después. Quizás vuelva la derecha. Este es el Gobierno que puede movilizar sus equipos para apoyarnos, que ha tenido una gran inclusión de personas LGBT en instancias de poder, quienes han permitido movilizar estos temas. Esperamos que Petro tenga un pronunciamiento hoy 31 julio, a favor, cuando radicaremos el proyecto. Que nos apoye con un tuit o lo que sea.

P. Se van a abrir debates difíciles, y habrá mucha desinformación e insultos transfóbicos también. ¿Están listos?

R. Para nosotros va a ser ley. No sé si en esta legislatura, pero necesitamos avanzar en la discusión pública a nivel de país. Podremos hacer pedagogía en el Legislativo, sensibilizar a las personas, contrarrestar la narrativa de antiderechos que nos han montado en el Congreso. Nos saturan con discursos sobre la familia tradicional, nosotros queremos saturar al Congreso con proyectos de ley con otro tipo de narrativas. Apropiémonos del discurso de la familia porque nosotros también somos familia. Creemos en el debate público, y estamos preparados para hacerlo. Y si recibimos un insulto más, ¿qué? Como me decía una hermana: que nos quiten la casa que no tenemos, o la pensión que no podemos tener. Ya estamos preparadas.

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