36 horas en un tanque de agua: la inexplicable muerte de Carlos David Ruiz en el Baum Festival
El joven desapareció de la vista de sus amigos el viernes en la madrugada y su cuerpo apareció en la tarde del domingo. No hay aún una versión oficial sobre el motivo de la muerte
La que prometía ser una de las mejores fiestas de su vida terminó en su muerte. Carlos David Ruiz, de 25 años, asistió el pasado viernes 24 de mayo al Baum Festival, la fiesta electrónica más importante de Bogotá. Al salir del evento, en la madrugada del sábado, recibió una llamada que lo apartó de sus amigos. Les dijo que se alejaría un momento, pero no volvió. Su cuerpo fue hallado casi 36 horas después, en la tarde del domingo, en un tanque de agua en Corferias, el recinto ferial de la capital colombiana en el que se llevó a cabo el festival.
Carlos David Ruiz nació en Valledupar, en el caribeño departamento del Cesar, y se mudó a Bogotá poco antes de la pandemia para estudiar Administración de Empresas en la Universidad Javeriana. Ya graduado, trabajaba en BRS International Latam, una empresa especializada en seguros y reaseguros.
Su padre, Álvaro Ruiz, ya se encuentra en Bogotá. En conversación telefónica con este periódico, recuerda que su hijo “era muy alegre, jovial y responsable”. “Practicaba deportes, iba al gimnasio y se transportaba en bicicleta a su trabajo. No tenía novia oficialmente, pero salía con varias amigas”, dice. “Uno no espera enterrar a sus hijos. Uno quiere que lo entierren a uno primero”, añade.
“Viajé desde Valledupar el sábado en la noche cuando me informaron que no aparecía. Mi esposa se quedó, esperando noticias”, explica. Cuenta que el mismo sábado logró hablar con Hernán Cayetano, uno de los socios fundadores del Baum Festival. “Le dije que revisara en las instalaciones, en las cámaras, que podía haber quedado dormido en un salón o en un baño”, relata. Explica que el veterano DJ le respondió que no tenía conocimiento de lo ocurrido, pero que daría la orden de iniciar la búsqueda. “Fue entonces cuando decidí activar la búsqueda con la Policía”, narra.
Al final, la Fiscalía encontró el cuerpo de Carlos en un tanque de agua. “Los tanques tienen una tapa con un pequeño hueco. Me parece muy raro que no hayan visto nada antes, un reguero de agua ni nada. No entiendo cómo pudo caer allí”, afirma Ruíz. Los organizadores del evento lo volvieron a contactar en la noche del domingo. Le preguntaron si había encontrado a su hijo: “Me llamaron para decirme que no habían encontrado nada y que ya estaban viajando a Chile porque tenían otro festival. Les respondí que la Fiscalía ya lo había encontrado”.
“No creo que se trate de un suicidio. Era un muchacho sano,” asegura, en referencia a versiones que han corrido. “Esperaré el dictamen de la Fiscalía”, sentencia, y explica que no ha visto los videos de las cámaras de seguridad de Corferias que muestran a Carlos después de que se alejó de sus amigos. Cuenta que, una vez tengan los resultados finales de la investigación, trasladarán el cuerpo a Valledupar, la ciudad que lo vio crecer. “De mi parte, solo quiero la verdad”, concluye Álvaro.
“Una buena fiesta no debe acabar con la vida de nadie”
Las autoridades investigan los hechos y no han ofrecido una hipótesis de lo que pasó, pero los rumores abundan. Los familiares de Carlos David piden, sobre todo, explicaciones. Juan David Quintero, concejal de Bogotá por el partido Nuevo Liberalismo, es uno de ellos. “Él es hijo de un primo de mi papá y en la costa, ya sabes, somos muy cercanos”, explica, antes de plantear sus cuestionamientos. “Me mandaron una foto del tanque, y yo no sé cómo podría meterse ahí. Tiene una ranura pequeña por donde cabe una manguera”, asegura. Pero, sobre todo, llama la atención sobre cómo se pierde una persona dentro de Corferias. “El Baum Festival, sabiendo que muchos amigos de mi primo informaron a los organizadores que había una persona desaparecida, siguió con la fiesta”, dice el político, en referencia a que Carlos desapareció al final de la primera de las dos noches del festival.
“Una buena fiesta no debe acabar con la vida de nadie. Hace dos años también hubo una muerte extraña alrededor del festival”, dice el concejal a este diario. En 2022 una joven falleció después de participar en la celebración de música electrónica. La Secretaría de Salud reportó que esa muerte se debió a una condición grave “probablemente relacionada con el consumo de sustancias psicoactivas”. El familiar sigue: “¿Por qué no hay protocolos de prevención de alto impacto proporcionales al riesgo? Si hay una persona desaparecida, ¿por qué se demoran hasta el domingo para revisar las cámaras? Si es verdad que hay un video, ¿por qué no lo vieron el sábado?”.
Miguel Santacoloma, director de Comunicaciones del Páramo Presenta, la empresa organizadora del Baum Festival, respondió a EL PAÍS que él ni ningún otro miembro de la organización darán entrevistas hasta obtener el reporte final de la Fiscalía. El único pronunciamiento es un comunicado publicado en la noche de este domingo en la cuenta de Instagram del festival: “La organización de Baum Festival lamenta profundamente la muerte de uno de nuestros asistentes, que fue hallado en el recinto ferial de Corferias en horas de la tarde del domingo 26 de mayo”, se lee.
El escrito afirma que, según la información hasta ese momento, “no se trata de un caso de violencia física y no se sospecha de la ocurrencia de ningún tipo de delito”. Concluye que colaboran con las autoridades “en todos los requerimientos solicitados para la investigación”. Mientras esa pesquisa avanza, se mantiene el misterio sobre la causa de la muerte y lo que ocurrió con el cuerpo durante alrededor de 36 horas, muchas de ellas a pocos metros de donde miles de personas bailaban y festejaban la vida.
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