No, el sistema de salud no ha matado más personas que la guerra: expertos cuestionan la cifra con la que Petro defiende su reforma sanitaria
El presidente ha dicho en varios escenarios que el sistema de salud ha matado a 340.000 colombianos en los últimos diez años, “más personas que el conflicto armado”. Cinco expertos explican por qué el dato es inexacto y descontextualizado
El presidente Gustavo Petro ha dicho en varios escenarios que el sistema de salud de Colombia “ha matado” a más personas que el conflicto armado. Lo repitió hace pocos días en Cali frente a cientos de personas cuando propuso una asamblea nacional constituyente. “340.000 colombianos murieron pudiendo vivir si se les hubiera atendido en un hospital o en una clínica, más que la violencia armada de Colombia”, dijo el preside...
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El presidente Gustavo Petro ha dicho en varios escenarios que el sistema de salud de Colombia “ha matado” a más personas que el conflicto armado. Lo repitió hace pocos días en Cali frente a cientos de personas cuando propuso una asamblea nacional constituyente. “340.000 colombianos murieron pudiendo vivir si se les hubiera atendido en un hospital o en una clínica, más que la violencia armada de Colombia”, dijo el presidente. La gente aplaudió. Petro insistió. “En Colombia ha matado más el sistema de salud mercantil que tenemos, mató 340.000 colombianos en los últimos 10 años, mientras se robaban 15 millones de millones de pesos”. Lo ha escrito, además, en X.
El mandatario ha usado esa cifra para sustentar la urgencia de que el Congreso apruebe su reforma al sistema de salud que esta semana volverá al debate público porque la Comisión Séptima del Senado finalmente enfrenta la inminente decisión de archivarla.
María Paula Fonseca, jefe de comunicaciones de la Presidencia de la República, explica a EL PAÍS que se trata de “una cifra del Instituto Nacional de Salud (INS)”. Fonseca cuenta que durante el periodo 2010 a 2019 se reportaron 2′160.686 muertes en Colombia, de las que el 16,8%, o 364.113, son catalogadas por el INS como “muertes evitables por el sistema de salud”. La conclusión es la del presidente: “Esto quiere decir que 364.000 muertes no se debieron presentar si el sistema de salud las hubiese atendido o prevenido con las herramientas y el conocimiento médico disponible”. Según esta información, el sistema sería responsable de 24.000 muertes adicionales a las que denuncia Petro.
Sin embargo, tres académicos expertos en sistemas de salud y dos exministros del sector coinciden en que la cifra que reporta el INS es distinta, y que no tiene el significado que apunta la Presidencia. En resumen, dicen que el concepto de “muertes evitables por el sistema de salud” no implica que se hayan producido solo por fallas del sistema de salud.
Andrés Vecino, profesor e investigador en el programa de sistemas de salud de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, explica que el concepto “se refiere a las personas que mueren prematuramente, antes de los 75 años, por condiciones que la tecnología y el conocimiento ya pueden curar”. Y añade: “Ahí entra todo, porque casi todo ya se puede curar, eventualmente”. Vecino asegura que se incluyen, por ejemplo, todas las muertes por cáncer de colon o por melanoma, porque hay estrategias de salud, medicamentos y tecnología para curar esos tipos de cáncer. El problema es que esos tratamientos no sirven para todas las personas. “Las muertes por impactos de bala, por armas cortopunzantes, por caídas, por lesiones de accidentes de tránsito también se incluyen porque son potencialmente evitables”. Vecino resume que hoy en día muy pocas cosas son absolutamente no tratables. ”Es un indicador muy grueso de cómo está la salud en un país, pero muchas de esas causas no corresponden directamente al sistema de salud”.
Vecino, médico de la Universidad Javeriana y doctor en Medicina, insiste en que es problemático que el presidente utilice las cifras del informe para promover un cambio de raíz al sistema. “Cuando Petro usa ese indicador sin matiz, da a entender cosas que no son ciertas. Básicamente, está diciendo que el sistema de salud colombiano permitió la muerte de 340.000 personas y no es así”. Vecino pone un ejemplo: “La muerte por leucemia está incluida, porque en algunos casos se puede tratar. Pero en muchos otros no, depende de mil razones y variables. Cualquier persona que fallezca de leucemia va a contarse como una muerte evitable por el sistema de salud, incluso cuando se hizo todo lo humanamente posible para evitarla”.
El documento del INS del que proviene el dato, llamado Cuando la muerte es evitable, explica que del total de 7′993.591 defunciones reportadas en Colombia entre 1979 y 2021, el 19,7% (1′576.800) es considerada como evitable atribuible al sistema de salud. Sin embargo, el mismo informe contradice la idea de que el sistema de salud ha sido perjudicial. “Hay una disminución de la tasa de muertes evitables por los servicios de salud del 35,8%, al pasar de una tasa de 136,9, por 100.000 habitantes en 1979, a 87,9 por 100.000 habitantes en 2021″, dice el reporte. En otras palabras, Colombia ha ido diminuyendo sus muertes evitables desde que hay datos sólidos, hace 45 años. Esa caída se dio con el sistema anterior al actual y se mantuvo con este, creado en esencia por la Ley 100 de 1993. Ese año la tasa era de 134,1 muertes por cada 100.000 habitantes.
Otra de las conclusiones del informe reafirma que el sistema ha ido mejorando porque ha disminuido la porción de todas las muertes que el sistema de salud podría, teóricamente, evitar. “Respecto a la proporción de muertes evitables por el sistema de salud del total de muertes anuales, al inicio del periodo (1979) este valor era de 28,4%, mientras que en 2019 llega al 16,4%”. Es decir, en esos 40 años el sistema de salud ha logrado reducir las muertes evitables, hasta el punto de que son muchas más las atribuibles a otros sectores. “Por cada muerte evitable atribuible al sistema de salud hay 1,6 muertes adicionales atribuibles a otras políticas públicas”, concluye el informe.
Johnattan García Ruiz, investigador visitante del departamento de salud global de la Escuela de Salud Pública de Harvard, recuerda que esos datos son estimaciones estadísticas de las posibles fallas del sistema, no son certezas absolutas, como afirma el presidente. “No hay una investigación en la que los científicos digan que a 340.000 colombianos se les negó el servicio de salud o no fueron atendidos y por eso murieron”. Explica que el sistema de salud colombiano, por el contrario, tiene logros notorios: “Tenemos un sistema que funciona para nuestro contexto, con buenos resultados a pesar de la inequidad y de los pocos recursos per cápita. Los recursos invertidos en salud de Colombia son 7 u 8 veces menores que los de los países de ingresos altos, pero nuestra tasa de mortalidad evitable no es 7 u 8 veces más alta, es menos”. García insiste en que el presidente no menciona la mayor conclusión del informe del INS, que las tasas de mortalidad evitable relacionadas con el sistema de salud han descendido. “Algo se está haciendo bien, cada vez hay menos muertos”, dice.
Alejandro Gaviria, exministro de Salud de Juan Manuel Santos y exministro de Educación de Petro, también ha criticado la cifra de los 340.000 muertos. En su cuenta de X, le respondió directamente a quien fuera su jefe: “Este tuit del presidente Petro está lleno de interpretaciones falaces. Es triste que, un año y medio después, el debate sobre la reforma a la salud siga estando basado en este tipo de opiniones erradas. Las muertes evitables se dividen en prevenibles y tratables. Para cada categoría, lo que importa son los valores relativos (la comparación), no los absolutos. En la comparación, a Colombia le va bien. En contraste con lo que se dice, el avance es innegable”, se lee en el mensaje del exministro. Gaviria retoma unas gráficas del investigador Ramón Abel Castaño, consultor en sistemas de salud, que evidencian cómo Colombia “ha venido mejorando en mortalidad evitable y está mucho mejor que el promedio de América”.
Castaño había publicado un mensaje sobre los datos de las muertes evitables: “Sigo insistiendo en el error del presidente al decir que el sistema de salud ha matado más gente que la guerra en Gaza o que la violencia. Todos los países tienen mortalidad evitable, lo importante es reducirla. Y en esto Colombia sale muy bien en comparación con la región”. Para el experto, estos datos llevan a la conclusión opuesta a la del presidente: “Colombia ha mejorado sustancialmente sus indicadores de mortalidad evitable y hoy está mejor que el promedio de la región”.
Augusto Galán, exministro de Salud y director del centro de pensamiento Así Vamos en Salud, explica en diálogo con EL PAÍS su desacuerdo con las cifras del presidente. El médico afirma que un reciente estudio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) muestra que en Colombia “hay un descenso bastante pronunciado en la tasa ajustada por edad de mortalidad prematura potencialmente evitable tanto de hombres como mujeres”. Se trata de un concepto diferente, y más preciso, que el de muertes evitables. Los datos que señala Galán son que en 2000 había 469 muertes por cada 100.000 habitantes y dos décadas después, en 2020, la cifra era de 245. “Esto muestra una caída sostenida en la tasa de mortalidad prematura potencialmente evitable”, dice el exministro.
Galán explica que la medición de mortalidad evitable está muy relacionada con el Índice de Desarrollo Humano, que involucra factores más allá de los sistemas de salud. El crecimiento económico, el PIB per cápita o la tasa de educación influyen en esa tasa. “Ligar las muertes exclusivamente con el sistema de salud e indicar que la reforma las evitaría es por lo menos temerario”, dice Galán. Y concluye: “Esa cifra del presidente está sacada del contexto y no evidencia lo que realmente ocurre”.
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