El alcalde de Newark denuncia una redada de los agentes de inmigración

Agentes de inmigración han efectuado este jueves “una redada” en un establecimiento comercial de Newark (Nueva Jersey), ha informado el alcalde de la ciudad, Ras Baraka. Según el regidor, los funcionarios del ICE (siglas en inglés de Servicio de Control de Inmigración y Aduanas) detuvieron a varias personas, entre ellas ciudadanos estadounidenses, un veterano del Ejército estadounidense e indocumentados. Los agentes encargados de cumplir las órdenes de deportación de la Administración de Donald Trump no presentaron ninguna orden judicial para irrumpir en el lugar ni pedir la documentación a los presentes, según Baraka.

En un comunicado, el regidor de la ciudad más populosa de Nueva Jersey califica la intervención de “acto atroz, una clara violación de la Cuarta Enmienda de la Constitución de EE UU, que garantiza el derecho de las personas a estar seguras frente a registros e incautaciones que no obedecen a razones”. La declaración de Baraka, demócrata y afroamericano, asegura que “Newark no se quedará de brazos cruzados mientras se aterroriza ilegalmente a la gente”.

Sobre el veterano, el alcalde denunció “la indignidad de que se cuestionara la legitimidad de su documentación militar” durante la redada. El ICE ha respondido que se trata de una investigación en curso de la que no puede hablar por política interna, limitándose a señalar que, en sus intervenciones, “puede encontrarse con ciudadanos estadounidenses mientras realiza trabajo de campo y puede solicitar identificación para establecer la identidad de un individuo, como fue el caso durante una operación de aplicación específica en un lugar de trabajo hoy en Newark”, ha dicho un portavoz de ICE en un comunicado.

En una publicación en la red social X, propiedad de Elon Musk, el factótum de la nueva Administración republicana, el servicio migratorio ha informado de que este jueves ha pedido a 538 personas que se identifiquen, y detenido a 373, sin precisar dónde ni mencionar en ningún caso la redada de Newark.

En la primera fase de un plan que pretende expulsar a los 11 millones de indocumentados que viven en EE UU, la deportación de irregulares con antecedentes delictivos -incluidos aquellos a la espera de juicio− tenía previsto empezar este mismo lunes en Chicago, donde un macroalbergue para extranjeros con capacidad para 2.000 plazas fue ya desalojado a finales de diciembre de forma preventiva. Según la congresista republicana Nicole Malliotakis, representante de la línea dura del partido, la siguiente fase de la expulsión tendría lugar en Nueva York, con la previsible aquiescencia del alcalde de la ciudad, el demócrata Eric Adams, que el lunes asistió a la investidura de Trump en Washington.

Nueva York lidia desde la primavera de 2022 con la afluencia de decenas de miles de migrantes, expedidos en buses chárter a esta y otras ciudades demócratas, como Chicago, por los gobernadores republicanos de la frontera, para presionar a la Administración de Joe Biden. Como Newark, Nueva York ha sido tradicionalmente una ciudad refugio para los indocumentados.