El Supremo de Estados Unidos analizará la ley que pretende prohibir TikTok en el país
Los jueces del Tribunal escucharán los argumentos de las partes el 10 de enero, nueve días antes del plazo que obliga a ByteDance a vender la plataforma
El tiempo se agota para TikTok en Estados Unidos. El caso sobre la potencial prohibición de la red social china, utilizada por 170 millones de personas en el país, ha llegado al Supremo, la más alta instancia legal. Los jueces han aceptado escuchar los argumentos de las partes en una audiencia del 10 de enero. Los abogados de ByteDance, la empresa matriz de la plataforma, y algunos creadores de contenido afirmarán entonces que si la norma entra en vigor, vulnerará la libertad de expresión de millones de personas.
La ley sobre la cual se posicionarán los jueces constitucionales obliga a ByteDance a vender TikTok para el 19 de enero para que esta siga funcionando en Estados Unidos. Los abogados de la compañía asiática acudieron al Supremo el lunes para solicitar que su caso fuera escuchado. Esto después de que jueces federales dieran la razón a la Administración en un fallo de inicios de diciembre. “Un modesto retraso en el cumplimiento de la ley puede generar un espacio para respirar y revisar con detenimiento la norma y que la nueva Administración evalúe el asunto”, señalaron los letrados a principios de la semana.
Los representantes legales de TikTok calculan que pueden verse favorecidos con el cambio en la Casa Blanca. Será la Administración Biden quien deba defender ante la mayoría conservadora del Supremo la ley, aprobada en abril con el respaldo de los dos grandes partidos como parte de un paquete de ayuda a Ucrania.
El plazo fijado por la norma se vence un día antes de que Donald Trump asuma la presidencia. El presidente electo recibió este lunes en Mar-a-Lago al singapurense Shou Zi Chew, el consejero delegado de TikTok. La norma incluye una prórroga de 100 días si es que ByteDance pone en venta la plataforma, una posibilidad que la compañía rechaza de momento.
Donald Trump, como ha sucedido con varios temas, ha cambiado su opinión sobre este caso. Primero, cuando aún era presidente, exploró la posibilidad de decretar órdenes ejecutivas para prohibir TikTok y otras populares plataformas como WeChat, propiedad de la empresa china Tencent. A lo largo de la campaña, no obstante, el republicano se mostró en contra de suspender el acceso a la plataforma. “Voy a salvar TikTok”, llegó a decir en varios mitines.
Los abogados de ByteDance, una empresa basada en Pekín, han apostado fuertemente por esta posibilidad. La empresa ha desembolsado 9,4 millones de dólares en pagos a lobistas para influir en los políticos de Washington, de acuerdo a Open Secrets, una red que sigue las transferencias y donativos de empresas y grupo de interés a políticos. David Urban, un exasesor de la campaña de Trump, ha recibido 150.000 dólares de parte de la compañía asiática, valuada en más de 200.000 millones de dólares.
Urban no es el único. La empresa ha buscado empujar la súplica de supervivencia a través de otros cercanos al círculo trumpista, como Kellyanne Conway, quien fue contratada como consultora por Jedd Yass, un inversionista de ByteDance y megadonante del partido republicano. La empresa ha utilizado rostros como los de Yass para subrayar que el 60% de sus acciones están en manos de inversionistas no chinos.
TikTok calcula que una suspensión de un mes a su servicio podría ser suficiente para perder un tercio de los usuarios diarios y perjuicios millonarios a sus ingresos por publicidad. Si la ley entra en vigor, la aplicación dejaría de encontrarse en las tiendas digitales de Android o Apple. El Departamento de Justicia podría multar a los servicios de internet que permitan el acceso a los millones de usuarios de la plataforma.
Aunque los abogados de ByteDance han enmarcado el caso como uno de libertad de expresión, el Gobierno de Estados Unidos considera que se trata en realidad de un peligro de seguridad nacional. Los congresistas pusieron a Shou Zi Chew contra las cuerdas en una sesión legislativa celebrada en marzo pasado, donde interrogaron al consejero delegado por el uso que TikTok da a la información personal, las políticas de moderación y el caso de espionaje a periodistas por parte de cuatro empleados.
El directivo prometió ante los legisladores proteger la información personal de los estadounidenses. Aseguró que la información de millones de usuarios se resguarda en servidores basados en Estados Unidos y en manos de contratistas nacionales, como Oracle. Chew dijo que esta información está fuera del alcance de las autoridades de Pekín. Después de oír al directivo, los congresistas votaron en favor de prohibir el acceso a TikTok en Estados Unidos. Ahora llega el turno de los nueve togados del Supremo de oír el caso.
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