‘Stranger Things’, en las Campanadas de la Puerta del Sol: Cosas (extrañas) veredes
Les deseo feliz 2026 con la tipografía de EL PAÍS. Gracias por leer y por ver
Si no lo han visto ya, lo verán mañana, cinco minutos antes de la cuenta atrás: el cartel que nos desea un feliz 2026 sobre la esfera principal del reloj de la Puerta del Sol ha sido diseñado con la tipografía de Stranger Things. En 2024 ya ...
Si no lo han visto ya, lo verán mañana, cinco minutos antes de la cuenta atrás: el cartel que nos desea un feliz 2026 sobre la esfera principal del reloj de la Puerta del Sol ha sido diseñado con la tipografía de Stranger Things. En 2024 ya se coló Berlín en la televisión de fin de año vía campaña de marketing con Cristina Pedroche. Este año el guiño publicitario a la serie de los hermanos Duffer lo veremos todos los que nos comamos las uvas con la Puerta del Sol de fondo, independientemente de en qué canal lo hagamos. Unos 10 millones de personas, tirando por lo bajo tras haber descontado a quienes lo hagan con las cadenas autonómicas y con Telecinco desde Formigal. Esperemos que no suponga un augurio de las cosas extrañas que nos vendrán en 2026.
En cualquier caso, no hace falta especular con el futuro para descubrir un mensaje implícito en esas letras: la supremacía de Netflix y la decadencia de la tele generalista, que va a acabar emitiendo en masa una promo velada de la primera en el momento de mayor impacto televisivo del año. Por supuesto, nada de esto es una sorpresa para cualquier analista televisivo. Seguir la audiencia de la tele tradicional y sufrir con sus vicisitudes es todo uno. Y eso que en España tenemos la fea costumbre de fijarnos en el share, que es un dato relativo. Si atendiéramos más a datos absolutos, podríamos comprobar que hace 10 años series como El príncipe, Velvet y Allí abajo superaban sin problemas los cuatro millones de espectadores. Ahora mismo nos damos con un canto en los dientes si nuestras series generalistas sobrepasan el millón.
Dicho lo cual, 2025 ha dejado motivos para celebrar, fuera y dentro de las plataformas. No quiero despedir este año sin recordar, por ejemplo, la buenísima cosecha de comedias de estos últimos doce meses, que Televisión Española ha firmado dos estrenos de ficción —Sin gluten y Ena— con un muy buen dato dadas las circunstancias y ha hecho crecer sus mañanas de forma inaudita demostrando que había un espectador huérfano. Y que en Antena 3 un formato tan longevo como Tu cara me suena ha firmado su mejor temporada en ocho años (en share). Los propósitos se los dejo a la primera columna del año que viene. Les deseo feliz 2026 con la tipografía de EL PAÍS. Gracias por leer y por ver.