El legado de ‘La Moderna’, la serie que ha abierto el camino a la reivindicación de las mujeres silenciadas
La ficción diaria de La 1, a pesar de estar en su mejor momento de audiencia, ha sido una de las sacrificadas para la renovación de las tardes del canal y termina este viernes
El salón de té del Madrid de los años treinta que cada tarde abría sus puertas en La 1 echa el cierre justo en su mejor momento. La serie La Moderna termina este viernes (17.05) tras 18 meses en antena y más de 350 capítulos, y lo hace cuando contaba con mayor respaldo de la audiencia. Para sus responsables, este será un adiós agridulce precisamente por ese motivo. Feliz por haber podido contar esta historia durante año y medio. Pero agrio porque tienen la sensación de que daba más de sí. Desde que hace varios meses renovaran tramas, parte del elenco e incluso decorados y otros aspectos técnicos, los datos de audiencia habían crecido hasta situarse cerca del 10% de cuota y, en la última semana, superar el 11%. La remontada ha llegado tarde. “Teníamos la esperanza de que con estos cambios y los datos de audiencia, La Moderna pudiera tener más vida. Entendimos que la serie necesitaba dar algo nuevo al espectador y estábamos en esa fase. Ingenuamente, pensábamos que podía tener más vida, pero las circunstancias son las que son. Pero estamos muy agradecidos a TVE por haber confiado en la serie”, dice Luis Santamaría, productor ejecutivo de La Moderna y director ejecutivo de ficción de Boomerang TV.
El final de La Moderna, sumado a la próxima despedida del concurso El cazador, empieza a dejar hueco para la renovación de las tardes de La 1, que contará con un nuevo magacín de actualidad del que todavía no se conocen detalles. El director de TVE, Sergio Calderón, explicó en el programa RTVE Responde los motivos de la cancelación de la serie. “Después de una profunda investigación de audiencias, vimos que la curva de audiencias se beneficiaba por la expectación del inicio del capítulo de La Promesa, nuestra serie líder de las tardes, y esa curva dependía en exceso del rendimiento de esta oferta posterior”, dijo. Y añadió: “Los productos de este género crecen en audiencia porque las tramas van resolviéndose, se incrementa la tensión, y por eso es lógico también que estos últimos capítulos hayan crecido en audiencia, pero necesitábamos acometer una profunda renovación en la tarde porque era imposible mantener, a ritmo emocional y también de corte presupuestario, tres series diarias”.
La Moderna nació con la intención de reivindicar a las Sinsombrero, las mujeres de la Generación del 27 cuyas aportaciones han sido durante años silenciadas y poco estudiadas. Una de ellas fue la escritora Luisa Carnés, en cuya novela Tea Rooms se basa la serie. Ese es uno de los legados que, según Luis Santamaría, deja esta producción. “La serie siempre nació para hacerse en TVE y logramos hacerla ahí”, dice el productor ejecutivo. Él recuerda ahora el momento en el que el guionista Joaquín Santamaría acudió a su despacho y le dijo: “Esta novela sería una serie increíble”. Cuando la leyó, acudieron a TVE con la propuesta y en la pública también entendieron el valor que podría tener contar esa historia. Otro de los momentos con los que se queda el productor del recorrido de la serie fue la visita que hizo con la sobrina de Carnés, ahora una mujer de 90 años, al plató y su emoción al ver los decorados donde grababan la historia inspirada en la ficción escrita por su tía.
Santamaría está seguro que La Moderna ha abierto el camino para que otros perfiles de mujeres silenciadas lleguen a la pantalla y sean reivindicadas. Por ejemplo, en sus capítulos contaron la historia de una de las primeras cineastas españolas, Helena Cortesina. “En términos meramente estadísticos fríos, la serie ha funcionado bien, pero no ha sido un éxito aplastante. Pero sí creo que demuestra que no necesariamente tenemos que ir a lo de siempre para que las cosas funcionen”, dice. Con La Moderna, él se ha sacado una espinita que tenía clavada desde que intentó poner en pie, sin éxito, una serie de ficción sobre las Sinsombrero. “No salió adelante por motivos múltiples y que no todos comparto con las cadenas. Hacer esta serie era como una segunda oportunidad para mí”.
Desde su estreno en septiembre de 2023, La Moderna ha logrado hitos como una nominación a los Emmy Internacionales a la mejor telenovela. También, como otras producciones diarias, ha sido un gran generador de trabajo, con un equipo formado por 120 profesionales del equipo técnico, más de 160 actores para sus tres temporadas y una media de 30 figurantes por jornada. El vestuario ha incluido más de 600 looks completos, y en maquillaje y peluquería atendían a una media de 30 personas al día. Ha rodado en exteriores como los Jardines de Sabatini, el Retiro, Rascafría, el Escorial, en el municipio toledano de Dos Barrios o el asturiano Cudillero, y ha contado con más de 20 coches de época y hasta una moto de los años treinta.
“Arrancamos siendo muy fieles a la novela, pero es cortita y aunque se respira ese espíritu de reivindicación del papel de la mujer en la época previa a la Segunda República, como ha durado tanto hemos llegado hasta la Segunda República y hemos seguido mostrando pequeñas conquistas, que parecen tonterías, como que la propina se la llevaban solo los camareros hombres, cosas que parecen nimias, pero que nos parecían importantes. Muchas de esas reivindicaciones siguen vigentes ahora”, repasa el productor ejecutivo. Ahora solo queda por conocer el desenlace de las tramas, el destino de los empleados del salón de té, de la familia Pedraza y de don Fermín y sus sobrinas. El final quizá haya dejado un sabor agridulce, pero tras abrir tantas puertas, el legado de La Moderna, esperan sus responsables, perdurará.