La era de la sobreabundancia televisiva toca techo
En 2022 se estrenaron casi 600 series en Estados Unidos y más de 2.000 programas entre ficción y no ficción. Según los expertos, el crecimiento continuo de producciones ha llegado a su pico máximo
En el último lustro, el espectador televisivo se ha acostumbrado a navegar en un mar de propuestas de dimensiones inabarcables. En España, no es extraño encontrarse con semanas con más de 15 estrenos de ficción entre series y temporadas nuevas. Desde hace una década, el ritmo de producción no ha hecho más que acelerarse: cada año se lanzaron más series que el anterior (...
En el último lustro, el espectador televisivo se ha acostumbrado a navegar en un mar de propuestas de dimensiones inabarcables. En España, no es extraño encontrarse con semanas con más de 15 estrenos de ficción entre series y temporadas nuevas. Desde hace una década, el ritmo de producción no ha hecho más que acelerarse: cada año se lanzaron más series que el anterior (con excepción de 2020 por la explosión de la pandemia). Sin embargo, esto podría estar a punto de cambiar. Expertos, analistas y miembros de la industria audiovisual estadounidense señalan varios indicadores que apuntan a que la era de la sobreabundancia televisiva habría alcanzado su punto culminante.
Según un estudio que el canal FX realiza desde que empezaron a producir series (en 2002 con The Shield), en 2022 se estrenaron en Estados Unidos 599 series entre plataformas y canales en abierto y de pago. Este nuevo récord supera en 40 las estrenadas en 2021. La cuenta que lleva FX Research no incluye títulos infantiles, en habla no inglesa, formatos cortos o producciones de no ficción. El dato dobla a las ficciones televisivas estrenadas una década atrás: en 2012, antes de la explosión del streaming, fueron 288 series.
La revista especializada Variety también lleva su propia cuenta de las producciones televisivas estrenadas cada año. En su caso, incluyen ficción y no ficción, con lo que la cifra se eleva hasta los 2.024 programas. De nuevo, se trata de un incremento considerable respecto al año anterior, con un crecimiento del 7%. Comparado con 2012, son 779 programas más. Son cifras récord alcanzadas gracias al enorme impulso de las plataformas, que encontraron en la producción original la vía más eficaz para atraer y mantener suscriptores.
Pero este crecimiento imparable de producción televisiva podría estar a punto de sufrir un frenazo. John Landgraf, presidente del canal estadounidense FX y uno de los grandes oráculos de la televisión actual, avanzó en agosto que en 2022 se alcanzaría un nuevo máximo en la producción televisiva, pero fue más allá: “Voy a atreverme a hacer otra predicción: 2022 será la marca más alta. En otras palabras, será el pico de la era del pico de la televisión”, dijo refiriéndose al nombre —peak tv— con el que él mismo bautizó en 2015 esta etapa caracterizada, entre otras cosas, por el incremento continuo de la producción y la variedad y diversidad en los contenidos.
No era la primera vez que Landgraf decía algo parecido: en enero de 2016 pensaba que ese año o el siguiente se alcanzaría la cima de la cantidad de producción televisiva. No fue así y más tarde reconoció que no había sabido medir el volumen de la explosión del streaming. Ahora lo ve más claro: “Ya se han lanzado todos los grandes servicios de streaming. Hemos visto cómo se han sumado a la fiesta una gran cantidad de nuevas plataformas en el último par de años y el proceso está completo. No veo nuevos jugadores entrando en escena como sí ha ocurrido continuamente a lo largo de la última década. De hecho, algunos están saliendo de escena. Estamos en un punto donde no hay nuevos proveedores pero, hasta cierto punto, sí se están eliminando algunos. Aunque no creo que vaya a ser una caída precipitada”, dijo en agosto. El jueves 12 de enero, Landgraf volvió a presentarse ante la prensa especializada para actualizar los datos de producción y reafirmarse en sus palabras. Además, destacó que la segunda mitad de 2022 vio cómo el ritmo de estrenos de series de ficción se relajaba respecto a la primera mitad, cuando se lanzaron más de 350.
Otros indicadores apoyan ese descenso avanzado por Landgraf. Uno es claro: el número de series encargadas por las cadenas y plataformas estadounidenses cayó un 24% en la segunda mitad de 2022 comparado con el mismo periodo del año anterior, según los datos de la consultora Ampere Analysis que publicó The New York Times en diciembre. Comparado con los datos de 2019, es una caída del 40%. La cifra contrasta con las 325 series que se encargaron en la primera mitad del año, más que en cualquiera de los tres años anteriores. Las compañías que más series han puesto en marcha en los últimos años en Estados Unidos han sido Netflix, Warner Bros. Discovery y Paramount. Según este mismo estudio, sus encargos este año han caído entre un 22 y un 27%. En el otro lado de la balanza, Apple TV+ y Amazon, empresas suyos ingresos principales no proceden de la televisión y sin las limitaciones de presupuesto de otras compañías, sí aumentaron el número de encargos. También se mantuvieron estables los encargos internacionales y de programas de no ficción.
Estos datos se corresponden con la nueva etapa en la que han entrado las plataformas. Elena Neira, profesora de Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya y autora del libro Streaming Wars, menciona tres claves para ello, pero destaca una por encima de las demás: “Lo que ha cambiado respecto a 2021 es la recesión económica, la guerra de Ucrania, que provoca una crisis en un lugar clave para la producción internacional local, Europa del Este, pero la pieza clave aquí es Wall Street”.
Hasta la primavera de 2022, la bolsa valoraba sobre todo el aumento de suscriptores por parte de las plataformas. Cuando Netflix anunció en abril que durante el primer trimestre del año había perdido suscriptores por primera vez y sus acciones cayeron, todos los servicios de streaming se aplicaron el cuento y viraron su estrategia para poner más atención en sanear sus cuentas y obtener beneficios y así satisfacer las exigencias tanto de Wall Street como de los inversores de esas compañías. Sumado a la coyuntura económica, eso ha llevado a decisiones como la incorporación de opciones con publicidad como la que ya ofrece Netflix y pronto activará Disney+, despidos en algunas de las empresas, cancelaciones de proyectos o reajustes de presupuestos. De fondo de todo este panorama, se suma la amenaza de una posible huelga de guionistas cuando negocien los convenios que vencen este verano.
Fase de estabilización
Neira prevé, más que una caída en la producción televisiva, una fase de apalancamiento. “Netflix dijo que no iba a gastar más, pero que tampoco iba a gastar menos. Lo que están haciendo es reasignar el dinero para que, en lugar de invertir en segundas temporadas, si la primera no ha funcionado bien del todo, derivar ese dinero a generar nuevo contenido que pueda darles un Miércoles o El juego del calamar”, dos de los grandes éxitos de audiencia de la plataforma. El jueves pasado, durante la presentación de resultados del último trimestre del año, Netflix anunció que la inversión en contenido había sido en 2022 un 5% menor que en 2021. La experta sostiene que, aunque Wall Street ya no ponga el foco en el crecimiento de suscriptores, esa sigue siendo la principal vía de ingresos de estas compañías. “Necesitan escalar el negocio, y no pueden hacerlo si no tienen una rotación de producto determinada. Las que crecen con ratio menor son las que tienen menor rotación de producto. La que siempre ha crecido de forma progresiva ha sido Netflix porque estrenan mucho”, sostiene. Además, tras haber acostumbrado a sus clientes a una cantidad enorme de producción, un frenazo en seco generaría frustración y abandonos.
Si este es el pico de la televisión, ¿hacia dónde se dirigirá el medio? La experta apuesta por una puerta que ya están abriendo algunas compañías: la venta de contenido a terceros. “La única manera de conseguir una sostenibilidad de la producción, que la plataforma siga creciendo y seguir estrenando a un ritmo razonable, es que ese contenido, una vez que termina su ciclo de vida comercial, que es cortísimo, se venda”. Es lo que ha hecho ya Warner Bros. Discovery con algunas de las series europeas de HBO Max a la plataforma SkyShowtime, que aterrizará en España en febrero, y con otros títulos, algunos tan relevantes como Westworld, que han retirado de su plataforma para poder venderlas a servicios gratuitos con anuncios. “No creo que vayamos a ver una caída de la producción porque los jugadores no están cerrando, se están reorganizando”, insiste Neira.
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