‘Los herederos de la tierra’: conspiraciones palaciegas, romances de época y mucha viña
Cuatro años después del estreno televisivo de ‘La catedral del mar’, los Estanyol vuelven a la pequeña pantalla en Netflix para continuar con sus aventuras
En la novela La catedral del mar (2006), el escritor Ildefonso Falcones se sumergía en la Barcelona del siglo XIV para contar la historia de Arnau Estanyol: mientras que este era un bebé, su padre Bernat huye con él en busca de nuevas oportunidades, pero cuando Arnau tiene unos 10 años, matan a su padre durante una revuelta por la hambruna, y se las tendrá que ingeniar para sobrevivir en una sociedad marcada por la pobreza y la religión. El libro se convirtió en un fenómeno literario y ...
En la novela La catedral del mar (2006), el escritor Ildefonso Falcones se sumergía en la Barcelona del siglo XIV para contar la historia de Arnau Estanyol: mientras que este era un bebé, su padre Bernat huye con él en busca de nuevas oportunidades, pero cuando Arnau tiene unos 10 años, matan a su padre durante una revuelta por la hambruna, y se las tendrá que ingeniar para sobrevivir en una sociedad marcada por la pobreza y la religión. El libro se convirtió en un fenómeno literario y en el año 2018 el director Jordi Frades lo adaptó para una serie de televisión, con un estreno en Antena 3 que registró más de cuatro millones de espectadores. Cuando Falcones escribió su secuela, Los herederos de la tierra, era cuestión de tiempo que el proceso se repitiera. Y cuatro años después, los Estanyol vuelven a la pequeña pantalla el 15 de abril, ahora en Netflix, para mostrar qué ocurrió después de los sucesos originales.
De nuevo bajo las órdenes de Jordi Frades (60 años, Barcelona), Los herederos de la tierra mantiene a sus personajes de la primera entrega, como Aitor Luna o Michelle Jenner. Pero también ha añadido al elenco a intérpretes de la talla de Elena Rivera (29 años, Zaragoza), Yon González (35 años, Vergara) o Rodolfo Sancho (47 años, Madrid). Los tres, que atienden la entrevista a través de una llamada, forman parte de ese afortunado grupo de actores que lleva años enlazando papeles protagonistas en televisión. El trío coincide en la fórmula para mantenerse a pulso: mucha entrega con los personajes y buen olfato a la hora de elegir los papeles. “Solo los rechazo si el guion no me atrapa, o el personaje es plano y creo que no me va a aportar… o que incluso me vaya a restar, que es lo malo de esto”, explica Sancho.
Con Los herederos de la tierra no fue el caso, y la propuesta de Frades cautivó a los actores desde el principio. En esta nueva historia, que retoma la acción tres años después del final de La catedral del mar, el foco está puesto sobre Hugo Llor, hijo de un marinero fallecido, interpretado por Yon González. Su suerte cambia cuando se cruza con Arnau Estanyol, ya convertido en uno de los hombres más respetados de la ciudad, que le permite trabajar en las atarazanas como ensamblador de embarcaciones. Pero cuando la familia Puig, enemiga y villana de la historia, se propone derrocar a Estanyol, el sueño de Hugo Llor de convertirse en constructor de barcos se verá truncado.
No es la primera vez que Frades se pone al frente de una serie de época, ya con experiencia en la dirección de Isabel y en la propia La catedral del mar, todas producidas por Diagonal TV, pero además, es la segunda novela que adapta de Ildefonso Falcones. El cineasta explica que no ha habido grandes diferencias entre la adaptación de una obra y otra: “Son relativamente parecidas a nivel estructural, la historia de un chico que crece y se hace un hombre en la ciudad de Barcelona. Es lo que pasaba en la primera, pero salvando los matices también es lo que pasa en la segunda. Y mientras que la primera estaba muy marcada por la construcción de Santa María del Mar, esta está marcada por la tierra, las viñas y la producción del vino, elementos que formaban parte del comercio de la Barcelona de la época y que no estaban tan presentes en La catedral del mar”.
Sí ha sido un rodaje más complicado en cuanto a las diferentes localizaciones que requiere una serie en la que el 70% de las escenas han sido filmadas en exteriores. El siguiente reto de Frades no es menor. El catalán es el productor ejecutivo de la adaptación televisiva de La novia gitana, el fenómeno editorial de Carmen Mola, pseudónimo bajo el que firman sus tres autores ganadores del último Premio Planeta. A Frades, que ya sabe lo que es adaptar un best seller, no le puede la presión: “Tienes que pensar en el público que ha leído el libro y pensar que la serie también les tiene que contentar. Si te ha gustado la novela y te has hecho con los derechos, no tiene mucho sentido cambiarla entera. Entonces, al final estás trabajando a favor de lo que es la obra literaria”. Al final, cree que la clave a la hora de hacer una adaptación está en mantener en pantalla “aquellos momentos memorables que recuerdas después de haber leído el libro”. Y, en una serie cargada de acción en los primeros compases, también espera que aquellos que no conocen la obra “se enganchen desde el primer momento”. El viernes, cuando Hugo Llor dé sus primeros pasos en televisión por la Barcelona de la Baja Edad Media, descubrirá si lo ha conseguido.
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