‘Land Girls’ o la imbatible calidad de la BBC

Mientras que los diálogos alcanzan la sabiduría de la sencillez, los intérpretes justifican la calidad de esta historia coral

Las protagonistas de la serie 'Land Girls'.

Las tres temporadas de Land Girls (disponible en Netflix), con un total de 15 capítulos, demuestran varias cosas: en primer lugar, que la BBC es imbatible en las series de ficción por la excelencia de sus diálogos y ese fondo de armario inacabable de intérpretes. En segundo lugar, que la calidad, de una serie no conlleva su éxito popular. Cuando en 2009 se estrenó en el Reino Unido no fue proyectada en el mejor horario y su cuota de audiencia ...

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Las tres temporadas de Land Girls (disponible en Netflix), con un total de 15 capítulos, demuestran varias cosas: en primer lugar, que la BBC es imbatible en las series de ficción por la excelencia de sus diálogos y ese fondo de armario inacabable de intérpretes. En segundo lugar, que la calidad, de una serie no conlleva su éxito popular. Cuando en 2009 se estrenó en el Reino Unido no fue proyectada en el mejor horario y su cuota de audiencia fue de un 3%, lo que no impidió que se realizaran dos temporadas más y se alcanzara una distribución internacional más amplia.

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Land Girls también demuestra que cuando lo local se narra con talento, es universal. El que un grupo de mujeres británicas decidieran trabajar en el campo para sustituir a los varones que combatían en la Segunda Guerra Mundial, y que la acción de la serie transcurra en una granja, en una mansión señorial y en un pueblo mínimo, lejos de distanciar al espectador confirma lo que señaló en su día el portugués Miguel Torga: “Lo universal es lo local sin paredes”. Amores, desamores, pícaros, ingenuas, ladrones, nobles e innobles desfilan en esos 15 capítulos aportando una visión de la guerra sin necesidad de recurrir a la casquería, ni siquiera el menor gesto de heroísmo: son seres humanos con sus grandes miserias y pequeñas grandezas.

Y si los diálogos alcanzan la sabiduría de la sencillez, los intérpretes justifican la calidad de una historia coral por más que entre tanta excelencia destaque por encima de todos una ya inolvidable Sophie Ward en su papel de Lady Ellen Hoxley, la aristócrata latifundista incapaz de exteriorizar sus sentimientos pero, al mismo tiempo, manifestar su exquisito y solidario comportamiento.

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