“Creí que hablaba con Leonor y ahora estoy endeudada”: así suplantan a la Princesa de Asturias para realizar estafas en Latinoamérica
Decenas de cuentas en TikTok se hacen pasar por la princesa para engañar a personas vulnerables. Durante las últimas semanas, EL PAÍS ha rastreado y seguido a estos estafadores, hablado con víctimas y otras personas que habían contactado con ellos para comprobar su ‘modus operandi’
La princesa Leonor no tiene cuenta oficial en TikTok, pero hay decenas de cuentas haciéndose pasar por ella e intentando estafar a personas de todo el mundo, especialmente en Latinoamérica. En estos perfiles, algunos de ellos elaborados con herramientas de Inteligencia Artificial y con cientos de miles de seguidores, la falsa princesa de Asturias promete una cuantiosa ayuda económica a todo el que la solicite. Para recibirla, aseguran, solo hay que pagar “una pequeña tasa”. Apenas cientos de dólares para conseguir una ayuda de hasta cientos de miles. Sin embargo, tras hacer el ingreso de esa f...
La princesa Leonor no tiene cuenta oficial en TikTok, pero hay decenas de cuentas haciéndose pasar por ella e intentando estafar a personas de todo el mundo, especialmente en Latinoamérica. En estos perfiles, algunos de ellos elaborados con herramientas de Inteligencia Artificial y con cientos de miles de seguidores, la falsa princesa de Asturias promete una cuantiosa ayuda económica a todo el que la solicite. Para recibirla, aseguran, solo hay que pagar “una pequeña tasa”. Apenas cientos de dólares para conseguir una ayuda de hasta cientos de miles. Sin embargo, tras hacer el ingreso de esa falsa “tasa”, el estafador sigue exigiendo sumas de dinero hasta exprimir a la víctima. Después, desaparece.
“No solo perdí el dinero, sino que me he metido en una gran deuda. Me ilusioné, porque hicieron que me ilusionara, y lo único que conseguí es acabar endeudada”, cuenta por teléfono desde Nebaj (Guatemala) Juana Cobo, de 39 años. “Me mandaron un mensaje en TikTok diciéndome que la que me hablaba era la princesa Leonor, que había ganado 100.000 dólares, pero que tenía que pagar un impuesto de 2.200 quetzales [unos 245 euros] para liberar el dinero”, explica. “Creí que era cierto”.
Cuando Cobo realizó el primer pago, la falsa Leonor solicitó más dinero: 1.000 quetzales (unos 120 euros) para “costes del abogado” de la Princesa. Después, le dijeron que había habido un malentendido con ese pago y que tenía que realizar otro, esta vez de 1.500 (185 euros). Después, otro. Y otro. Cuando se percató de que se trataba de un timo, ya era demasiado tarde. “Cuando les dije que eran unos estafadores desaparecieron, me bloquearon y ya no supe nada más de ellos”. En total, en diferentes pagos, tuvo que pagar 7.200 quetzales, unos 880 euros. No ha querido denunciar. “No servirá de nada. Si están en otro país, ¿para qué?”, lamenta.
Este timo es una versión actualizada de las cartas nigerianas o timo de la herencia, solo que amplificado globalmente gracias al algoritmo de TikTok: muchas de estas cuentas falsas de la Princesa Leonor piden en sus vídeos a las posibles víctimas que expliquen en los comentarios para qué necesitan la ayuda o que dejen sus datos para poder contactarlos. Algunas, mucho más agresivas y evidentes, llegan a solicitar directamente el número de cuenta bancaria para “hacer el ingreso de la ayuda”. El algoritmo de TikTok premia y muestra más los vídeos que tienen una gran tasa de interacciones, por lo que estas publicaciones de la falsa princesa, con miles de comentarios, se muestran masivamente: algunas superan el millón de reproducciones.
Durante las últimas semanas, EL PAÍS ha rastreado y seguido decenas de estos falsos perfiles de Leonor y a personas que habían contactado con ellos para comprobar su modus operandi. Tras dejar comentarios en algunas de estas cuentas, contactan con la víctima por mensaje privado y le solicitan su teléfono. En ocasiones, directamente, dejan en su perfil de TikTok un enlace que redirige a su WhatsApp. Después, la posible víctima recibe una llamada: si el estafador es un hombre, se hace pasar por el abogado de Leonor. Si es una mujer, por la propia princesa.
En estas llamadas, los estafadores se ofrecen a ingresar una gran cantidad de dinero, que en algunos casos supera los 100.000 dólares. Para cobrarlos, hay que hacer antes un ingreso como “depósito para poder firmar el cheque” o “impuestos”. La cantidad suele oscilar entre los 100 y los 200 euros y deben ingresarse en distintas cuentas de Western Union. Todos los teléfonos de estafadores que ha localizado EL PAÍS, así como todas las cuentas a las que piden que se ingrese el dinero, son de República Dominicana.
Los estafadores intentan que el pago se realice lo más rápido posible para que la víctima no tenga tiempo de percatarse de que es un timo. Si este se demora, se vuelven muy insistentes. Este es uno de los audios de WhatsApp que uno de los estafadores, haciéndose pasar por el abogado de Leonor, le envió a una posible víctima, apremiándola a hacer el ingreso. Si no, le darían “el cheque” a otra persona:
En otra versión del timo, algo más elaborada, pretenden camuflar la estafa con un concurso muy sencillo. Y surrealista: una falsa princesa Leonor, que se mueve y habla utilizando herramientas de Inteligencia Artificial, dice que si logras detener una imagen en movimiento en una posición concreta, podrás acceder a la ayuda. La cuenta más popular de esta versión del timo cuenta con más de 410.000 seguidores en TikTok:
EL PAÍS ha contactado con TikTok España para alertarle de esta estafa y, tras la revisión del contenido, han borrado varios de estos perfiles por violar las normas de la comunidad. Sin embargo, muchos de ellos siguen en activo. Algunos, desde el pasado julio. EL PAÍS también ha alertado a Casa Real, que ha declinado hacer declaraciones. La Casa Real no tiene perfiles en TikTok, resquicio que aprovechan los estafadores: añaden un ‘check’ azul a su foto de perfil para hacerse pasar por cuentas verificadas.
El objetivo de las falsas princesas de Asturias: personas mayores y vulnerables
Desde el Grupo de Investigación de Fraudes Online de la Unidad de Ciberdelincuencia de Policía Nacional confirman a EL PAÍS que, por el momento, no hay casos de la estafa de la falsa Leonor en España, aunque el grueso de las víctimas que buscan los estafadores, según se desprende tras analizar decenas de estos perfiles falsos, son personas mayores (en algunas versiones afirman que solo “ayudan” a mayores de 60 años), de latinoamérica y, muy especialmente, en situación de vulnerabilidad. Fue el caso de Juana Cobo: “Yo no tengo nada, soy huérfana y no tengo ni casa propia”, cuenta esta guatemalteca, con dos hijos a su cargo. “Quería el dinero para salir adelante”.
Cobo asegura que ni siquiera tenía la cantidad que le exigieron los estafadores. “Tuve que pedir prestado a un familiar”, cuenta. “Ahora no sé cómo voy a poder pagárselo”. La cuantía total que Cobo tuvo que pagar es prácticamente el doble del salario mínimo en Guatemala, muy cercano al salario medio del país, según datos de Naciones Unidas.
Un timo con más de 200 años de antigüedad
La estafa de la falsa Leonor es solo la última versión de un timo con más de 200 años de antigüedad. El historiador Martín Turrado, especializado en la historia de la Policía en España, cuenta en su libro Estudios sobre Historia de la Policía y Gentes de Malvivir (Visión Libros, 2006) que esta treta se puso en circulación a principios del siglo XIX con el nombre de “el tesoro escondido”, en el que se hacía creer a la víctima que había un tesoro enterrado y que, si ayudaba económicamente a desenterrarlo, se le ofrecería parte del botín.
Turrado explica que el timo se popularizó debido a que durante la Guerra de la Independencia (1808 - 1814) empezaron a correr rumores de que mucha gente enterró sus pertenencias para evitar que el ejército de Napoleón se hiciera con ellas. “Con estos antecedentes”, cuenta Turrado en el libro, “los timadores encontraron una trama argumental para su cuento lo suficientemente creíble para que el primo soltara la pasta, que es en el fondo de lo que trata este negocio”.
Ya en el siglo XX, el timo se popularizó en España con el nombre de “cartas nigerianas” o “príncipe nigeriano”, debido a que la estafa se hacía por cartas que provenían de grupos organizados de estafadores de Nigeria que se hacían pasar por un príncipe de ese país que buscaba un heredero. A principios del siglo XXI, el correo electrónico empezó a ser la vía más utilizada: Snopes, una página web especializada en desmentir bulos, tiene registros de este tipo de emails desde el año 2003. En el ejemplo de Snopes, los timadores se presentan como personal del banco suizo HSBC. En la década pasada, empezó a realizarse por mensajes privados de Facebook y Twitter.
Actualmente, “el fraude online está amasando mucho dinero y eso hace que los estafadores tengan muchos recursos”, explican desde El Grupo de Investigación de Fraudes Online de la Unidad de Ciberdelincuencia de Policía Nacional. Esto permite a los estafadores ‘comprar’ credibilidad: pueden comprar cuentas que ya cuentan con miles de seguidores para que sea más sencillo hacerlas pasar por auténticas, comprar seguidores, bots o pequeñas cuentas falsas para que realicen comentarios positivos. A pesar de que ninguno de estos perfiles de Leonor son reales, muchos de ellos están llenos de mensajes dando las gracias por haber “recibido un gran premio” por parte de la princesa. Esto hace que las posibles víctimas crean que la ayuda existe.
Cómo evitar caer en este tipo de estafas
EL PAÍS ha solicitado al Grupo de Investigación de Fraudes Online de la Unidad de Ciberdelincuencia de Policía Nacional pautas o consejos para evitar caer en este tipo de bulos. Esto es lo que recomiendan:
- Desconfiar de perfiles que no son oficiales.
- Desconfiar de cualquier cuenta en redes sociales que ofrezca dinero de forma aparentemente altruista.
- No hacer clic en ningún enlace sospechoso que provenga de este tipo de perfiles y no ofrecerles ningún tipo de información personal.
- Si no podemos comprobar si se trata de una suplantación, consultarlo con alguien de nuestro entorno que pueda aportar una visión crítica.