Sam Altman vuelve al consejo de OpenAI por la puerta grande

La investigación independiente encargada por la firma concluye que no había razones que exigieran el despido de hace tres meses

Sam Altman, el consejero delegado de OpenAI, durante el Foro de la APEC en San Francisco.Carlos Barria (REUTERS)

Sam Altman completa su regreso a OpenAI con su vuelta al consejo. El primer ejecutivo y cofundador de la firma que ha popularizado la inteligencia artificial con su ChatGPT regresa al consejo de administración. Inicialmente, tras su sorprendente y fulgurante despido del 17 de noviembre pasado, ...

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Sam Altman completa su regreso a OpenAI con su vuelta al consejo. El primer ejecutivo y cofundador de la firma que ha popularizado la inteligencia artificial con su ChatGPT regresa al consejo de administración. Inicialmente, tras su sorprendente y fulgurante despido del 17 de noviembre pasado, ya había vuelto a ser el jefe de la empresa por el pulso de los empleados al anterior consejo. Sin embargo, había quedado al margen del máximo órgano de gobierno a la espera de una investigación independiente contratada por una comisión del consejo para que arrojase luz sobre los motivos de su cese. La conclusión de ese informe es que hubo una ruptura mutua de la confianza entre el anterior consejo y Altman, pero que la conducta de Altman no exigía su destitución. “Siguiendo la recomendación de la comisión especial, el consejo expresó su plena confianza en el liderazgo actual de OpenAI por parte de Sam Altman y Greg Brockman”, que por entonces era presidente, ha indicado la firma en un comunicado.

“Hemos llegado a la conclusión unánime de que Sam y Greg son los líderes adecuados para OpenAI”, declaró Bret Taylor, presidente del consejo. La investigación fue encargada en diciembre a la firma WilmerHale, que revisó más de 30.000 documentos, realizó docenas de entrevistas (incluyendo a miembros del anterior Consejo de OpenAI, ejecutivos de OpenAI, asesores del anterior consejo y otros testigos) y evaluó varias acciones corporativas antes de presentar su informe, que OpenAI no ha hecho público. Los investigadores revisaron el comunicado público sobre la destitución emitido por el anterior consejo y concluyó que la declaración reflejaba con precisión el motivo de la decisión, la referida pérdida de confianza.

“WilmerHale concluyó que el anterior consejo creía en ese momento que sus acciones mitigarían los retos de gestión interna y no preveía que sus acciones desestabilizarían la empresa”, dice el comunicado de OpenAI publicado este viernes. El informe también sale al paso de las especulaciones que se habían manejado en torno al cese: “La decisión del anterior consejo no surgió de preocupaciones relativas a la seguridad o protección del producto, el ritmo de desarrollo, las finanzas de OpenAI o sus declaraciones a inversores, clientes o socios comerciales”, sostiene, según la información difundida por la empresa.

El comunicado de OpenAI da a entender, además, que el informe llega a la conclusión de que el anterior consejo se precipitó en su decisión. “Aplicó su decisión en un plazo de tiempo abreviado, sin avisar con antelación a las partes interesadas clave y sin una investigación completa o una oportunidad para que el señor Altman abordara las preocupaciones del anterior consejo”. Aun así, WilmerHale determinó que el consejo actuó dentro de su amplia discreción para despedir al señor Altman, pero “también determinó que su conducta no exigía la destitución”.

Tras revisar el informe, la comisión especial de OpenAI que lo encargó recomendó al consejo en pleno que respaldara la decisión del 21 de noviembre de volver a contratar a Sam Altman y Greg Brockman (por entonces presidente), destituidos a la vez.

Tres nuevas consejeras

Cerrada esa página, el consejo de OpenAI ha decidido nombrar nuevos consejeros y abordar mejoras de gobierno corporativo que no ha detallado con precisión. La empresa habla en su comunicado de un nuevo conjunto de directrices y de reforzar la política de conflictos de intereses (Altman tiene varios negocios e iniciativas en paralelo a la empresa). También ha anunciado la creación de una línea directa de denuncia anónima de irregularidades para todos los empleados y contratistas de OpenAI. Asimismo, se crean nuevas comisiones del consejo, incluida una de Misión y Estrategia, centrada en la implementación y el avance de la misión principal de OpenAI.

Además del regreso de Altman, el consejo ha decidido nombrar a tres nuevos miembros. Son tres mujeres, que compensan que hasta ahora hubiera solo tres hombres (Adam D’Angelo, Larry Summers y Bret Taylor). Las nuevas consejeras son Sue Desmond-Hellmann, antigua directora general de la Fundación Bill y Melinda Gates, consejera de Pfizer y miembro del Consejo de Asesores del Presidente sobre Ciencia y Tecnología; Nicole Seligman, anterior exvicepresidenta de Sony y expresidenta de Sony Entertainment, y consejera de Paramount Global, Meira GTx e Intuitive Machines, y de Fidji Simo, presidente y consejero delegado de Instacart y consejero de Shopify.

El consejo pasa, por tanto, a tener siete miembros, con mayor experiencia y preparación que el anterior, que había sufrido importantes bajas. Además, tiene un representante de Microsoft como observador.

“Como presidente del consejo, estoy encantado de dar la bienvenida a Sue, Nicole y Fidji al consejo de administración de OpenAI. Su experiencia y liderazgo permitirán al consejo supervisar el crecimiento de OpenAI y garantizar que perseguimos la misión de OpenAI de asegurar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad”, indicó Taylor en un comunicado. “Reconocemos la magnitud de nuestro papel en la gestión de tecnologías transformadoras para el bien mundial”, añadió.

OpenAI y Sam Altman han sido demandados recientemente por Elon Musk, que alega precisamente que la firma se ha desviado de su propósito original de desarrollar la inteligencia artificial en beneficio de toda la humanidad y se ha mercantilizado. La firma ha cerrado recientemente una operación que la valora en unos 86.000 millones de dólares. Los intereses económicos jugaron un papel clave en la vuelta de Sam Altman tras su despido.

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