“Los niños no son muñecos para ganar seguidores”: así les afectan las bromas virales en TikTok
Vídeos de padres que se ríen al gastarles bromas a sus hijos o asustarlos acaparan millones de visualizaciones
Un bebé llora sin parar. Le lanzan una loncha de queso a la cara y, como por arte de magia, deja de llorar. Es una de las bromas virales en TikTok. En otros casos, los padres rompen huevos en la cabeza de niños para ver su reacción o l...
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Un bebé llora sin parar. Le lanzan una loncha de queso a la cara y, como por arte de magia, deja de llorar. Es una de las bromas virales en TikTok. En otros casos, los padres rompen huevos en la cabeza de niños para ver su reacción o les hacen creer que se han manchado con caca cuando en realidad se trata de Nutella. TikTok está repleto de vídeos virales de progenitores que humillan a sus hijos. Varios expertos aconsejan evitar este tipo de bromas por sus posibles consecuencias negativas en los menores.
Basta con buscar en TikTok egg crack challenge (desafío de romper huevos, en español) para visualizar decenas de ejemplos. Normalmente, los niños están con algún familiar mientras cocina. Esperan para ver cómo casca un huevo en un bol. Pero en el último momento el adulto lo rompe contra la frente del menor. Hay reacciones de todo tipo: de los niños que se enfadan a los que intentan vengarse, los que lloran o los que se quedan atónitos y se quejan del dolor.
“Me parece muy grave este tipo de bromas en redes sociales porque son una exposición bastante irrespetuosa de la privacidad de sus hijos”, sostiene Amaya Prado, experta en psicología educativa y vocal de la junta de gobierno del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. En otros vídeos los bebés reaccionan a un cactus de peluche que está quieto y de repente se mueve y suena. La mayoría se asustan y lloran. “Nada como un padre haciendo llorar a su hijo por extraños”, afirma un usuario que recopila varios TikToks de este tipo.
Joanne Broder, psicóloga experta en relaciones saludables con la tecnología y presencia en las redes sociales, considera que el objetivo de los padres es llamar la atención y obtener likes, comentarios y validación. “Estos padres no solo están abusando física y emocionalmente de sus hijos mediante la vergüenza, el ridículo y la humillación, sino que hacerlo públicamente es alardear ante el mundo entero de ello”, asegura Broder, que forma parte de la Asociación Estadounidense de Psicología.
Bromas dañinas para los niños
¿Qué supone para los niños que graben estos vídeos y los compartan en redes? Según Prado, depende del tono, la naturaleza y la frecuencia de las bromas. Si son constantes y humillantes, “pueden afectar a su autoestima, haciéndoles sentir menospreciados o ridiculizados, especialmente porque las bromas se van a visibilizar”. Además, las bromas inapropiadas “pueden generarles ansiedad y estrés y tener un impacto duradero en su reputación online”. “Los contenidos embarazosos o humillantes pueden ser compartidos y guardados, afectando a la forma en que los perciben sus compañeros y otras personas en línea”, afirma.
Los bebés, aunque no sean conscientes de lo que está ocurriendo, también pueden sufrir consecuencias: “Aunque no comprenden las redes sociales ni las bromas en el sentido que lo haría un niño mayor, esta exposición en línea puede influir en su bienestar emocional”. Algunas investigaciones analizan, por ejemplo, cómo influye en la privacidad de los niños que sus padres publiquen vídeos suyos en redes sociales. Prado subraya que los TikToks pueden permanecer en Internet durante mucho tiempo y afectarles cuando sean mayores.
“Algunos niños pueden no darse cuenta ahora de que están siendo maltratados, pero podrían tener un trastorno por estrés postraumático más adelante y preguntarse ‘¿por qué mis padres me hicieron esto?’. Es posible que crezcan y sientan ira, resentimiento y vergüenza hacia sus progenitores”, explica Broder. Este tipo de bromas pueden romper la confianza entre padres e hijos, como destaca Deena Margolin, psicóloga especializada en crianza: “Por favor, deja de romper huevos en la cabeza de los niños. Puede que te parezca una tendencia divertida, pero para tu hijo es una ruptura de la confianza. Se supone que para él eres una persona segura, no alguien que le sorprende y le daña”.
A ello se suma que los padres son modelos que seguir para sus hijos. “Si haces bromas irrespetuosas o insensibles en línea, los menores pueden aprender que este tipo de comportamiento es aceptable”, afirma Prado. En la misma línea se posiciona Margolin: “Después no te sorprendas si tus hijos comienzan a portarse mal o golpear a otros niños y tocarles sin preguntarles. Lo aprendieron de ti”.
¿Bromas por desconocimiento?
Kirstyn Sommer, psicóloga que investiga el desarrollo cognitivo, social y emocional temprano de los niños en la Universidad Griffith en Australia, cree que algunos padres realizan estos retos porque han visto a muchos otros usuarios hacerlos y no son conscientes de que pueden ser perjudiciales para sus hijos. Destaca que probablemente no sepan detalles sobre el desarrollo infantil y el funcionamiento del cerebro de los menores. “Y probablemente no se dan cuenta de lo duro que es un huevo”, indica en un video publicado en TikTok.
No todas las bromas son iguales. Para intentar que sean bien recibidas, Prado aconseja optar por aquellas “que generen risas positivas y no estén destinadas a ridiculizar o herir los sentimientos”. La experta sugiere hacer “bromas suaves sobre características graciosas o hábitos familiares comunes, pero siempre asegurándose de que sea en tono amigable y no ofensivo”. Otra alternativa es optar por publicar fotos divertidas con un comentario gracioso o bromas relacionadas con experiencias o situaciones compartidas en la familia: “Esto puede crear un sentido de complicidad y hacer que la broma sea más divertida para todos”.
Lo más importante es “conocer los límites y evitar tocar temas sensibles o situaciones que podrían ser incómodas para los niños”. Si bien hay bromas que pueden resultar menos dañinas para los menores, Broder aconseja evitar compartirlas en redes sociales: “No se me ocurre ninguna razón para hacer bromas a niños, especialmente en TikTok. Se trata de seres humanos, no muñecos para ayudar a los padres a ganar seguidores o entretenerlos”.
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