Facebook amplía su rol de árbitro: suprime contenido político en Vietnam y EEUU
A causa del coronavirus, las redes sociales han empezado a ampliar sus motivos para retirar contenido
La caída de los servidores locales de Facebook en Vietnam provocó entre febrero y abril que el tráfico de la plataforma en el país asiático fuera lento. El gobierno comunista vietnamita usó esta táctica para forzar a la red a cumplir con sus leyes de censura contra posts “antigubernamentales”, según una exclusiva de la agencia Reuters.
Facebook acató la petición de las autoridades: “El gobierno vietnamita n...
La caída de los servidores locales de Facebook en Vietnam provocó entre febrero y abril que el tráfico de la plataforma en el país asiático fuera lento. El gobierno comunista vietnamita usó esta táctica para forzar a la red a cumplir con sus leyes de censura contra posts “antigubernamentales”, según una exclusiva de la agencia Reuters.
Facebook acató la petición de las autoridades: “El gobierno vietnamita nos ha pedido que restrinjamos el acceso a contenido que considera ilegal en Vietnam”, dice un portavoz de la compañía. “Creemos que la libertad de expresión es un derecho humano fundamental, y trabajamos duro para protegerla y defenderla en todo el mundo. Sin embargo, hemos tomado esta decisión para asegurar que nuestros servicios siguen disponibles para millones de personas en Vietnam”, añade. La red social mantiene por tanto su presencia y negocio a Vietnam a cambio de censurar el contenido que le pida el Gobierno. No está claro si en todos los casos o Facebook se resiste un poco.
La decisión sienta un precedente peligroso para que otros gobiernos la empleen, según declaraciones de Amnistía Internacional a Reuters: “Gobiernos de todo el mundo lo verán como una invitación abierta para reclutar a Facebook para la censura estatal”, dice la organización. Amnistía calcula que al menos 16 personas fueron detenidas por escribir posts prohibidos en Vietnam. La ley de ciberseguridad que ahora cumple Facebook les obliga a tener oficina local y conservar datos locales en Vietnam. Facebook dice sin embargo que no almacena datos de usuarios dentro del país.
Mientras esto ocurre en Vietnam, en Estados Unidos Facebook ha optado por eliminar páginas que pedían manifestarse en contra del confinamiento cuando desafiaban “las recomendaciones de los gobiernos en distancia social”. En Estados Unidos ha habido manifestaciones en varios estados en contra de las órdenes de los gobernadores bajo el lema “Liberate”. Algunas de esas manifestaciones han sido apoyadas abiertamente por el presidente del Gobierno federal, Donald Trump.
Estas dos decisiones, aunque de origen y motivaciones distintas, muestran la capacidad dominante de la plataforma de decidir qué y cómo se dice. Como empresa privada, Facebook puede decidir cuáles son las políticas comunitarias y actuar en consecuencia. Pero su rol creciente en el debate público hace que esas decisiones tengan cada vez mayores consecuencias.
Así razona un portavoz de la compañía sobre la decisión en Estados Unidos: “A no ser que un Gobierno prohíba el evento, permitimos que se organice en Facebook. Por este mismo motivo, eventos que desafían las recomendaciones gubernamentales en distancia social no son permitidos en Facebook”. Parece que por las grietas de razones así, Facebook puede llegar a borrar mucho contenido. Según la compañía a preguntas de EL PAÍS, en España no se ha borrado ningún contenido por estos motivos.
Facebook no es la única plataforma que está ampliando sus opciones de borrar contenido hasta límites que rozan libertades civiles. El pasado miércoles Twitter anunció que había ampliado sus normas e iba a pedir que se eliminaran tuits cuyo “contenido niegue las recomendaciones de las autoridades sanitarias globales o locales e incremente las posibilidades de contagio” o “nieguen los consejos de expertos”. Ese tipo de contenido puede incluir mucha variedad, pero la compañía también anunció que hasta ese día solo había eliminado 2.200 tuits en todo el mundo con “contenido engañoso o potencialmente dañino”. A preguntas de este periódico, Twitter no ha querido desglosar por países los tuits borrados.
“Parece poco probable que la censura de contenidos nocivos, engañosos, o que incremente el riesgo de contagio, pueda dar lugar a un conflicto judicial. El problema viene cuando Twitter se reserva la capacidad de censurar a usuarios que expresen sus opiniones en contra de los expertos (¿cuáles?) y las de autoridades sanitarias”, dice Luis Gervás de la Pisa, abogado de Secuoya Group.
En España algunos usuarios han creado por ejemplo el hashtag #10demayosesale. No está claro si irá en contra de las autoridades y si intentan desobedecer y ponen en peligro al resto de la población. Pero son decisiones que un día pueden caer sobre Twitter u otra plataforma.
La presidente de YouTube, Susan Wojcicki, dijo este martes en la CNN que suprimirían todo el contenido que fuera “médicamente no probado”. Las tres compañías están añadiendo preceptos a sus políticas que van a llamar más la atención sobre su peso y límites.
“Las redes sociales pueden establecer normas de participación a fin de eliminar comentarios ilícitos o lesivos, sin necesidad de que exista una sentencia judicial. Basta con que la ilicitud sea palmaria”, añade Gervás de la Pisa. “No obstante, si las normas de participación son arbitrarias o se aplican en contra de los derechos de libertad de expresión o información, este tiene derecho a reaccionar judicialmente”.