Un Café con cruasán y 3D

Barcelona acoge el primer FabCafé de Europa, que pone la fabricación digital al alcance técnico y económico de todos

El FabCafé de Barcelona.Heiki Schuricht

Laia ha dibujado dos búhos abrazados y quiere convertirlos en un objeto. Tras descartar la posibilidad de tallarlos en madera o soplarlos en vidrio, decidió realizarlos con una impresoras 3D de las que se habla continuamente. Sin embargo, hasta ahora la empresa no era nada fácil para una persona. La situación está cambiando. La inauguración en Barcelona del primer FabCafe de Europa, fórmula acuñada y registrada por la productora japonesa Loftwork, combina laboratorio de fabricación y cafete...

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Laia ha dibujado dos búhos abrazados y quiere convertirlos en un objeto. Tras descartar la posibilidad de tallarlos en madera o soplarlos en vidrio, decidió realizarlos con una impresoras 3D de las que se habla continuamente. Sin embargo, hasta ahora la empresa no era nada fácil para una persona. La situación está cambiando. La inauguración en Barcelona del primer FabCafe de Europa, fórmula acuñada y registrada por la productora japonesa Loftwork, combina laboratorio de fabricación y cafetería, lo cual significa poder imprimir el dibujo en máquinas de última generación, mientras se toma un café con pasteles caseros.

“Somos el tercer FabCafe del mundo, hasta ahora solo había uno en el barrio de Shibuya en Tokio y otro en Tapei”, asegura Sergi Rubio, miembro con Arjel Mol, Laura Fernández y Cecilia Tam del colectivo MOB - Makers of Barcelona, que organiza el 22 de junio la Mini Makers Faire de España.

“La idea es poner la fabricación digital al alcance de todos. Sin embargo, el cliente trabajará siempre con la colaboración de un técnico, así que no es necesario que tengan conocimientos previos, tan sólo deben traer el archivo informático del objeto que quieren fabricar”, aseguran los promotores de FabCafe.

“El FabCafe tiene tarifas asequibles a todos los bolsillos y durante el primer mes ofrecemos precios especiales”, indican. Hasta finales de abril imprimir un objeto en una de las tres impresoras Entresd les ha proporcionado, costará 5 euros más 20 céntimos por gramo del material plástico de colores, que suministran ellos mismos.

Además de las impresoras 3D, la comida y repostería casera, y el ambiente cálido y acogedor, el FabCafe ofrece otro aliciente: la Speedy 400 Flexx, la primera cortadora y grabadora láser de España que permite trabajar conjunta y simultáneamente con materiales orgánicos e inorgánicos. “Hasta ahora si tenías que grabar un cuchillo debías utilizar una máquina para el mango y otra para la hoja, mientras que la Speedy 400 Fleex al trabajar con laser CO2 y fibra, permite hacer todo a la vez y en el mismo paso. Es un avance revolucionario”, indica Lorena Schmitzberger, técnica de la empresa austriaca Trotec, considerada la Rolls Royce de las cortadoras y grabadoras láser, que ha prestado al FabCafe uno de los aparatos que ahora empiezan a comercializarse en España y que por el momento se han podido ver en el laboratorio de Iron Man en las películas homónimas. El coste por utilizar la Speedy, que acepta objetos de dimensiones considerables (hasta 60 centímetros por un metro) se mide en tiempo: ocho euros para 15 minutos y 15 euros para media hora.

“Con los Fabcafé la fabricación digital sale de los talleres industriales, los laboratorios universitarios y los centros de arte, para instalarse en un espacio cotidiano y familiar, donde todos se sentirán mucho más cómodos con plotters, impresoras 3D y cortadoras láser, que en un marco profesional o académico”, explica Rubio.

La actividad del grupo MOB no acaba en la cafetería. Actualmente acogen en sus locales D-Health, una plataforma multidisciplinar que intenta paliar los problemas de los hospitales barceloneses, y a un grupo de estudiantes estadounidenses de arquitectura que investigan nuevas tecnologías de corte para maquetas. “Puedes fabricarte tus gafas preferidas o imprimir la cara de tu mascota en una caja y pronto también podremos escanear los clientes para que se lleven a casa una esculturita de su rostro. Es creativo y divertido”, concluye.

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