McDonalds ofrece un servicio de acceso a Internet para hacer más golosos sus productos

De los juguetes incluidos en los menús infantiles a la última oferta de acceso a Internet para los padres, el gigante de la hamburguesa pretende engatusar a todos para superar de su bache económico

El último ardid de la cadena de comida rápida McDonalds para incrementar el atractivo de sus productos es ofrecer un servicio de pago de acceso a Internet. La empresa, que cobra por este servicio cerca de 5 dólares por dos horas, estudia lanzar cupones y descuentos con determinados menús "para hacerlos más apetitosos", explicó el presidente de la compañía en la costa oeste de EEUU, Don Thompson.

Los críticos ven en la promoción un "asalto" sin precedentes, que consiste en asociar todo tipo de actividades con las hamburguesas y las patatas fritas. Desde las Barbie, pasando por un amplio ...

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El último ardid de la cadena de comida rápida McDonalds para incrementar el atractivo de sus productos es ofrecer un servicio de pago de acceso a Internet. La empresa, que cobra por este servicio cerca de 5 dólares por dos horas, estudia lanzar cupones y descuentos con determinados menús "para hacerlos más apetitosos", explicó el presidente de la compañía en la costa oeste de EEUU, Don Thompson.

Los críticos ven en la promoción un "asalto" sin precedentes, que consiste en asociar todo tipo de actividades con las hamburguesas y las patatas fritas. Desde las Barbie, pasando por un amplio abanico de vídeojuegos o películas, cada vez más productos llevan el nombre de McDonalds, cuyos menús se ofrecen en multitud de cafeterías escolares estadounidenses.

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La compañía, que se resiste al cambio y no quiere creer que la cultura de la comida sana pueda hacer mella en su negocio, ofrece a sus clientes en la bahía de San Francisco y Nueva York engullir hamburguesas mientras navegan. La iniciativa comenzó a primeros de año y a finales del mes pasado, McDonalds se dijo dispuesta a equipar con acceso inalámbrico a la red a varias docenas más de locales de San Francisco, informa EFE.

Se trata de un anzuelo para impulsar el gasto de los padres, que suma unos 600.000 millones de dólares anuales a los 300.000 que desembolsan ya los niños de entre 4 y 12 años, según James McNeal, profesor de la Universidad de Texas. McDonalds, por primera vez en su historia, está registrando pérdidas y el cierre de cientos de locales en todo el mundo podría sugerir que encara "algo más que un mal momento o una feroz competencia", advierte la agencia de noticias.

Algunos analistas dudan de que tenga clientes con el suficiente poder adquisitivo para sufragar el gasto extra, o interesados en un servicio de esa índole mientras comen. Muchos adelantan que la iniciativa podría no llegar a buen puerto, puesto que tal y como contempló el propio director de estrategia de McDonalds, Mark Jamison, curándose en salud: "Somos muy buenos vendiendo hamburguesas, pero no prediciendo lo que va a ocurrir en tecnología".

McDonalds no es la primera que se aventura en explota el tirón de las tecnologías. El año pasado, la cadena de cafés Starbucks llegó a un acuerdo con T-Mobile para utilizar el sistema Wi-Fi, que permite conexiones a Internet hasta 50 veces más rápidas que el teléfono.

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