Países Bajos niega la residencia a tres mujeres afganas porque “no visten al estilo occidental” y podrían adaptarse al régimen talibán
Las autoridades quieren deportarlas al considerar que el ‘apartheid’ de género del país no afecta a sus vidas porque además se dedican a trabajos domésticos
El Servicio de Inmigración y Naturalización (IND) de Países Bajos, ha decidido que tres mujeres afganas que habían solicitado un permiso de residencia pueden ser devueltas a Afganistán. Las autoridades neerlandesas sostienen que el trío “no ha podido demostrar de manera suficiente que las normas de los talibanes les impidan llevar la vida que deseen”. Tampoco han logrado probar que sus vidas corran peligro, en un país que, según el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, discrimina de tal manera a las mujeres que equivale a una “persecución”. La resolución del IND será revisada en febrero por los jueces, por lo que no serán expulsadas todavía.
En un comunicado, Amnistía Internacional indica que Inmigración ha rechazado las tres peticiones porque las mujeres “no visten al estilo occidental”. Como además en Países Bajos se dedican “a tareas domésticas” en el ámbito familiar, podrían adaptarse a la vida en Afganistán, explica la organización.
En su respuesta, colgada también en Internet, el IND admite que “es indiscutible que los talibanes oprimen a las mujeres”. Sin embargo, y aunque este rechazo es “excepcional”, aseguran que las solicitantes no han demostrado que les sea imposible llevar en su país “la vida que deseen”. Por otro lado, el hecho de que en Países Bajos “se atrevan a salir a la calle, a trabajar, y tengan la oportunidad de ser independientes y autónomas no significa que no puedan adaptarse”, al volver a su país, según reza la decisión, a la que ha tenido acceso el programa televisivo Nieuwsuur.
Desde que los talibanes tomaron el poder en 2021, se aplican a las mujeres normas contrarias a la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de la Mujer. No se les permite trabajar en la mayoría de empleos, y tampoco pueden ir a la escuela secundaria o a la universidad. Tienen prohibido cantar y hablar en público, y no tienen acceso a parques, gimnasios y clubes deportivos. Recibir atención médica es difícil debido a las restricciones de movilidad, y al hecho de que no pueden ser tratadas por médicos varones en la mayoría de los casos. Además, en 2024, una ordenanza de los talibanes prohibió que las mujeres estudiaran medicina u obstetricia, cerrando así una de las últimas vías para proveerlas de atención médica.
Países Bajos reconoce que Afganistán discrimina a la mujer, y en 2024, el actual ministro en funciones de Exteriores, David van Weel, inició un procedimiento contra el país por violar la Convención de la ONU sobre los Derechos de la Mujer. En la iniciativa participaron Canadá, Australia y Alemania. Se hizo, según Van Weel, “para dar una señal clara de que estos derechos deben respetarse”.
Ahora, el mismo ministro, que se ocupa además de Asilo y Migración, “quiere enviar de vuelta a estas tres mujeres”, ha declarado a la televisión pública neerlandesa Frans Willem Verbaas, el abogado que las representa. “Es escandaloso”, ha añadido. En su opinión, los argumentos del IND son obsoletos “porque el Tribunal de Justicia [de la UE] ya ha determinado que hemos superado el debate sobre si las afganas están `occidentalizadas’ o no: todas sufren bajo el régimen talibán”.
Ese fallo del TJUE puede interpretarse en el sentido de que ningún Estado miembro de la Unión Europea puede devolver a las mujeres afganas a su país. Por el contrario, tanto el IND como el Ministerio de Asilo e Inmigración lo ven de otro modo: consideran que pueden conceder el asilo, “pero se lleva a cabo una evaluación minuciosa de forma individual, y en el caso de estas tres mujeres ha resultado desfavorable”, explica el mismo comunicado.
En estos momentos, los solicitantes afganos de asilo que hayan sido rechazados no pueden ser deportados porque Países Bajos y Afganistán no mantienen relaciones diplomáticas. El próximo febrero, los jueces evaluarán uno de los casos rechazados. El abogado Verbaas espera elevar ese mismo mes los otros dos expedientes ante el Consejo de Estado.