Estados Unidos erradica la presencia de la ‘avispa asesina’ tras cinco años de batalla
La peligrosa especie invasiva fue rastreada por primera vez a 2019 al Estado de Washington y a la Columbia británica
Cuando la avispa asesina apareció por primera vez en Estados Unidos, en diciembre de 2019, el insecto invasor trajo consigo una serie de titulares provocados por su peligrosa reputación. Miles cadáveres de abejas se hallaron en campos apícolas del Estado de Washington. En un año, unas 50 personas murieron en Japón y otras 42 en China por los piquetes de la especie invasora. Los entomólogos rastrearon su presencia hasta la Columbia Británica, en Canadá, confirmando la expansión de la avispa. Cinco años más tarde hay noticias de esta batalla. Las autoridades del departamento de Agricultura han declarado la erradicación de esta especie, la Vespa mandarinia, en el Estado de Washington y de todo el país.
El anuncio se produjo el miércoles y sigue a tres años sin avistamientos confirmados de este tipo de avispa, de unos tres centímetros de longitud, con el tórax negro y la cabeza naranja. Sus mandíbulas son tan potentes que tienen la capacidad de partir a las abejas por la mitad, ataques especialmente frecuentes al final del verano y a inicios del otoño en el hemisferio norte. “Mi equipo ha dedicado años de trabajo muy duro a vigilar el Estado y la nación de esta invasiva amenaza a nuestros polinizadores y a la agricultura”, dijo Derek Sandison, el director del Departamento de Agricultura de Washington, la región que se convirtió en el principal campo de batalla en el último lustro.
Sandison asegura que de no haber eliminado a esta especie, el país habría enfrentado una seria amenaza para su población de abejas y otros insectos nativos. Cuando atacan, las avispas asesinas secretan una feromona con la que marcan el panal, convirtiéndolo en su objetivo. Típicamente cuando las abejas obreras alimentan a la reina y los zánganos abandonan el sitio para aparearse. La marca indica al resto de avispas el sitio del ataque. Medio centenar de estos insectos desciende entonces sobre la colonia para eliminarla completamente en menos de 90 minutos. La erradicación pone a las abejas fuera de peligro hasta que aparezca la próxima plaga.
Las autoridades también habían alertado desde 2020 el riesgo, más bajo, para los humanos. En Estados Unidos fallecen unas 72 personas anualmente por piquetes de abejas o avispas, de acuerdo a cifras oficiales. Ninguna de estas muertes ha sido vinculada a una avispa asesina en este periodo. La detección de este tipo de avispas era difícil para el ojo poco entrenado, pues estas podían confundirse con otros insectos. Fue necesaria una fuerte campaña de comunicación para educar a la población.
La erradicación fue posible gracias al trabajo de los científicos y especialistas tanto federales o estatales. Los responsables de Agricultura de Washington han destacado, sin embargo, el trabajo del público en la denuncia de avistamiento de nidos. Casi la mitad de las detecciones provino de reportes generados por la gente y científicos ciudadanos, quienes monitorearon las trampas y las poblaciones de avispas nativas.
Esto permitió la eliminación de cuatro nidos de avispas entre octubre de 2020 y agosto y septiembre de 2021. Todos estos estaban incrustados en cavidades de alisos comunes. Estas operaciones fueron realizadas con herramientas especiales como unas etiquetas telemétricas que permitían seguir los movimientos de los insectos y así poder localizar sus nidos. Estos eran retirados por equipos de científicos que vestían trajes especialmente diseñados para proteger ante potenciales ataques de esta especie.
La captura de estos nidos ayudaron también a conocer mejor a este tipo de avispa gigante, antes conocida como avispa asiática. El Departamento de Agricultura afirma que a pesar de que estos insectos aparecieron en Canadá y el Estado de Washington con solo unos meses de diferencia en 2019, los análisis genéticos sugieren en realidad que son especímenes que provinieron de distintos países.
El rastreo continuó en Washington a lo largo de todo 2024, especialmente en el condado de Whatcom, una región en la esquina más extrema del noroeste de Estados Unidos que colinda con Canadá. No hubo ningún avistamiento de avispas en las múltiples trampas colocadas en la zona, lo que ha permitido a las autoridades locales cantar la victoria.
La vigilancia sigue
Los servicios de monitoreo recibieron en octubre pasado una llamada del sur de Port Orchard, al oeste de la ciudad de Seattle, que aseguraba haber visto un espécimen de la Vespa mandarinia. Sin embargo, los entomólogos no pudieron ni ver ni hacerse con el ejemplar. “Sin este, las autoridades no pudieron confirmar la presencia de la avispa en un nuevo condado [Kitsap] y así añadirlo a nuestros registros”, señala Sven Spichiger, el encargado del control de plagas del Departamento de Agricultura del Estado de Washington. “En la imagen se aprecia una especie de avispa, pero no sabemos cómo llegó a ese condado”, añade.
Las autoridades locales pusieron tras la llamada varias trampas en el área como precaución. También han pedido a la población de la zona la colaboración para comunicarse en caso de que vuelvan a ver un insecto con la descripción de la avispa asesina. De momento, no existe evidencia de que exista presencia en el condado de Kitsap. Las autoridades seguirán vigilando el área a lo largo de 2025 como medida preventiva. Tres años sin registros hacen pensar que la guerra ha terminado. Por el momento.