El misterio de los langostinos congelados con fecha de consumo falseada un año de los que nadie se responsabiliza en Córdoba

La organización de consumidores Facua denuncia al supermercado Alcash, que señala a la pescadería, cuyo dueño a su vez culpa a Pescanova, empresa que rechaza las acusaciones. El producto está retirado y no constan intoxicaciones

Ejemplo de uno de los envases con la fecha de consumo preferente manipulada, en una imagen cedida por Facua.Facua

La organización de consumidores Facua ha denunciado al supermercado Alcash de Córdoba por vender una mariscada congelada de Pescanova con la fecha de consumo preferente falseada en un año. La responsabilidad de la venta parece un juego de detectives: Alcash responsabiliza a la pescadería, que alquila parte del local y vende sus propios productos; el pescadero culpa a Nueva Pescanova de un etiquetado erróneo, mientras la empresa gallega rechaza las acusaciones y dice que alguien de fuera ha manipulado las etiquetas. En cualquier caso, Facua presentó el 3 de octubre una denuncia ante la Unidad Alimentaria del Servicio de Salud Pública de la Junta de Andalucía, que confirma que ya se ha retirado el producto y que no hay constancia de que haya habido intoxicación de ningún cliente.

“Nos llamó la atención que una mariscada de 800 gramos de una buena marca saliera a la venta por menos de nueve euros (8,99) y en una oferta de tan solo cinco días. Por eso compramos el artículo para examinarlo y detectamos el falseado del etiquetado”, explica Paco Martínez, presidente de Facua en Córdoba.

Alcash es una cadena ubicada esa capital andaluza que se publicita bajo el lema “El mejor precio de tus primeras marcas”. Es habitual que realicen campañas de publicidad con ofertas llamativas que duran pocos días. “A veces nos flipamos y sacamos ofertas muy top por tiempo limitado”, se lee en su web. Cuentan con una enorme nave industrial que sirve como centro comercial en un barrio de nueva construcción. Allí alquilan parte de su espacio a una frutería y a una pescadería, cuyo propietario tiene además otros tres comercios en la urbe cordobesa.

Mariscos de la marca Pescanova anunciados como oferta en los supermercados Alcash, en una imagen cedida por Facua. FACUA Córdoba

Los congelados no suelen tener fecha de caducidad, sino fecha de consumo preferente, es decir, el momento en que se pueden consumir en condiciones óptimas. Cuando se consume más allá de esa fecha, el producto presenta un riesgo, aunque no esté caducado. “Es un riesgo para la seguridad alimentaria, porque desconocemos en qué situación va a estar cuando se descongele. La Administración ha ordenado la retirada de la venta inmediata y el producto ha quedado retirado. El establecimiento está diciendo que devuelve el dinero a los compradores”, apunta el experto de Facua.

“Cada fabricante puede otorgar una fecha de consumo preferente en función de la normativa. Por ejemplo, los mariscos y crustáceos congelados tienen un plazo máximo de consumo de 24 meses. Luego, el fabricante puede reducir ese periodo, porque considera que a partir de ese momento el producto pierde calidad y propiedades. En el caso de Pescanova, otorga a su producto 18 meses desde la fecha de congelación”, resume Martínez.

Sin embargo, la organización de consumidores ha constatado que el producto que estaba a la venta en la pescadería tenía etiquetas falsas encima de las originales, con el objetivo de confundir a los compradores. Después, se pusieron en contacto con la marca gallega de congelados, que les confirmó que el lote fue fabricado en octubre de 2022, por lo que la fecha de consumo preferente real era del 18 de abril de 2024, y no del 18 de abril de 2025 que indica ahora la etiqueta que tiene pegada el artículo.

¿Es normal falsear la fecha de consumo? “No es muy habitual, pero sí ocurre a veces, lo que pasa que no siempre se detecta. Por ejemplo, en agosto del año pasado denunciamos a los supermercados Dia por vender botellas de aceite caducado en Valladolid, a lo que la empresa respondió que se trataba de ‘un error no intencionado’. Nuestros técnicos van a supermercados y también recibimos quejas por parte de socios. Pedimos que las Administraciones Públicas realicen más inspecciones para evitarlo”, señala el presidente de Facua Córdoba. En su opinión, la Administración no siempre responde a las denuncias con la urgencia que requieren. “Deben salvaguardar los intereses de las personas consumidoras, no solo en alimentación, sino en textil, electrónica, compras por Internet...”, concluye.

A la búsqueda del responsable

La búsqueda del responsable no es sencilla. “Nosotros ni hemos comprado ni hemos vendido esos productos”, explican fuentes de Alcash. “Lo que tenemos es una pescadería alquilada que gestiona un señor externo. Está dentro del establecimiento, pero no lo vendemos nosotros. Sí que incluimos ofertas de este establecimiento, porque se pueden comprar ahí. Nosotros hacemos gestión de cobro, pero en el tique aparece su marca”, continúan. Facua responde: “Nosotros hemos denunciado a Alcash, ya que es quien aparece en la publicidad, y no tenemos por qué conocer en que régimen tienen ellos la pescadería”.

Una de las etiquetas supuestamente manipuladas de los langostinos, en una imagen cedida por Facua. FACUA Córdoba

El dueño de la pescadería, que pide anonimato, culpa por su parte al fabricante, Nueva Pescanova: “Ni nosotros ni el proveedor hemos cambiado la fecha ni manipulado las etiquetas, por lo que ha debido haber un fallo de etiquetado en Pescanova. Estamos esperando una comunicación por parte de esa empresa”. Respecto a los productos afectados, añade: “La Consejería de Salud [andaluza] nos llamó, colaboramos con ellos en todo momento, y ya está todo el producto retirado. Además, solo se vendieron 12 cajas y nadie se ha puesto malo ni ha sufrido ningún problema de salud”.

Desde Nueva Pescanova —nombre actual de la marca— niegan la mayor. Fuentes de la compañía gallega señalan que el producto no se ha fabricado desde el 22 de noviembre del 2022 (y su número de lote es B472222) y que la etiqueta sobrepuesta en el campo del lote que incluye no corresponde a la codificación original del producto, dado que le falta un número. Por tanto, alguien externo a la empresa ha debido manipularlo. Así se lo explicaron por carta a Facua. Desde la Consejería de Salud señalan: “Hasta el momento, solo sabemos que la empresa [malagueña] recibió una serie de cajas con la fecha ya alterada procedente de una empresa de Barcelona”. La organización de consumidores pide a las autoridades aclarar cuanto antes el misterio y depurar las responsabilidades.

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