Una enmienda subsanará el “error técnico” en la ley de paridad que propicia despidos
La ministra Ana Redondo comparece en el Congreso y ofrece datos del año y medio de vigencia de la ‘ley trans’: 5.900 personas se han cambiado de sexo registral y 85 solicitudes fueron denegadas
Otro “error técnico” en una ley y de nuevo con el Ministerio de Igualdad como protagonista, aunque con una titular distinta al frente. La actual responsable del departamento, la socialista Ana Redondo, ha anunciado en el Congreso que la próxima semana se presentará una enmienda a la ley de paridad aprobada hace solo mes y medio para subsanar ese desliz, que podría facilitar el despido de personas que hayan adaptado su jornada laboral para cuidar familiares. Mientras no se enmienda el error, la ministra se mostró convencida de que no tendrá mayores consecuencias porque “los empresarios no son insensibles ni están esperando a que haya una grieta jurídica para acometer despidos masivos”.
Redondo no se ha visto envuelta en una polvareda de tanta magnitud como la levantada en torno a su antecesora, Irene Montero, por la rebaja de penas que propició la luego enmendada también ley del solo sí es sí. Pero ha tenido que escuchar este verano algunas críticas muy duras, no solo del PP, sino de los sindicatos. El error se ha colado en lo que en teoría es la letra pequeña de la ley, su disposición final novena. Ahí se introdujo una reforma del Estatuto de los Trabajadores para incluir a las víctimas de violencia machista entre los supuestos de despido nulo. De esa forma se intentaba reparar otro despiste anterior de la ley trans, que dejó fuera esas circunstancias. Pero así como se arreglaba ese problema, los redactores del texto creaban otro: esta vez olvidaron mantener las menciones a las personas que adaptaron su jornada laboral para conciliar con la vida familiar. De tal modo que quedó la puerta abierta a su despido.
Ante la Comisión de Igualdad del Congreso, Redondo admitió el error y, sin exculpar a su departamento, redactor original de la ley, subrayó que el texto pasó por otros ministerios, por el Congreso y por el Senado sin que nadie advirtiera el patinazo. El diputado popular Jaime de los Santos señaló expresamente a otros responsables, los titulares de Trabajo, Yolanda Díaz, y Presidencia y Justicia, Félix Bolaños. Tanto la ministra como la diputada socialista Andrea Fernández insistieron en que el error no tendrá consecuencias y acusaron a la oposición de magnificarlo. “Los errores técnicos en las leyes están a la orden del día. En estos se pone un foco excesivo para menoscabar las políticas de igualdad”, aseguró Redondo.
La ministra también hizo balance de la aplicación de la ley trans, año y medio después de su aprobación, y se afanó en desmentir los “bulos” o “noticias de dudosa fiabilidad” sobre supuestos casos de personas que cambian legalmente de sexo registral con propósitos espurios. En ese aspecto se extendió, cómo no, la diputada de Vox Reyes Romero, quien, además del episodio conocido del ertzaina que se declaró mujer para esquivar una acusación de violencia machista, hizo referencia genérica sin aportar detalles a otras pretendidas actuaciones de hombres para meterse en los baños femeninos o buscar ventajas en oposiciones a policía.
Redondo se mostró muy contundente al defender que la ley no tiene agujeros y que existen controles suficientes para evitar que algunas personas se aprovechen de ella fraudulentamente. Resaltó que los responsables de los registros civiles disponen de potestades para indagar sobre las circunstancias personales de los solicitantes a fin de verificar sus verdaderas intenciones. Y ofreció datos: desde su entrada en vigor, se han aprobado 5.900 peticiones de cambio de sexo, se han denegado 85 y otros 8 interesados desistieron del propósito. “La ley se está aplicando correctamente en el 99% de los casos”, afirmó. En este punto, la ministra contó con la comprensión de algunos portavoces de otros grupos. “Una buena ley también puede ser utilizada para hacer trampas”, justificó Pilar Calvo, de Junts. “Puede haber fraudes a esta ley como hay quien defrauda a Hacienda”, convino Joseba Agirretxea, del PNV.
La ministra se presentó ante el Congreso con un discurso repleto de alertas contra los que intentan crear un clima social en el que las políticas de igualdad son “denostadas, ridiculizadas y denigradas” hasta llegar a la “banalización de la violencia de género”. Con un tono aún más preocupado, la diputada de ERC Pilar Vallugera sentenció: “Estamos perdiendo la batalla ideológica”. Redondo se dirigió al PP para instarle a que “no compre el discurso negacionista de la extrema derecha”. El popular De los Santos había descalificado todas las iniciativas del departamento de Igualdad en los últimos años como “un insulto al feminismo”.