Un comisario de policía jubilado mata a su pareja y a su exmujer en la provincia de Barcelona
Los cadáveres de las dos víctimas de violencia machista fueron hallados en Rubí y en la localidad vecina de Castellbisbal
Un comisario de Policía, jubilado el pasado mes de enero en Barcelona, Juan Fortuny de Pedro, ha matado a tiros a su actual pareja y a su exnovia en dos municipios de la provincia, muy próximos entre sí, y posteriormente se ha suicidado, según confirman fuentes policiales. Los Mossos d’Esquadra investigan como violencia machista el crimen de las dos mujeres en un caso del que no existen precedentes, al menos en los registros ni las hemerotecas. Las primeras informaciones apuntan a que el hombre ha matado primero a su expareja en Rubí y, a su novia actual, en Castellbisbal, donde el presunto asesino se ha suicidado tras el ataque. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha informado de que no constan denuncias previas de ninguna de las dos mujeres contra el hombre.
Según la investigación, Fortuny de Pedro habría atacado hacia las 12 horas a Pilar, expareja de 61 años del comisario jubilado, en su domicilio de la calle Música en Rubí, donde trabajaba para el Ayuntamiento del municipio y vivía con la mayor de sus hijas, quien ha llamado al Sistema de Emergecias Médicas (SEM) tras encontrar el cádaver de su madre en el domicilio. La sorpresa e incredulidad era patente entre los vecinos de este bloque ubicado en una zona tranquila de la localidad rodeada de parques, bares y una escuela de música.
A unos 15 minutos en coche de Rubí, un familiar de la pareja actual del comisario jubilado avisó casi a la misma hora al SEM para advertir de que había encontrado los cadáveres de Fortuny de Pedro y de su pareja, de unos 60 años, en el domicilio de esta, donde el exagente se suicidó tras dispararle en la cabeza, según las investigaciones de los Mossos. Ha sido en esta vivienda donde los agentes han encontrado la pistola con la que Fortuny de Pedro habría asesinado a las dos mujeres. Ninguna de las dos víctimas figuraba en el sistema de prevención de violencia de género.
El exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género Miguel Lorente, consultado sobre si existen precedentes, apunta que es “una situación bastante extraordinaria”, porque aunque el médico forense recuerda otro asesinato en el que el agresor cometió dos crímenes con dos parejas distintas —asesinó a su pareja a principios de los años noventa y otra pareja en 2001, en Salamanca—, “la simultaneidad” es lo que hace este “diferente”. Afirma que “hace falta más información para analizarlo con elementos y criterios”.
El presunto asesino, Fortuny de Pedro, era un alto cargo de la Policía Nacional, jefe regional de Operaciones. Trabajó 44 años en el cuerpo, tal y como la propia policía recordó en un mensaje en las redes sociales el día que se jubiló, el pasado 15 de enero. Fuentes de la Policía Nacional han confirmado que el autor de los hechos había desarrollado su carrera profesional en Cataluña y han señalado que la investigación está en manos de los Mossos d’Esquadra. Han rechazado comentar el caso y el hecho de que el presunto asesino hubiese formado parte del cuerpo policial.
Esas dos cuestiones, la jubilación y la pertenencia a un cuerpo policial, pueden ser factores a analizar para esclarecer el crimen, según Lorente. Por un lado, dice el forense, la jubilación en la práctica opera como las vacaciones o los festivos: “Aumenta el tiempo de convivencia, la posibilidad de que esa violencia escale. Y ese hombre llevaba jubilado desde enero”.
Por otro, sobre el suicidio, el exdelegado explica que cuando se produce un asesinato machista hay dos formas más comunes de responder a la violencia que se comete: “Una, cuando el agresor facilita la detención o se entrega voluntariamente. Y otra, en la que se suicida”. Esta última adquiere mayor sentido en “agresores que pertenecen a círculos sociales más integrados, o de estatus social más elevado”, porque “no quieren enfrentarse a entornos donde van a recibir el rechazo, la crítica, incluso el abandono por el delito que han cometido”. En este caso, un excomisario podría “no haber querido enfrentar un crimen después de su carrera profesional”, podría también ser para él “una forma de pagar por lo que ha hecho siendo consciente de que es un delito y conlleva sanción y reprobación”.
La alcaldesa de Rubí, Ana María Martínez, ha lamentado el asesinato por violencia machista en la localidad, que ha decretado tres días de duelo. En lo que va de año, el número de mujeres asesinadas asciende a 29; y son ya 1.273 desde que existen estadísticas oficiales, en 2003. Hay, además, un caso de violencia vicaria machista en investigación al que se suman, dentro del ámbito de la violencia de género, estos dos últimos crímenes.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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