Las enfermeras podrán prescribir ibuprofeno y paracetamol para tratar la fiebre
El Ministerio de Sanidad publica una guía para que estos sanitarios puedan iniciar, modificar la pauta o suspender los tratamientos con estos medicamentos
El Ministerio de Sanidad ha ampliado las posibilidades de indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las enfermeras (el colectivo se autodenomina en femenino), que ahora podrán prescribir también ibuprofeno y paracetamol para tratar la fiebre.
La guía, que se ha publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE), pretende orientar las actuaciones de las enfermeras (indicación, uso y autorización de dispensación de medica...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El Ministerio de Sanidad ha ampliado las posibilidades de indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las enfermeras (el colectivo se autodenomina en femenino), que ahora podrán prescribir también ibuprofeno y paracetamol para tratar la fiebre.
La guía, que se ha publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE), pretende orientar las actuaciones de las enfermeras (indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos), ya sea para iniciar su toma, modificar la pauta, prorrogar, suspender el tratamiento o finalizarlo. El documento, que se aprobó en la Comisión Permanente de Farmacia en el pasado mes de octubre, ha sido acordado por el Ministerio de Sanidad con el Consejo General de Enfermería (CGE) y la Organización Médica Colegial (OMC), entre otros representantes de los profesionales sanitarios.
Se trata de la sexta guía de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las enfermeras. Previamente, el Ministerio de Sanidad ha publicado guías para Enfermería en casos de heridas, diabetes tipo 1 y tipo 2, quemaduras, ostomías y sobre anticoagulantes orales.
Tal y como se recoge en el BOE, los contenidos descritos en esta guía pretenden “ser una ayuda a los profesionales para mejorar los resultados en salud de las personas que atienden, a través de una atención sanitaria integral, segura, colaborativa, de calidad, basada en la evidencia y centrada en la persona”.
La intervención de enfermería, que posibilita la indicación de antitérmicos, se integra como una parte más del conjunto del abordaje, proceso diagnóstico y tratamiento global de las personas con fiebre, y está destinada a controlar dicho síntoma, aumentar el bienestar del paciente, y disminuir las complicaciones asociadas al mismo. Por tanto, la actuación enfermera que describe esta guía se circunscribe al manejo farmacológico de la fiebre como síntoma, y en ningún caso excluye la valoración médica con la aplicación de las medidas que la situación clínica del paciente precise.
El Consejo General de Enfermería (CGE) ha dado la bienvenida a este avance. “Estas guías hacen justicia al desarrollo profesional que las enfermeras y enfermeros han experimentado, en los últimos años. Pero hay que dejar claro las enfermeras no quieren ser médicos, ni se cuestionan las competencias en materia de prescripción de estos profesionales. Las guías lo que permiten es agilizar la atención, descongestionar el sistema e incrementar la seguridad jurídica de las enfermeras. Todo ello beneficia al paciente y, en ningún caso, insistimos, implican menoscabo en la actuación esencial del médico”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.
El sindicato de enfermería SATSE ha considerado que esta guía “constituye un nuevo avance para lograr el objetivo final de que todas las enfermeras tengan cobertura legal a la hora de indicar y utilizar medicamentos sujetos a prescripción médica de uso habitual”.
El sindicato ha valorado la predisposición del Ministerio de Sanidad “para seguir avanzando” aunque ha recordado que, una vez publicadas las guías, los servicios de salud de las comunidades autónomas “deben crear e implementar sus propios protocolos de asistencia que las contengan y así puedan finalmente resultar beneficiosas para los pacientes y profesionales”.
Esta segunda fase, según ha subrayado SATSE, “se está ralentizando demasiado con las guías que ya han sido publicadas” y, por ello, ha reclamado a las consejerías de Sanidad “que establezcan de forma ágil y diligente los procedimientos correspondientes”.