La Administración de Biden perdonará 39.000 millones de dólares de deuda estudiantil
La medida, que llega tras la sentencia del Supremo que tumbó el plan de quita de préstamos universitarios de la Casa Blanca, afectará a 804.000 exalumnos
El Departamento de Educación de Estados Unidos anunció este viernes que perdonará en las próximas semanas 39.000 millones de dólares de deuda universitaria (34,750 millones de euros) a unos 804.000 estudiantes cuyas deudas son directamente con el Gobierno.
“Durante demasiado tiempo, los prestatarios han sido víctimas de un sistema roto que no pudo gestionar el perdón”, ha dicho el secretario de Educación, Miguel Cardona, en...
El Departamento de Educación de Estados Unidos anunció este viernes que perdonará en las próximas semanas 39.000 millones de dólares de deuda universitaria (34,750 millones de euros) a unos 804.000 estudiantes cuyas deudas son directamente con el Gobierno.
“Durante demasiado tiempo, los prestatarios han sido víctimas de un sistema roto que no pudo gestionar el perdón”, ha dicho el secretario de Educación, Miguel Cardona, en un comunicado. “Hoy, la Administración Biden-Harris está dando otro paso histórico. Al corregir esos fallos administrativas del pasado, nos aseguramos de que todos reciban la condonación que merecen, tal y como lo hemos hecho con los funcionarios, los estudiantes que fueron estafados por sus universidades y los prestatarios con discapacidades permanentes, incluidos los veteranos. Esta Administración no dejará de luchar para nivelar las reglas de juego de la educación superior”. En sus dos años y medio en el cargo, Biden ya es el presidente que más deuda ha condonado de la historia.
El anuncio llega dos semanas después de que el Tribunal Supremo diera un varapalo a una de las medidas estrella de su Administración, que perdonaba a 43 millones de estudiantes 10.000 o 20.000 dólares (a los beneficiarios de la Beca Pell, un extendido programa federal con préstamos) de los compromisos contraídos para poder completar sus estudios universitarios, costumbre a la que se muchos ven empujados por un sistema que antepone la búsqueda de beneficio. La medida suponía la condonación de unos 400.000 millones de dólares.
Para hacerlo, la Administración de Biden se apoyó en una provisión de una ley aprobada tras el 11-S con el nombre de HEROES. El gesto era uno de los argumentos centrales en la búsqueda del voto joven para la campaña presidencial de reelección en 2024. El Supremo sentenció que una quita de ese calado no era admisible sin pasar por el Congreso.
Aquel fue el último fallo de un curso judicial que ha certificado el giro a la derecha del tribunal más conservador en ocho décadas, cuyos nueve jueces acabaron también con la discriminación positiva por motivos raciales en las admisiones universitarias. Ese mismo día, Biden compareció en la Casa Blanca para criticar la decisión y para anunciar que perseguiría “nuevas vías” para lograr su propósito. “El plan de alivio de la deuda estudiantil de mi Administración habría sido el salvavidas que decenas de millones de estadounidenses trabajadores necesitaban mientras intentaban recuperarse de una pandemia sin precedentes en un siglo”, dijo.
El anuncio de este viernes, que afecta a los prestatarios del Departamento de Educación inscritos en planes cuyos pagos dependen de sus ingresos, es uno de esos caminos. Esos planes prevén el perdón pasados 20 o 25 años. Fallos en la gestión de las empresas gestoras de esas deudas han hecho más onerosa esas cargas, algo que la nueva medida prevé subsanar.
Biden también anunció que intentará promulgar un programa diferente de alivio de la deuda al amparo de la Ley de Educación Superior (1965), que otorga al secretario de Educación el poder de “comprometer, renunciar o liberar cualquier derecho, título, reclamación, gravamen o demanda, independientemente de cómo se haya adquirido, incluyendo cualquier equidad o cualquier derecho de redención”.
Desde 1980, el costo total de las carreras de cuatro años en las universidades públicas y privadas se ha triplicado, incluso teniendo en cuenta la inflación. Según un análisis realizado por el Departamento de Educación sobre una muestra reciente de estudiantes universitarios, casi un tercio de los prestatarios están en falta, pero carece de título. Muchos de ellos no pudieron completar su carrera porque el coste de la matrícula era demasiado alto.
La siguiente fecha marcada en el calendario de los vencimientos de pagos es principios de octubre. Entonces termina un paréntesis decretado durante la pandemia. Hasta que llegue ese momento, y como el estudiante que espera que salgan las notas de sus exámenes, centenares de miles de exalumnos quedan pendientes ahora de recibir en las próximas semanas la notificación de que si pueden o no beneficiarse del nuevo perdón.