La Fiscalía española recibe de Bolivia la petición de datos para investigar el caso del jesuita pederasta

La justicia del país andino indaga en el “encubrimiento sistemático” de Alfonso Pedrajas, el cura que durante décadas llevó un diario de sus abusos. El ministerio público español solicita a EL PAÍS la información de la que dispone

El procurador general del Estado de Bolivia, Wilfredo Chávez, retratado el 8 de mayo.Sara Aliaga

EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.

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La Procuraduría General de Bolivia ha solicit...

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EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.

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La Procuraduría General de Bolivia ha solicitado colaboración a la Fiscalía General del Estado de España para avanzar en la investigación del caso de Alfonso Pedrajas, destapado por EL PAÍS, el jesuita español que abusó de decenas de niños durante décadas en el país andino y que llevó un diario de sus delitos. Como había avanzado el procurador general, Wilfredo Chávez, Bolivia ha pedido ya a la Unidad de Cooperación Internacional de la Fiscalía española que localice al sobrino del sacerdote, que fue quien encontró el diario tras su fallecimiento en 2009 y lo entregó a este periódico, y también que obtenga el propio documento de memorias. La Fiscalía ha contactado a EL PAÍS para solicitarle la información de que dispone sobre el caso.

La procuraduría del país latinoamericano investiga el caso porque, según explicó Chávez en una entrevista a este diario, los delitos de pederastia de Pedrajas, también conocido como padre Pica, “no han prescrito en Bolivia”. “La Corte Interamericana ha determinado que, en estos casos, la violación se asimila a delitos de lesa humanidad”, argumentó. “Este hombre ha fallecido y el delito es intuitu personae [la responsabilidad penal no puede ser transferida a terceros]. Pero el encubrimiento sistemático no. Y eso lo vamos a lograr [enjuiciar]. Sobre todo, con los testimonios y el diario”. Avanzó que “ha habido un encubrimiento sistemático”, según revela el diario y la investigación de EL PAÍS.

Pedrajas dejó constancia por escrito en un diario de sus abusos sexuales sobre decenas de niños en Bolivia mientras fue profesor en varios colegios de la orden, principalmente en el Juan XXIII, de Cochabamba, entre 1960 y 2008. En el texto, además, relata cómo sus superiores encubrieron sus delitos (hasta siete superiores jesuitas y una decena de clérigos bolivianos y españoles) y las denuncias de algunas víctimas que llegaron a la orden. “Hice daño a mucha gente (¿a 85?) a demasiados”, admite. Desde que EL PAÍS inició en 2018 su investigación sobre la pederastia en la Iglesia católica, que ha contabilizado hasta ahora 954 casos solo en España, es la primera vez que un documento permite conocer los abusos y su encubrimiento desde el lado del religioso agresor.

La propia Compañía de Jesús, tras la publicación del reportaje, suspendió cautelarmente a ocho miembros de la orden que en las últimas décadas han pasado por el cargo de provincial, el máximo superior en un país, en Bolivia. Entre ellos hay al menos cinco españoles, como Marcos Recolons, que llegó a estar en la cúpula de la orden en Roma. Un exjesuita, Pedro Lima, ha revelado que fue expulsado de la orden en 2001, precisamente por denunciar a Pedrajas y a otros religiosos. En este sentido, la Fiscalía boliviana también prevé pedir la colaboración en España de la Iglesia y de los jesuitas, así como del Vaticano.

Fernando Pedrajas, sobrino del cura acusado, ya llevó el caso a la Fiscalía española, pero fue archivado, pues estaba prescrito y su tío había fallecido. Aunque los delitos de los que se le acusa han tenido lugar en otro país, la Audiencia Nacional tiene potestad para juzgar a españoles por hechos cometidos en el extranjero, pero en este caso ya no era posible. Aun así le tomaron declaración y también a una víctima que declaró desde Bolivia. En una entrevista con este diario, Fernando Pedrajas anunció su intención de intentar reabrir la denuncia para que sean juzgadas “las personas que conocieron los abusos que cometió Pica y lo encubrieron”. “Mi intención es crear una agrupación de víctimas que apoyen una denuncia general para presentarla aquí, en España. Aunque sea anónimamente. Conozco la identidad de muchas de las víctimas que todavía no se han pronunciado”, explicó. Para ello ha creado un correo electrónico: asociacionvictimasj23@gmail.com.

El caso de Pedrajas ha causado un gran impacto en Bolivia, hasta el punto de desencadenar un debate nacional sobre la pederastia en la Iglesia, que hasta entonces no se había producido. A raíz de la publicación del caso, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, pidió a la Iglesia católica boliviana que se pronunciara de forma contundente y la conferencia episcopal del país pidió perdón por el caso. La procuraduría general estudia, incluso, abrir una investigación general sobre todos los casos de abuso de menores en la Iglesia de Bolivia, como ya han hecho Bélgica y otros países.

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